La Angelomaquia

Capitulo 7: El árbol prohibido.

Adán acababa de levantarse a mitad de la noche, sudaba frío, respiraba rápidamente, sus ojos estaban muy abiertos y palpaba todo en la oscuridad para ubicarse y de nuevo recordarse que solo había soñado, que nada era real, que en realidad no estaba en peligro, era la quita vez que soñaba lo mismo, la ciudad, el anciano, la espada, y el cadáver susurrando "Caín..." ¿¡Quien se suponía que era Caín!? ¿El mensaje es para el?¿Yo se lo debo dar? ¿Que mierda significaba todo lo que el anciano le decía?¿No que el, Adán, y Lilith eran los únicos humanos? Adán debía calmarse, así que fue por agua a un río, camino y en un momento vio a un animal serpenteante, pasar, que extraño Adán no recordaba conocer a un animal como ese y un sentimiento nuevo, le impulso a seguir al animal y lo hizo, quería verlo de cerca hasta que el animal se metió detrás de unos arbustos, Adán lo persiguió corriendo ¿Cómo era que un animal sin piernas podía ser tan veloz? Tras varios segundos Adán llegó a un claro, donde vio al animal tomando una forma humana deforme y vio como este ser dejó caer algo en el suelo, Adán aterrado tomo un palo en su mano y se dispuso a atacar al ser, pero en el momento que Adán avanzo el ruido de hojas secas rompiéndose y crugiendo hicieron que inmundo ser le mirara, tenía ojos rojos brillantes y penetrantes, Adán se quedó helado no podía moverse.

-¿Quien eres?- dijo Adán sin aún poderse mover.

El ser solo sonrió revelando unos colmillos amarillos, brillantes y aterradores y se transformó de nuevo en el animal reptante y se perdió en la oscuridad.

Adán estaba aún más intranquilo por lo cual sin recordar cómo, llegó al río que era su objetivo original y metió la cabeza en la fría agua, uno, dos, tres segundos... Y la saco de golpe tomando una gran bocanada de aire, luego se puso los dedos en sus párpados cerrados y los frotó, se sentía mal calmado, pero cuando volteo vio a un hombre detrás de él, Adán por instinto salto y casi cae en el río de no sé porque el hombre lo sujetó de la cintura antes de caer, Adán quiso gritar pero el hombre le puso un dedo en la boca y lo devolvió lentamente hasta que Adán estaba recto.

-Soy Velkorck Lafarck, su padre me envía, voy a cuidarlos...- dijo el hombre arrodillándose frente al humano.

Adán no sabía si el hombre era una alucinación y se hacerco a tocarlo.

Adán tomo el palo con el que quiso atacar al ser que se había encontrado antes, lo estampó contra Velkorck pero el efecto fue que el palo se quebró, y el hombre seguía arrodillado inmutable.

Velkorck levantó su cabeza y lo miro - Hay cosas que no entiendes aún ¿Verdad?- dijo Velkorck riendo -. Puedes estar tranquilo, soy de bien...- dijo con las mostrándole las manos y separando los brazos de su tronco a Adán para que viera que no tenía ningún arma.

-¿Eres un ángel? - dijo Adán tomando con fuerza el pedazo de madera que le quedaba en la mano.

-Solia serlo...-dijo Velkorck- ¿Cómo conoces a los ángeles?

-Tengo sueños...- dijo Adán tragando saliva - En ellos hay un anciano que me enseña cosas, cada vez que sueño... Los mencionó...

-Pues ese anciano es tu padre y me ha enviado aquí, para cuidarlos a los dos...

Adán pensó un segundo pero su cara se endureció y se alejó de Velkorck-. Dijiste que era un "Ex-ángel" mi padre en mis sueños me advirtió de uno.

Velkorck tomó aire profundo y con cierto pesar de quien acepta una incómoda verdad, dijo -. Falle como ángel... Tenía la misión de parar de quien su padre ya le habrá informado... Pero falle...- agachó su cabeza -. Ustedes son mi redención...

-¿Y te dejaron ir sin castigo?- dijo Adán aún receloso.

Velkorck se dio la vuelta y rebeló su espalda que revelaba dos grandes cicatrices calcinadas en su espalda -. Es el castigó que merezco, sin alas los ángeles nos convertimos en seres terrenales... No perdemos nuestros poderes, pero no podemos volver al cielo... - dijo tratando de mantener su tono firme.