El papel como nuevo líder de la Guardia del León recae ahora en el hijo menor de los reyes Simba y Nala, Kion...Junto a sus amigos, el se dedica a proteger y asegurar el bienestar de todos en su hogar, incluso saber que los que no viven ahí no son t...
En otro intento más, Makucha y sus 2 cómplices han logrado ingresar al Árbol de la Vida, y ahora, se encuentran persiguiendo a 3 cabras de la montaña, mientras Mamá Manturón vigila desde un Árbol.
-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! Ya los tenemos- era lo que decían Makucha y Chuluun, quienes ya estaban más cerca de las cabras que Ora.
La Manada Nocturna recién ha llegado, y han captado a los depredadores.
-¿Cómo llegaron aquí sin que los supiéramos?- era lo que se preguntaba Rani, hasta que Ullu llega- Ullu, ¿Qué pasó?
-Me quedé dormida, lo siento- era lo que decía la lechuza, algo arrepentida por lo que pasó.
-*Bostezo*Dormir suena bien- decía Baliyo mientras se notaba que recién se despertaba.
-Es el cuarto día consecutivo que atacan al amanecer- decía Surak, con algo de molestia y cansancio.
-¡Y es por eso que nosotros hemos venido!- fue lo que dijo Kion, mientras junto a su equipo salieron rápidamente a encontrarse con Makucha y sus cómplices.
-¡A un lado Manada Nocturna, la Guardia del León se encargará!- decía Bunga, mientras iba unto a sus compañeros.
-¡Beshte, ve por Ora; Fuli, encárgate de Chuluun!- Kion daba las órdenes, mientras los 2 mencionados iban contra el enemigo seleccionado.
-Y Mamá es toda mía ¡Zuka Sama!- decía Bunga, mientras iba a por la Manturón.
-¡Anga, Ono, ya saben qué hacer!- Kion les ordenaba a las 2 aves, quienes fueron a ayudar a sus compañeros.
-¡Sip, Afirmativo!- decían los 2 mencionados, para luego separarse. Anga ayudaba a Besthe, y Ono ayudaba a Fuli.
-Bien, entonces...solo quedamos tú y yo Makucha- fue lo que dijo Kion, para que en un destello se dirija hacia el leopardo.
Y luego de un muy breve enfrentamiento, Kion y la Guardia obligan al cuarteto a retirarse.
-Bien hecho Kion- fue lo que dijo Rani, mientras junto a su equipo se acercaban a la Guardia.
-Así es ¡El más fiero de la Guardia del León ha vuelto!- decía Bunga, mostrando orgullo en sus palabras.
-Jeje, no es para tanto Bunga- decía Kion con una sonrisa nerviosa en su rostro y una ceja levantada.
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-De hecho, creo que Bunga puede tener razón. Esta batalla demostró que puedes estar tranquilo y concentrado- decía Nirmala, quien se había acercado al león- Tu curación...ha terminado.
Ante estas palabras, una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Kion, mientras el resto lo miraba.
-¡Poa! Ya era tiempo ¡Sí!- decían Beshte, Fuli y Anga, felices y calmados por lo que dijo la leona.
-Se siente bien estar curado ¿Cierto?- preguntaba Ono.
-Y si ya estás curado nos podremos ir- decía Fuli, pues, para eso habían llegado a este lugar.
