¿Mikey?

Parte 25

Ya era de día,las tortugas ya estaban realizando sus actividades cotidianas pero pasaban los minutos y no veían salir a su pequeño hermano de su habitación, se extrañaron.

-Leo, ¿por qué no va a despertar a Mikey?,  Nosotros prepararemos la mesa para desayunar-

Leo asiento y se encaminó a la habitación del pequeño, tocó levemente la puerta, pero no recibio respuesta

-¿Mikey?- voltio a tocar, y seguía sin tener respuesta, así que decidió entrar a la habitación, abrió la puesta poco a poco y sobre esta se fue asomando.

-¿Mikey sigues dormido?- cuando terminó de entrar observó la cama vacía, y a un pequeño gato naranja inconciente sobre el piso.

-Mikey! ¿Mikey estás bien?- casi corrió para dejarse caer de rodillas y poder tomar al menor en sus manos

-Mikey!.Mikey!..- lo llamaba desesperado
-DONNIEE!- grito con angustia para llamar a su hermano.

En segundos tanto Donnie como Raph llegaron por tal grito de su hermano.

- ¿Qué sucede ?- los dos estaban un poco alarmados por el tono de voz de Leo.
Al entrar y visualizar a su pequeño hermano de vuelta en su forma de gato en las manos de Leo se alarmaron aún más.

Ante aquel ruido el pequeño empezó a despertar, se veía atarantado.

-Mikey- dijeron sus 3 hermanos.

El pequeño se sobresaltó por el grito de las tortugas, al sentirse apresado se liberó del agarré de Leo, sus hermanos quedaron desorientados, el gato frente a ellos les estaba gruñendo, su pelaje estaba erizada, su cola estaba alzada, parecía dispuesto a atacarlos.

-¿Mikey que sucede?-
- hey hermano tranquilo-

Leo trató de acercarse pero el pequeño arañó su mano, se quejó del dolor y apartó su mano. ¿Qué sucedía? ¿Qué había pasado? ¿Por qué Mikey está así,?

Las tortugas observaban al menor quien no dejaba de gruñirles y tener el pelaje erizado.

¿Por qué? ¿Por qué? Sus hermanos estaban completamente desconsertados.

Lo que no sabían era que quien estaba en frente no era precisamente Mikey.

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Mikey tenía los ojos cerrados, estaba hecho un ovillo, abrazando sus rodillas, estaba en un espacio estrecho, era oscuro.

El menor despertó, pero solo abrió los ojos ligeramente, no sabía dónde estaba pero no le interesaba, ni si quiera quiso observar el lugar, solo se quedó ahí, quieto, inmóvil.

*Está bien, aquí estoy bien, aquí no volveré a causar daño a nadie*

Cerró los ojos nuevamente, y se abrazó con más fuerza.

*Aquí nunca mas lastimare a nadie ni seré lastimado*
* Está bien, estoy bien aquí, donde no hay nada.....donde no hay nadie*

Y ese lugar se estrecho más