Capítulo 31: Por Fin, ¡El Árbol de la Vida!

555 28 19
                                    

Es una fría noche, y Kion y la Guardia del León ya están casi por terminar su viaje al Árbol de la Vida.

-¡La última piedra moja kwa moja está del otro lado del lago!- dijo Anga.

-¡Por fin llegaremos al Árbol de la Vida!- dijo Ono con entusiasmo.

-¡Sí, finalmente!- dijo Kion, para luego preguntar- ¡Anga! ¿cuánto tardaremos en rodear el lago?.

El águila observa desde las alturas, y observa que es muy grande.

-¡Es muy grande!- avisó Anga- Quizá toda la noche.

-Bueno, entonces ¡en marcha!- dijo Kion.

-¡Oye Kion! ¡Mira esto!- dijo Bunga, mientras estaba sobre el lago congelado- ¡El lago está duro!

-El lago no está duro, ¡Es hielo!, con tanto frío debió congelarse- Ono corrigió al tejón.

Y ahí, Bunga sugirió que, ya que el lago está congelado, podrían caminar sobre él, y podrían cruzar más rápido.

Fuli dudó un poco, y Ono dijo que podría ser una buena idea, pero primero tendrían que probar el hielo, sólo para que Makini avise a los demás, y vean cómo Bunga está deslizándose en el hielo.

Bunga lidera la marcha, claro, que los demás, menos Ono y Anga, van con cuidado.

Hasta que casi a la mitad de lago, Besthe avisa de que esto no podría ser buena idea, sólo para que el hielo empiece a quebrarse, por lo que Kion, rápidamente ordena que empiecen a correr.

Kion y Fuli usan sus habilidades cómo felinos para saltar de un hielo a otro, Bunga hace lo mismo, y Besthe, va también corriendo, pero se asegura de pisar correctamente para no caer al agua.

Todos siguen avanzando entre los témpanos de hielo, pero Makini se queda atrás.

Una vez los demás han llegado a la otra orilla, se dan cuenta de que Makini se ha quedado en un témpano, Kion envía a Anga, pero ella dice que el viento de sus alas podría hacer que el témpano se inclinara, y Makini caería al agua.

Por lo que Kion llama a Fuli, y ambos se disponen a salvar a su amiga.

Makini intenta acercarse a otro témpano, pero termina cayendo al agua, y perdiendo su bastón en el acto.

Inmediatamente, Kion se acerca a ella, y Fuli sostiene con su boca la cola del león, y luego de un breve tirón, ambos logran sacar a la mandril del agua.

Unos segundos después, a Kion le empieza a molestar su cicatriz, y le pide a Makini un poco de Tuliza, sólo para que la mandril recién se de cuenta de que ha perdido su bastón.

Anga intenta buscar desde el aire, pero no logra localizarlo.

-Tal vez yo pueda buscarlo- dijo Kion, con las intenciones de sumergirse en el agua y encontrar el bastón de su amiga.

-¡¿QUÉ?!, Kion, el agua está helada, y si apenas puedes estar en el agua normal unos minutos, en esta que es fría no durarás ni 2- dijo Fuli, algo preocupada por las palabras de su amigo.

-Al menos, debo intentarlo- dijo Kion- además, algo de frío me hará bien- dijo, esta vez en su mente, para luego hacerse un poco para atrás, correr, y de un salto, caer en el agua y sumergirse.

Una vez en el agua, Kion empieza a bucear, mientras hace que su poder se canalice en sus ojos y así le permita ver mejor su entorno.

Luego de casi 3 minutos, Kion sigue tratando de buscar el bastón debajo del agua, pero comienza a sentir algo de frío, y también que casi ya no le queda aire, por lo que empieza a ascender, pero se da cuenta de que está debajo de un gran trozo de hielo, y buscando alguna solución rápida, sólo se le ocurre empezar a golpear el hielo, con la esperanza de que haga un hoyo en el para poder salir.

TLG: El Despertar del Ultra InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora