¿Mikey?

Parte 11

El llanto del pequeño llamo la atención de sus hermanos, lo voltearon a ver.

-¿Por qué lloras?- *Por qué lloras si no es tu hermano y no entiendes la situación* preguntó Raph en el piso.

Leo se acercó al pequeñin, ¿Por qué se veía tan triste?, Incluso su llanto sonaba lleno de tristeza.

- No llores- le dijo tomándolo en brazos, pero el menor no paraba, lloraba y lloraba.

- vamos no debes llorar- trataba de calmarlo.

El pequeño pero agudo llanto provocó que sus hermanos dejarán de llorar, el menor era el único que lloraba ahora.

¿Por qué les hacía sentir que ese pequeño comprendía la situación?

-Vamos, está bien, deja de llorar, a él no le gustaría verte así- Leo seguía tratando de consular al pequeño, - si él llega y te ve así, se enojaria con nosotros al pensar que nosotros te hicimos llorar-

Pero cada palabra que decía, comenzaba a tener otro significado para él.

Tenía razón, Mikey no quisiera verlos así, si los viera llorando se enojaria con el mismo por hacerlo llorar. Él dijo que ellos eran su tesoro ¿No?, Entonces ellos quería, por eso tenían que buscarlo, no importaba que.

Se enderezó completamente, con una mano sostenía al pequeño y observó a sus hermanos abatidos en el suelo.

-No es momento de estar llorando- hablo firmemente Leo , lo que provocó que todos le prestarán atención y Mikey dejará de llorar - si nosotros tuvimos el poder de hacer sentir así a Mikey, también tenemos el poder de hacerlo feliz... demostremosle que él es perfecto siendo así....
Si lo hicimos sentir menospreciado, nosotros fuimos los únicos patéticos aquí, encontremoslo y demostremosle que él es el que está bien, que él es el mejor hermano que pudimos haber tenido-

Oh no, las palabras de Leo estaban matandolo, sentía que su carazón se hinchaba, que se llenaba de regocijo, vianda dicha le estaba dando su hermano.

Por otra parte los otros dos hermanos asentían a cada palabra de su hermano, tenía razón,  Leonardo los había convencido, se levantaron del piso y tomaron fuerza, buscarían y a su hermano y le demostrarían que el estaba bien, que eran ellos quienes habían fallado, que no necesitaba cambiar.