Capítulo 2: El Entrenamiento Empieza

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Nos encontramos en este momento, detrás de la Roca del Rey, primero tenemos a Kion agachado en pose defensiva, y por el otro lado tenemos a Rafiki, con su bastón en mano, mientras estaba rodeado por un aura entre blanca y celeste.

-¡¿Listo Kion?!- decía el mandril, mientras extendía su bastón, apuntando al león.

Cómo respuesta, el león salió corriendo, intentando abalanzándose sobre el mandril, pero este desparece, para luego aparecer junto al león en el aire, y con su bastón lo golpe justo en la espalda, arrojándolo al suelo y hacerlo rodar un poco.

El león algo adolorido, vuelve a levantarse, solo para ver a Rafiki apareciendo frente a él, y mandándolo a rodar otra vez, tras golpearlo otra vez con el bastón.

"¡Vamos Kion!, ¿eso es todo lo que tienes?"

El león se vuelve a parar lentamente, mientras tiene cerrados los ojos, luego al abrirlos, muestra esos nuevos ojos grises.

El león se vuelve a parar lentamente, mientras tiene cerrados los ojos, luego al abrirlos, muestra esos nuevos ojos grises

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Además de ser rodeado por una fina aura azulada.

-No, tengo mucho más para dar- decía el león, adoptando un tono serio.

De la nada el león aumentando un poco su velocidad, se abalanza sobre Rafiki, el cuál esquiva el ataque del león.

Así pasó un buen tiempo, poco a poco, Kion lograba aumentar poco a poco su velocidad, pero aún no lograba darle ni siquiera un golpe al mandril.

Ya era casi de madrugada, se veía al león exhausto, respirando muy rápidamente, aún con sus ojos grises, mientras que el mandril no mostraba ni una pizca de cansancio.

Después de unos segundos, volvieron al entrenamiento, aún cansado, Kion seguía intentado golpearlo, o mejor dicho, alcanzarlo.

Hasta que llegó un momento en que un aura un poco más grande rodeó al león, a la par que su velocidad se incrementó a un nivel muy elevado. 

Llegó un momento en  que nuestro protagonista, aceleró aún más y aprovechando un descuido del mandril, logró asestarle un buen golpe en el estómago, mandándolo a volar un par de metros.

Ya a mitad de la madrugada, el león y el mandril, esta vez los 2, se veían totalmente exhaustos, incluso se les veía un par de raspones,sobretodo al león, ya que era el que recibió la mayoría de golpes.

Ya luego de un rato, ambos desvanecieron sus auras, a la par que cayeron al suelo, el mandril sentado, y Kion cayó totalmente cansado al suelo, mientras tenía varios raspones algo notables.

-Uh, uh, uh, uh (suspirando), no estás mal Kion, pero todavía te falta más por aprender- decía el mandril aún exhausto por el "pequeño" entrenamiento.

-Uh, uh, uh, s-sí, uh, uh, uh, uh, p-pero, uh, uh, lo lograré, uh, uh, uh, bueno, creo que deberíamos parar aquí no- decía el león, quien era el más cansado de los 2.

TLG: El Despertar del Ultra InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora