Parte 2

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Mikey se había convertido en un pequeño gato, un gato color naranja, con ojos azules y con manchas cafes en sus patitas.

*Vamos Mikey, respira, esto es un sueño...si un sueño...esto no puede estar pasando* trataba de convencerse, quiso levantarse pero su pierna o pata aún le dolía, la observó, aún tenía esa cortada, si dolía eso quiere decir que no era un sueño ¿Verdad?

Mikey no sabía que hacer, estaba espantado, tenía miedo, era un gato!

El pequeño observó con más detenimiento el sitio en que estaba, debajo de él estaba su equipo, posó una patita sobre uno de sus nuchakus, no podía agarrarlos, a un lado estaba su bandada.

*Si ahora soy un gato...yo......ya no soy capaz de tomarlo, no soy capaz de agarrarlo...ya no puedo hacerlo.*
Se deprimió *¿Cuál era la diferencia? Si nunca fui capaz de hacer las cosas bien, puede que incluso alegré a los chicos, ya no tendrán un hermano inservible* se lastimaba con cada pensamiento, pero pensaba que era la verdad, sus ojos se cristalizaron, pero nuevamente no lloro.

*Tal vez la vida sea más fácil siendo un gato* pensó tratando de formar una sonrisa de lado.

Estar en ese pequeño callejón lo deprimía aún más, por alguna razón tenía la necesidad de salir de ahí, observó sus pertenencias, con mucho trabajo trató de caminar, nunca había sido un gato antes, no sabía caminar.

*Una pierna adelante y la otra...no* se cayó, trató de levantarse y siguió intentando caminar * vamos tal vez si muebo la de atrás pueda* después de muchos intentos logró caminar, bueno algo parecido, caminaba con 3 patas, trataba de no usar la que estaba lesionada, trató de ocultar sus cosas, metió debajo de un bote de basura sus Nuchakus, *estoy seguro que en estos momentos parezco un gato jugando con su juguete* pensaba con gracia.

Observó su bandada, no quería dejarla ahí, cómo pudo la enredo en su cuello, era preciada para él, su padre se las había entregado, era importante para él, no lo dejaría.

Bien! había terminado, ahora quería salir de ahí, trató de caminar hacia la calle, era cansada combinar con 3 patas, pero lo hacía, era lo único que podía hacer, aún qué tal vez de esta forma era más fácil que siendo una tortuga.

Ahora era un pequeño gato, salió del oscuro callejón, cada vez era más tarde, incluso parecía que la luna se había ido a dormir, ya no alumbraba, estaba oculta entré nubes, quería suspirar pero lo único que salía de sus labios eran ligeros maullidos. Se quedó observando el cielo, eran pocas las estrellas que esa noche se veían.

Sus ojeras se movieron -Mikey!!- escuchó a lo lejos.

*¿Chicos?* Eran ellos, ¿realmente eran ellos? ¿Lo estaban buscando?.

En el tejado del edificio de en frente pasó Leonardo -Mikey!-

( -Leo!!! Leo!!!!-) gritaba el pequeño. ¿ Por qué, por qué le llamaba? Si él era el único que se había alejado de ellos, antes de pensarlo, comenzó a gritar su nombre desesperadamente pero solo maullidos salian de él.

(-Leo!, Chicos! ...estoy aquí-) * No me dejen* pensó mientras sus gritos se apagaban.

Raph y Donnie llegaron con Leonardo, -No está por ninguna parte-
-Y si los del pie lo capturaron ?-
-tranquilicense, él debe estar bien, los del pie ya hubieran dado algún avisó-
- Tal vez ya haya regresado a la alcantarilla-
-Bien, Donnie tu regresa a ver si ah vuelto, Raph tu revisa en el muelle y yo regresaré por el camino que habíamos tomado cuando salimos a patrullar, si alguien descubre algo nos llamará,- las 2 tortugas asintieron y estaba a punto de tomar marcha a su destino.

El pequeño los vía desde la calle, y se percató que se iban a ir.

(-No me dejen!!!!, No me dejen solo!!!! Leo!!! Raph!!!!! Donnie!!!!-) comenzó a llorar. No podía, no quiera ser abandonado.

Cuando leo dió la media vuelta para regresar, escuchó unos maullidos que parecían lastimeros, de reojo volteó a ver al mínino sobre la calle, brincó el edificio contiguo para recorrer el camino, no tenía tiempo para animales, pero se detuvo en seco cuando algo en el cuello de ese gato llamó su atención.

-Raph! Donnie!- llamo a sus hermanos haciendo que ellos también detuvieran su marcha.

Leonardo bajo, estaba a 3 metros de distancia del mínino, sus hermanos desconcertados lo siguieron.

Leo se acercó a él, Mikey se dejó cargar, tenía pequeñas lágrimas en sus ojos.
*No me dejaron* un pensamiento fugaz que pasó por su mente
(-Leo-) maullo Mikey.
- ¿Qué tienes en el cuello pequeño?-
Raph y Donnie detrás de él observaron su cuello
-Parece ser la bandada de Mikey- dijo con sorpresa el más alto.
Esas palabras alertaron al pequeño, rasguño la mano de Leo para que lo soltará, él menor cayó sobre el concreto, tenía la necesidad de escapar.

- No dejen que escape-
Gritaron tratando de detener al mínino.

Mikey tenía que escapar, no sabía porque, pero sentía que debía hacerlo.
*No...no se den cuenta...no...no lo descubran* palabras que surcaban su mente mientras trataba de escapar.

Aunque el pequeño podía esquivar los intentos de sus hermanos por capturarlo, sabía que no podría huir, su pierna le dolía a horrores, en verdad sentía que le quemaba.

-Esperen chicos! Está sangrando- aviso Donnie al ver como de su pata salía más sangre en cada movimiento.

Las tortugas se detuvieron, Mikey al percatarse también se detuvo, necesitaba tomar aire.

Leo se acercó un poco al pequeño, el cual se alertó por su cercanía -No te haremos daño- estiró una mano hacia él - te ayudaremos, Donnie puede curar tu herida- Mikey se relajó, ver ese acto del mayor le recordó a él cuando quiso que el gato blanco se acercara a él, se había relajado pero aún estaba inseguro. - Por favor- esas palabras taladraron los oídos del pequeñín - Queremos encontrar a nuestro hermano...y creemos que tú tienes una pista de él-
¿Cómo podría seguir evitando a sus hermanos, con semejantes palabras?.

Mikey se dió por vencido, las tortugas se sorprendieron ¿En verdad lo había entendido? Leonardo se acercó lentamente para tomar en brazos a pequeño.
Pero antes de poderlo tomar, el menor cayó en el sueño, se desplomó, había perdido la conciencia.

-Donnie! ¿Qué pasa?- preguntó asustando su hermano.

- Es probable que haya perdido demasiada sangre, necesito detener la hemorragia-

-vamos al laboratorio.-

Las 3 tortugas regresaron a las alcantarillas con el gato en brazos.

Donnie atendía al mínino en su laboratorio y los mayores estaba fuera

- ¿En verdad ese gato te entendió?- preguntó Raph
- No lo sé, tal vez la falta de sangre hizo que se relajará- contestó sin mucha importancia, lo único que llenaba su mente era saber dónde estaba su hermano.

¿Mikey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora