Princesa sin linaje

Un beso

Sus ojos verdes ya los habia visto antes.

En mi.

Llevo aproximadamente una hora viéndolo cortar distintas verduras en rodajas, me concentro en sus facciones, después de lo ha dicho Gaadriel no puedo no hacer otra cosa más que fijarme en el increíble parecido que tenemos.

Y eso hace que quiera llorar.

La vida de una princesa es la envidia de todos, Nefilims o no, yo había sido criada en cuna de oro, jamas me falto ropa ni tampoco tuve alguna vez que comer pan remojado, crecí con vestidos bordados de oro,coronas de diamantes, tuve maestros, aprendí a tocar distintos tipos de instrumentos y a hablar muchos idiomas. Pero por sobretodo, siempre tuve una familia. Mis padres jamás hicieron algún tipo de diferencia entre yo y mis hermanos, había crecido en un entorno feliz y lleno de amor.

Y sin embargo, siempre tuve un problema de identidad. Había veces en las que me creía demasiado princesa, sobretodo al interactuar con humanos, tenía esa necesidad de demostrarle al resto que yo también era parte de la realeza pero también me pasaba que frente a nobles me sentía disminuida, el título de princesa era usado para esconder mi desconocida procedencia.

Siempre había querido saber quien era, quien eran mis padres, no deseaba una relación solo saber el porqué lo habían hecho, porque habían tirado al bosque a un bebé tan pequeño. Había entendido que ellos desde el comienzo jamas me habian querido y les era un estorbo , eran lo bastante inhumanos para abandonar de aquella manera aun bebe.

Queria saber que tan malas personas eran y de esa forma sentir un alivio de haberme alejado de ellos

Y sin embargo, nada de eso era cierto.

Ni me habían abandonado ni eran humanos, nada de lo que siempre creí sobre estos era verdad.

En realidad me habían salvado la vida. Mis verdaderos padres me amaban tanto que renunciaron a tenerme, solo para que yo viviera, habían luchado incluso contra todo el Paraíso solo por mi.

Y eso hace que todo sea peor, estaba preparada para lo malo , quería sentirme realmente afortunada por haber llegado a ser princesa, quería odiar a mis verdaderos padres por ser despreciables pero en estas condiciones se me hace imposible, como odiar a tus padres si lo que han hecho justamente fue por ti.

Me he dado cuenta que he derramado un par de lágrimas por toda la situación. Miro a Malik. No puedo pasar por alto que es solo un chico, se ve incluso menor que Gaadriel, se que probablemente tenga cientos de años, pero a mis ojos les cuesta asimilar tal verdad, se supone que lo justamente lógico es que los padres se vean mayores que los hijos pero este no era el caso.

Mi figura paterna es solo un chico.

Malik alza la vista para alcanzar la fuente con patatas, pero se detiene, sus ojos hacen contacto con los míos y se da cuenta al fin de mi rostro empapado en lágrimas silenciosas.

-Se quien eres- le digo, con la voz quebrada, ahora mismo es más difícil dirigirme a él de lo que había previsto.

Lo observo, Malik suelta el pequeño cuchillo de entre las manos, sus ojos tiemblan, se cristalizan y termina igual que yo, derramando un par de lágrimas.Confirmó lo que ya tenía de sobreseguro, es definitivamente el.

Estamos ahí, en medio de la noche, mirándonos a los ojos y llorando sin decir una palabra, en el fondo entendimos lo que somos el uno por el otro.

Ahora mismo no logro explicar mi sentir, tengo a mi verdadero padre frente a mi, es un buen hombre y me ha salvado la vida, me ha protegido y pese a eso tengo rabia, rabia porque no estuvo conmigo, y lo entiendo, no podía, pero mi corazón está en un trance inexplicable en este momento, ese chico debió haber estado conmigo y no lo hizo.