¿Mikey?

Parte 4

Las 3 tortugas estaban aterrorizadas, había bastante sangre en el piso, el teléfono definitivamente era de Mikey, no tenían una explicación.

Mikey por su parte solo los observó, comprendía su preocupación, si el estuviera en su lugar, estaría aterrorizado, no saber dónde está tu hermano, encontrar un charco de sangre cerca de donde encontraste su teléfono, no ayudaba en nada en pensar cosas gratas, por el contrario pensabas en Miles de situaciones que le pudieron pasar a tu hermano.

Nadie se imaginaria que ese gato era Mikey, todo el contenido del mutageno había caído sobre él, no habían rastros de esa sustancia en el piso.

-Tal vez se refugió en algún lugar- seguían tratando de convencerce que su hermano estaba bien.

- Aunque una parte de la sangre está seca, hay porciones que aún están frescas- Donnie se arrodilló para observar la sangre de cerca, - Si Mikey estuvo aquí, no tiene mucho que se marchó- sus hermanos estaban atentos a lo que decía.
- No hay rastros de sangre que formen un camino, es probable que haya detenido la hemorragia para salir de aquí- seguía analizando, sí, habían pequeñas gotas al rededor, pero con un corte lo suficientemente grande para hacer causado ese tamaño de charco y no encontrar un camino lo suficientemente considerable, le daba esa idea.

-Entonces él debe de estar cerca- dijo Raph dispuesto a buscar a su hermano.

-nos dividiremos, Raph tu al norte, Donnie tu al sur y yo revisaré el oeste- finalizó, sus hermanos emprendieron su camino, y cuando Leo estaba a punto de hacer lo mismo, observó al pequeño.

-No puedo dejarte aquí después de que nos ayudaste, además sigues herido- le habló al mínimo

-(Leo)Miau- Mikey se sentía agradecido, su hermano no lo dejaría.

Leonardo tomó al gatito en brazos para después reanudar su camino.

Pasaron horas buscando a su hermano, se comunicaban a través del teléfono, pero ninguno encontró nada. Estaba comenzando a amanecer, sabían que tenían que regresar a las alcantarillas, no debían dejarse ver por los humanos. Cansados y resignados regresaron.

Mikey en todo momento estuvo entre las manos de su hermano mayor, podía sentir su angustia.

Al llegar a su hogar, las tortugas se juntaron, no habían conseguido nada. Raphael estaba irritado ¿Por qué no encontraban a su hermano? Se alejó para comenzar a golpear su costal, necesitaba descargar todo la furia que tenía.

Donnie no dijo nada, pero estaba en la misma situación, no consiguió pistas del paradero de su hermano, estaba angustiado y estresado.

- Hemos estado buscando toda la noche, vayan a descansar, al anochecer reanudaremos la búsqueda- más que una sugerencia era una orden de Leo, sus dos hermanos, no podían renegar, su cuerpo les pedía un descanso, por lo que se dispusieron a retirarse cada quien a su habitación.

Cuando Leo se aseguró que habían entrado a sus respectivas habitanciones, se dejó caer sobre el sillón, también estaba estresado, cansado, angustiando...y también se sentía culpable, responsable. Dejó al pequeño sobre su pecho mientras él solo se recargaba en el respaldo del sillón.

Mikey veía a su hermano suspirar, le gustaría poder ayudarlo, era un gato ¿Que podía hacer?, Trató de escalar sobre su pecho para acercarse a su rostro.
-( Leo estoy bien)- y le regaló pequeñas lamidas sobre su mejilla.

Leo lo observó y le regaló un muy sutil sonrisa, - si supiera lo que eh hecho no estarías tratando de animarme pequeño-  pronunció con una voz llena de culpabilidad mientras lo acariciaba.
- A pesar de que soy su hermano, lo menosprecie, lo trate como equipo B- tomó al gato con sus manos levantandolo haciendo que quedara sobre él.
- Soy su hermano mayor ¿sabes?, Y aún así no cuide de él- hablaba para desahogarse - Somos 4, y él es el más pequeño, deberíamos haberlo cuidado más- con cada palabra su voz se oía más y más apagada - Él es un pequeño travieso, nunca entiende las cosas....pero él es capaz de sacarnos una sonrisa, no importa como .. él hace que está casa sea más animada- hablaba con un tono de melancolía.

Mikey escuchaba a su hermano, esas palabras ....nunca imaginó poderlas escuchar.

- Soy el peor hermano mayor del mundo-

(-No Leo, tu..tu no eres un mal hermano...tu, incluso no me abandonaste hoy-)

-jaja, tu también lo piensas verdad?...lo sé, soy una aborreción- antes de que Mikey pudiera decir algo, Leo le dió la vuelta haciendo que sus patitas vieran hacia el techo, y se cubrió con él, lo que estaba haciendo era impedir que el minino lo viera, y es que Leonardo estaba poniendo una expresión tan llena de sufrimiento, no quería que lo viera en ese estado tan lamentable.

Después de unos minutos Leo volvió a hablar - será mejor que también vayamos a dormir- y se levantó aún con Mikey en sus manos para ir a su habitación. El pequeño solo se dejaba hacer, no sabía cómo animar a su hermano.