CAPÍTULO 9

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Notita de autor: 

Espero disfruten de la historia, la cuál estoy escribiendo con mucho amor. Ya saben que esta será publicada en Amazon, pero podrán leerla por aquí hasta el final. No hay problema. Tendrán más de Cande y Fantasmín para rato.

Deseo que si lees Quasar, voten, compartan a sus amigos lectores, y le den amor dejando sus comentarios en cada capítulo, ¡ello me alegraría mucho!

Solo quería decirles esto, hasta el próximo capi, disfruten y les daré muchas pegatinas de estrellas. <3



CAPÍTULO 9

La situación del paciente y la voz de la banda estrella son protagonistas en focos como noticias de internet, portadas en revistas y radios. Estoy harta por la sobredosis de información superficial; la exhibición de sus gustos, sus hobbies; son manejados por hipócritas y todo ello es por obtener la fortuna en ventas o escalar alto, no imagino cómo debe sentirse su familia y amigos con el ojo puesto sobre ellos. Para qué mentir. Anoche, el morbo me poseyó al reparar en la televisión, cuando un par del grupo fueron emboscados al salir de una cafetería, pues ellos dan unas duras palabras tras una ardua persecución en la calle por un buitre paparazzi.

—Deja en paz. Mierda, qué si muere o no, ¿a ti te importa? ¡A nadie de ustedes le interesa! Vete antes que te dé un puñetazo en tu cara de pijo.

La voz descortés de la fémina es señal de rabia, junto a un despiadado escudriño; no quisiera estar cerca. La secunda un chico tatuado con extensores en sus orejas, y ambos son sujetos por un tercero; el mismo joven que acompañó a Alioth, en aquel sencillo que ahora es viral en redes.

«Crux, Noé, no vale, vamos.» Dice este al momento que mira por detrás de cámara, y mueve su cabeza en dirección a una inmensa SUV con vidrios totalmente tintados. Él los tranquiliza, y es así que presta atención al reportero con un gesto similar al de la chica, aunque más despreocupado dijo: «Si quieres, habla con nuestro representante». Lo dice hacia la cámara, su mirada cielo traspasa el lente, porque Jaco camufla una tremenda tristeza con algo más. Esa estampa dura unos segundos, cuando se aleja junto a sus compañeros.

Ninguno pasa desapercibido ante la minuciosa observación de los transeúntes. Aun con gafas de sol distingo las miradas dirigidas al grupo, preguntándose quiénes son esos jóvenes, a pesar de que otros toman fotografías con sus móviles. Al segundo dos aparecen, apoyan a sus camaradas, las rastas de un trigueño, y me es curioso el desgarbado caminar del tecladista, y su cigarro encendido nubla la filmadora.

Él ciñe su cejo, entretanto una sonrisa maquiavélica de Cheshire ilumina sus rasgos, conversa con breva entre dientes.

«Un saludo a los fans de Quasar, Alioth está con nosotros. Jusqu'àjamais, fichu idiot».

Un llanto se escucha, mientras la rebelde joven del conjunto huye ocultándose debajo de la chaqueta de Noé, para después montarse al vehículo.

Contemplo con ojo crítico, y los identifico, parecen auténticos humanos, viéndose claramente afectados por la salud de su amigo. Por último, Lut les dedica una señorial reverencia con su dedo medio, después el motor del aparato ruge al marcharse silbando. A fin memorizo sus nombres, sus rostros, porque ellos me acercan al fantasma. O lo que él fuese, debo investigar. Algo tampoco encaja en el accidente aún inconcluso para muchos, ya departen la culpabilidad a un trastornado fan. Tampoco hay testigos. Necesito averiguar si acaso recuerda más sobre su última noche.

Rebobino hasta encontrar un cartel escrito con tipografía en cursiva, me enseña el título del local, también soy capaz de distinguir las calles y el exceso de gentío, demuestra al concurrido barrio. Donde las masas de turistas pasean por las aceras, curioseando vidrieras de tiendas, paseos abiertos aglomerados y bochincheros que me guían a Santa Mónica.

QUASAR  (Versión español) Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora