No dormí por el resto de la noche y creo que jamás volveré a hacerlo. Después de que una sombra se apareciera en la mitad de la noche con un cuchillo dudo que pueda volver a dormir. Siento terror y no puedo pensar en nada más que algún instrumento con que defenderme, en el cajón encuentro unas tijeras que he traído y me las guardo debajo de la almohada por si aparece nuevamente.
Ha amanecido pero no se nota, las nubes grises cubren el sol haciendo que se vea muy sombrío todo, la lluvia no ha parado así que creo que es imposible salir por hoy.
A penas me levante escribiré una carta a mi familia contando todo lo que me ha pasado, la descortesía de todos aquí y por supuesto, que han intentado asesinarme, se que suena absurdo, he pensado mucho y nadie podría tener motivos para asesinarme , no tengo enemigos. Espero que me crean y que no piensen que es una escusa para devolverme.
No puedo evitar pensar en Gaadriel, por algún momento se me paso por la cabeza que nadie quería casarse con él porque podría ser un asesino, fue una idea absurda en el momento pero ahora, después de lo que me ha pasado no veo que sea tan descabellada, puede haber sido ese hombre.
Necesito escribir esa carta lo antes posible.
De pronto las manecillas de la puerta giran, tomo sigilosamente las tijeras que he guardado bajo la almohada preparada para lo peor, esta se abre y alzo las tijeras en dirección a la persona que ha entrado.
—¿Qué hace con esas tijeras?—dice Anne, mientras me mira perpleja.
Expulso todo el aire acumulado, me alegra saber que es solo Anne. Me levanto de la cama y paso sobre ella para cerrar nuevamente la puerta, Anne trae en sus manos una bandeja con el desayuno, la cual deja sobre la mesilla.
—¿Viste si alguien te seguía?
—No, ¿Por qué alguien me habría de seguir?, deje esas tijeras que ya me esta asustando.
Le hago caso a Anne, parece no venir nadie más asi que bajo mi improvisada arma. Anne me sigue mirando asustada por mi dramática reacción.
—¿Señorita, esta bien?
—No , Anne. Creo que tenemos que irnos de aquí lo antes posible.
Me siento nuevamente en el borde de la cama, respiro hondo, pensar que la sombra podía haber vuelto me puso histérica.
—Hoy—continuo— cuando todavía no amanecía, desperté por el ruido de unos pasos, había una persona , llevaba una capa y no pude distinguirle el rostro pero traiga un cuchillo, quería matarme, venia a matarme— me paro para tomarla de las manos— debemos irnos , no estoy segura aquí.
Su expresión parece no convencerla de mi relato, si me creyera se que estaría tan horrorizada como yo, pero solo me mira con incredulidad.
—Señorita—dice, mientras me hace sentarme nuevamente con ella— el viaje ha sido largo y agotador, nadie tiene motivos para matarla, seguro fue un muy mal sueño.
Niego con la cabeza. Se que no fue un sueño, alguien estuvo en mi habitación y fue real. Anne definitivamente no me cree y me desespera, sin embargo aunque no me crea escribiré aquella carta, al fin y al cabo, alguien tiene que hacerlo.
Espero que Dylan lo haga.
No quiero gastar mis energías en tratar de convencerla, al menos ella esta aquí y es algo que me alegra, necesitaba ver un rostro familiar.
La chica al ver que me he quedado callada acerca la bandeja con el desayuno, son panecillos con huevos y un agua de hierbas, Anne jamas haría este tipo de desayuno y entonces entiendo que no lo ha hecho ella.
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Princesa sin linaje
FantasyColette fue encontrada cuando era una bebe entre las ramas de un viejo árbol por la mismísima reina de Adelis, desde ese día fue criada como una más de sus hijos, aunque no tuviera sangre de ángel. El mundo entero la conoce como aquella princesa m...