El papel como nuevo líder de la Guardia del León recae ahora en el hijo menor de los reyes Simba y Nala, Kion...Junto a sus amigos, el se dedica a proteger y asegurar el bienestar de todos en su hogar, incluso saber que los que no viven ahí no son t...
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Ahora mismo, en la guarida, se encuentra Kion, recostado sobre una roca, aparentemente dormido.
Pasan unos 20 minutos, hasta que los ojos del león empiezan a moverse, y también, su cuerpo empezó a moverse, abriendo los ojos y dándose cuenta de dónde estaba.
-¿Qué?...¿Cómo...Cómo llegué aquí?- se preguntaba el león, mientras empezaba a levantarse, aunque sintió un ardor en su mejilla derecha.
Así que, tras bajar de la roca, fue a la fuente de agua que había ahí, y ahí pudo notar...que tenía una cicatriz, causada por una marca de zarpazo.
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-¿Pero qué...?- era lo que iba a preguntar el felino, antes de recordar ciertos sucesos- Norus...¿Cuánto tiempo ha pasado?...No recuerdo nada después de ese último golpe que le dí...
Entonces, después de rascarse un poco la marca en su mejilla, decidió salir de la cueva.
Ahí pudo ver a sus compañeros junto a Rafiki, quienes parecían estar esperando, hasta darse cuenta de su presencia. Los que estaban sentados se levantaron, a excepción de Rafiki, y 2 felinos.
-Hola- fue lo que dijo el león con una pequeña sonrisa.
-¡Kion!- exclamaron sus 5 compañeros de la Guardia.
Bunga se le subió encima y le despeinó un poco, pero el felino solo moviéndose un poco lo alejó un metro, antes de que Ono y Besthe se acercaran para abrazarlo.
Después les siguió Anga, quien hizo el movimiento más rápido que ellos.
Por último, estaba su compañera felina, de hermosos ojos verdes-esmeralda.
-Estás bien- fue lo que dijo ella.
-No se iban a deshacer de mí tan fácil ¿Verdad?- dijo el león en tono de broma.
Ella entonces apoyó su cabeza casi bajo el cuello del león, y este simplemente sonrió ante eso...
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