Caught In My Own Body; Emerson Barrett & Remington Leith

"capítulo once"

April Sandoval prefirió hacer el estudio en cuanto se le fue informada, trabajó antes de especialista en mujeres violadas y con empatía decidió ir primero ante todo a revisarla.

Tras máximo una o dos horas de revisarla termina dando el diagnóstico lamentable.

Ya eran casi las cuatro de la mañana, April se abre paso en el consultorio de Taina con el diagnóstico, comparten unas palabras y se acomodan en las sillas del escritorio.

―Dígame, April, ¿Qué fue el resultado? ―pregunta nerviosa, con una cara no tan buena le extiende la tabla. La cara de Taina se deforma y decae con tristeza, la culpa de no haber podido ayudarla en todos estos años hablando de ella.

―Fue violada, tiene cicatrices vaginales de desgarros que no han sido cuidados, tiene cicatrices de fisuras perianales que duraron bastante tiempo conforme su cicatrización, tiene cicatrices con débiles colores en sus entrepiernas y algunas manchas de heridas. ―musita la ginecóloga. ―Podría decirte que la última vez que pudo haber sido abusada sexualmente fue al menos unos dos o tres años. ―dice con suavidad, Taina talla su rostro con cansancio.

―Dios mío... ―musita triste.

―Tendrás qué abrir un caso judicial y recaudar información, también tendrás qué preguntarle a la chica si lo recuerda.

―No creo que lo recuerde, pero haré lo posible, mañana hablaré con su padre para hacerle un par de preguntas y informarle de lo sucedido, te pediré copia del diagnóstico. ―dice sin verla para tomar el teléfono del escritorio.

―Tomé fotos para el expediente médico y judicial, ¿Querrás que te las entregue? ― pregunta levantándose de la silla, rápidamente asiente.

Sale del lugar para sacarle copia a el diagnóstico y sacarles copia a las fotos.

[...]

Saint hace pasar a la doctora Bowie a su casa, se sientan en la sala.

― ¿Qué es tan importante como para que haya venido, doctora? ¿Éster está bien? ―pregunta preocupado. Taina baja la mirada y aprieta entre sus dedos el folder con las evidencias.

―Hemos tenido problemas, algo ha pasado con su hija dependiendo al pasado, tengo algunas preguntas qué hacerle. ―la cara de Saint no puede mostrar mejor emoción que la confusión.

―Cla-claro.

Bowie abre el folder y saca el escrito que formó con las actitudes cambiantes y lo anotado del día de ayer, saca las fotos como el diagnóstico. Su vista cae en las fotos sin censura que muestra. Su corazón se hace pequeño, lee el diagnóstico que indica el abuso sexual que se ha infringido.

En unos minutos lee las cuatro páginas con el escrito de Éster, a tal punto el padre de la niña está sensible y sollozante.

―Como acaba de ver y leer, Éster fue abusada sexualmente o al menos todas las pruebas apuntan a ello, el diagnóstico no fue tan certero como apunta porque al parecer las heridas tienen bastante tiempo, a lo que creo que fue en su niñez, también la doctora me comentó que la última vez que fue abusada pudo haber sido hace unos dos o tres años. ―el tono es impasible, trata de no ponerse sentimental porque toda profesionalidad se iría al caño.

― ¿Co-cómo ha sido posible? ―pregunta el hombre tomando su cabeza con fuerza, Bowie no dice nada más por el hecho de que el hombre aún sigue asimilando lo dicho, un desgarrador grito sale de su boca, permanece inmóvil viendo el hombre sufrir. Cuando calma su llanto logra acceder a las preguntas.

― ¿Su exesposa mantiene contacto con ustedes? ―pregunta sacando su libreta donde empieza a apuntar.

―No, no desde que firmamos los papeles de divorcio. ¿Por qué?