Su rostro está escondido en mi cuello.
Me ha besado, ha tratado de besarme la mayor cantidad de tiempo, pero la comodidad de una cama lo ha obligado a ceder, sus párpados luego de algunos minutos han caído rendidos, se ha dormido como un bebé en un sueño pesado.
Yo he estado dormida por tres días enteros mientras él ha estado buscándome sin parar por aquellos tres días.
Tiene uno de sus brazos rodeando mi cintura, me lo quedo mirando un rato, lleva los labios enrojecidos por nuestro beso, su barba está un poco más larga y gruesa y debo admitir que me gusta que aquella me provoque cierto picor cuando está cerca de mí, sus ojeras son pronunciadas, espero que logre dormir lo suficiente para recuperarse. Sus pestañas son más largas y abundantes que las mías, ayudan el resalte de sus ojos.
Ahora mismo, de aquella manera, durmiendo tan natural y vulnerable a mi lado, toda aquella estampa fría de aquella primera vez se esfuma, su apariencia se me hace tan distinta a la de antes, y no solo su apariencia, también su actitud.
Habían periodos en los que parecia odiarme y despreciarme y otros en los que realmente era amable y hasta lo había visto reírse,los últimos días había dejado el odio atrás y solo se había dedicado a protegerme.
Me gusta este Gaadriel y no se si eso sea correcto.
Me quedo solo un rato más con él ,luego me levanto cuidando no despertarlo se queda en un rincón de la cama, solo tiene una camisa así que aprovecho de cubrirlo.
Salgo nuevamente de la habitación, Malik está sentado terminando de cocinar lo que estaba haciendo, aún tenemos cosas de las que hablar, tengo preguntas que hacerle y disculparme si en algún momento llegue a herirlo.
Apenas me ve me dedica una tímida sonrisa.
—¿Se durmió?
Junto mis labios y asiento.
—Así que tu y el....
No se exactamente que somos Gaadriel y yo, así que prefiero decirle de lo que sí estoy segura.
—Podemos comunicarnos con la mente o algo asi.
—Vaya, no se como sentirme con eso.
—Yo tampoco —me rio a lo bajo y el hace lo mismo.
Malik toma un balde entero de agua fría y lo pone al fuego. Su cuerpo es delgado y bastante fino, me sorprende su fuerza a pesar de todo. Desde que lo he visto no ha parado de hacer cosas, cortar verduras, mantener el fuego y sobretodo preparar comida.
Me lo quedo mirando atentamente un rato, no dejo de impresionarme con nuestro parecido, es como una versión de mi en hombre.
Se da cuenta de que lo estoy observando, sus mejillas enrojecen al momento, relamente es un chico muy dulce.
—¿Puedo mostrarte algo?
Asiento sin darle más vueltas al asunto, Malik se acerca y se coloca frente a mí para terminar por ofrecerme ambas manos.
—Tus manos y cierra tus ojos.
Hago exactamente lo que pide, siento el calor de sus extremidades traspasar mi piel, lo que veo es todo negro pero el chico hace algo que inmediatamente todo se torna de un blanco brillante y luego, de la nada me encuentro sobre un jardín enorme, un jardín del cual yo conozco como nadie.
Estoy yo sentada sobre él jugando con tierra y flores, soy muy pequeña a penas camino, quizá tenga dos años, mi madre está metros más allá, sobre un banco de marmol, está conversando con su doncella, Dylan es un poco mayor que yo, está jugando en el camino de piedras con un caballo de madera, corre feliz de aquí para allá, sonríe y grita mi nombre una y otra vez.
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Princesa sin linaje
FantasiColette fue encontrada cuando era una bebe entre las ramas de un viejo árbol por la mismísima reina de Adelis, desde ese día fue criada como una más de sus hijos, aunque no tuviera sangre de ángel. El mundo entero la conoce como aquella princesa m...