CAPÍTULO 7

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CAPÍTULO 7



Tras llevar a Mely colgando del brazo, estando cerca de Angelo, descubro la bicicleta de mamá. Es anormal que la haya dejado fuera. Tal vez, los ánimos no le permitieron atender sus asuntos como normalmente lo hace.

Lo dejo pasar, cuando ingresamos a la librería, noto que la gente camina entre las estanterías, distingo personas concentradas y cómodamente sentadas en el centro, junto a la mini fuente de los deseos.

Según Laura, así la bautizó papá: "La nueva Fontana di Trevi". Él amaba Italia, y por ello toda la decoración vintage corona en torno a su cultura.

Los lectores concurren a comprar sus libros, porque dicen que el lugar posee un aura especial, y de igual forma lo creo.

Nos cuesta llegar hasta el mostrador, arreglo los patines en el hombro y diviso a mi mejor amiga deslizarse hacia donde circula mamá.

—Hola preciosas, ugh, están pegoteadas.

Río al saber la réplica de Mely.

—De hecho, tu hija hizo que corra en cuatro ruedas por toda la costa. ¡Estoy muerta de hambre!

Mi madre la veía.

—No pienso que eso sirva, bebe esto. —Le extiende un vaso del batido de frutas tan acostumbrado.

Uhhh, qué rico. Ya que insistes lo tomaré todo.

Niego mientras me acerco.

—¿Cómo ha ido tu mañana?

—Ahí lo llevo, nena. Al menos desde que ingresé, la gente no ha parado de llegar.

—¿Estás sola?

—No, allí Kevin ha socorrido a un cliente.

Las tres buscamos su cínica voz, y en efecto lo localizamos.

—En fin. ¿Mamá Lau que tienes para el almuerzo? —Mamá Lau, presta atención al parloteo de Mel—. Nosotras hemos traído unas cositas ricas. Yo no vivo de ensaladas porque soy muy feliz con mis porciones de pizza grasosa, y con el exceso, y todo.

Crea cómicos morros mientras da saltos en dirección al despacho. Esta no tiene vergüenza.

Siento un suave toque sobre el hombro, al girar noto a Laura viéndome, sus ojos me demuestran cansancio.

—Te debo una explicación. Cande, he estado en el hospital, y el asunto no es muy cómodo, ni fácil. —Ella baja la voz, a su vez desliza su mano, dando caricias gentiles a mi espalda, mientras nos guía hacia detrás del mostrador—. El cuadro de Alioth se debate entre fase de coma, y hay riesgo que el cerebro... que en el transcurso de unas horas quede sin oxígeno, y pasará a una amenazadora muerte cerebral. Hale, su padre, está de pena, también su madre y hermanos. Es una familia muy unida; es tan injusto.

Al culminar su voz se obstruye debido al nudo en su garganta, tomo una de sus manos, le acaricio su palma con el pulgar trasmitiendo calor.

—Deseo decir algo que levante tu ánimo, y de verdad que no soy muy buena en ello. Pero, quiero saber, cómo fue.

—Del accidente nadie sabe con exactitud, y especulan los motivos. Esa tarde, Alioth estaba solo, y durante la noche al no responder su teléfono, su hermano, Cástor, decidió alertar a los demás. Lo encontraron al pie del stage. —Ella considera mi rostro embrollado porque aclara—. Era parte del escenario un ascensor automático. Aunque, su madre me ha dicho que cuya guitarra y un libro se encontraban a unos metros de su cuerpo.

QUASAR  (Versión español) Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora