El papel como nuevo líder de la Guardia del León recae ahora en el hijo menor de los reyes Simba y Nala, Kion...Junto a sus amigos, el se dedica a proteger y asegurar el bienestar de todos en su hogar, incluso saber que los que no viven ahí no son t...
Nos encontramos con un cachorro de león de una pequeña melena roja, llamado Kion, respirando de manera agitada, y rodeado por una ligera aura azulada, y al frente de él está un mandril, llamado Rafiki, rodeado de un aura celeste, ambos se notaban agitados, pero el pequeño león estaba con un montón de raspones en el cuerpo.
Pues lo que sucedía era que en los últimos entrenamientos, habían sido los más duros por los que había pasado el pequeño león llamado Kion.
Ya un poco recuperado, Kion eleva un poco su aura y arremete contra Rafiki, este esquiva el ataque dando un salto y permaneciendo en el aire, luego, Kion se eleva y está de nuevo frente al mandril, solo que esta vez están flotando en el aire.
-¡Vamos Kion!, ¿eso es todo?- decía Rafiki, mientras ponía una sonrisa algo arrogante, pero mantenía su seriedad.
-No, *uf, uf*, aún tengo mucho más para dar- decía Kion, manteniendo su aura y lanzándose al ataque.
Kion se abalanza sobre Rafiki, lanzando algunos golpes, los cuáles son esquivados, o respondidos por el mandril.
Más o menos así(imaginen que Kion es Black, pero obviamente Kion es bueno)
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Kion intenta darle un golpe en la barriga, pero el mandril lo bloquea, le devuelve el golpe y lo lanza al suelo, haciendo que al caer, levante algo de polvo, y al desvanecerse este, se ve a Kion incrustado en el suelo y un pequeño cráter se había formado alrededor de en donde estaba.
Poco a poco, Rafiki va descendiendo y acercándose al león, y finalmente aterriza a un lado de el.
-¿Estás bien?- decía Rafiki mirando al león.
Poco a poco, Kion sale del suelo, mientras que Rafiki lo ayuda.
-*Ouch*S-sí, *grr*, aún me falta obtener mucha resistencia- decía Kion, levantándose y tratando de mantenerse en pie.
Rafiki vuelve a ser rodeado por su aura, y pone su mano en el pecho de Kion, mientras que los raspones que tenía se curaban y recuperaba su fuerza.
Luego de eso, ambos se sientan a descansar, Rafiki meditaba y Kion entrena golpeando una roca, aparte de que estaba pensando en algo, que tenía que ver con su amiga de ojos verdes, y también sobre su enemigo, ya que últimamente no ha sentido su presencia por ninguna parte, y eso le preocupaba.
Ya cerca el amanecer, Kion se despide de Rafiki, para dirigirse a la Guarida, y encontrándose con su hermana al entrar.
-Hola Kio...*bostezando*n, ¿que tal estuvo tu entrenamiento?- decía Kiara, mientras se veía que recién se acababa de despertar.
-Bien, aunque de no ser por mi resistencia mejorada estaría muy lastimado- decía Kion cómo si nada, y estirando un poco sus patas, aunque Kiara se preocupó antes las palabras de su hermano.
-Kion, ví tus últimos entrenamientos, me preocupa que te lastimes de verdad si en una de esas te descuidas mientras peleas- decía Kiara acercándose a su hermano.
