Preludio Shirley (parte II)

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—Si sigues observándome pensaré que te gusto —le dijo casi imperceptible. Vio cómo su compañero se tensó al momento que Isabella entró. Lowood siguió en su lectura le encantaba la forma de pensar del Sr Rochester, le encantaba la forma de ser de Jane, contuvo el suspiro mientras repetía una frase del Sr Rochester. Dejó que el niño riquillo lidiara con la hija del jefe Swan mientras ella seguía descifrando las palabras del señor Rochester desde su propia perspectiva.

Dejó de ponderar cuando vio que el maestro ya estaba en su mesa haciendo que Isabella recuperara su anterior asiento.

— ¿si diga?

— ¿quieres cambiar de lugar?

—no. Lo dijo con cierto odio hacia Isabella, la odiaba por hacerla sentir de esta manera. Vio como el niño rico la veía de reojo.

—Muy bien —asintió el maestro un poco perturbado por la mirada fría de Lowood, pero ella ni siquiera se inmutó por la mirada condescendiente del profesor—. Bueno señorita Swan su nuevo lugar será con el señor Newton que está solo en este momento.

Vio como Bella puso la cara abatida y suspiró de mala gana para irse con Newton. Edward la vio de reojo para después darle un leve gruñido. Lowood solo observó y en su mente decía lo siguiente "inhumano".

Edward pareció darse cuenta de lo que hizo ya que desvió la mirada hacia el profesor. Lowood apartó su libro mientras sacaba su cuaderno y un lápiz. Empezó a escribir la fecha mientras escuchaba al profesor hablar y ella empezaba a repetir lo que él decía.

Empezó a notar lo que era la tarea y empezó a describir como eran la mitosis.

—las damas primero —ofreció el microscopio.

Ella lo vio por un momento y asintió.

—Profase —habló.

— ¿te importa si miró? —preguntó, ella negó. Edward miró y asintió de acuerdo—. Profase —declaró. Ella asintió de nuevo mientras escribía en su cuaderno.

Ella le pasó otra diapositiva, el contacto de su piel les dio una descarga. Lowood solo lo agregó como un dato más sobre su compañero pálido.

—Metafase —dijo Edward tratando de romper la tensión que estaba sintiendo o desviar sus dudas acerca de él. Esto era extraño. Lowood asintió mientras escribía y le daba la siguiente diapositiva—. ¿Quieres verificar?

—Claro —tomó el microscopio y se dispuso a ver—. Anafase —le pasó el microscopio y ella le dio una mueca incomoda. Disimuladamente se rasco el cuello y parte de los brazos. En su mente se proyectaba una imagen de ella llena de demasiados granos juntos.

Odiaba ese sentimiento, de vulnerabilidad que ella tenía sobre ver puntos ya que su mente jugaba feo con ella. Gracias que su compañero la distrajo con lo siguiente:

—teolofase.

Ella asintió mientras le daba una mirada irritada al microscopio. De refilón vio como Edward trató de disimular su sonrisa.

—Nunca te había visto por aquí —Edward comenzó entablar una conversación. Lowood lo observó como si tuviera un cuerno en la frente. Definitivamente la sacó de onda.

Ella solo asintió y siguió pensando en otra cosa. No quería revelar nada de su familia o ella misma. Así que empezó a citar otra frase de Sr, Rochester.

— ¿te gusta las novelas románticas? No pude notar leer el título de tu libro. —preguntó pareciendo interesado.

—no, no me gusta. —respondió brusca, no le gustaba por donde iba esto—. ¿Qué me delató? —preguntó en forma sardónica al ver que Edward la veía y veía el libro que estaba en la mesa— Leerlos en plena vista o el hecho que estaba exhibiéndome en toda la escuela. —fue sarcástica con su respuesta. Pero la sensación de rascarse era demasiada fuerte que su mente lo traicionó y miró al profesor Banner con lo que estaba lidiando. Vio como Edward se sobresaltó y la observo con cierta molestia. Para después ocultarlo y decirle lo siguiente:

—tengo la primera edición de Villete de Charlotte Bronte. ¿Quieres que te lo preste? —ofreció.

Escuchar la palabra "Villete" la había sacado de sus pensamientos ya que recordó que no pudo comprarlo aquella vez que lo vio en Port Ángeles.

— ¿lo tienes? —preguntó un desconfiada.

—claro. —aseguró con una de sus sonrisas que lo hizo ver demasiado atractivo.

—dices que es primera edición, ¿no tienes una edición más reciente? —preguntó con cierto interés y una emoción disfrazada a estoica pero el latido de su corazón se aceleraba. No quería que le dieran un libro que a lo mejor costaba mucho y ella no tenía dinero de sobra para poder pagarlo. Pidió para que dijera que tenía una edición nueva.

"que tenga una edición nueva, que tenga una edición nueva"

—También tengo una reciente, —habló Edward— una de mis hermanas lo compró hace unos meses ¿Por qué quieres uno más reciente? —preguntó interesado. Shirley estaba feliz por lo que había dicho pero rápido se esfumó cuando él le preguntó lo siguiente.

—no me gustaría perder un libro caro y de primera edición, tengo una hermanita que a veces toma las cosas y las destruye. No puedes culpar al niño si él no sabe el valor del objeto. —mintió una parte, su hermanita a veces lo hacía, pero la mayor parte lo hacia el desgraciado de su padrastro.

Lowood no quería pensar más en él, estaba feliz de que Edward le prestara un libro. De ahí se acordó que casi todos los libros de Charlotte Bronte llevaba un poco de Francés.

—por cierto, ¿sabes francés? —preguntó a Edward que ahora se encontraba observando a Isabella.

—Poco... —respondió un poco cohibido.

— ¿puedes decirme que dice aquí?

-"C'est la gouvernante?" —Leyó— dice que si es la ama de llaves —tradujo mientras ella anotaba en la parte de arriba lo que decía.

Lowood se acercó más a él para que él le dijera más sobre lo que ella no sabía de francés. En su mente estaba agradecida con él, ya no lo veía como el niño rico, si no más como un ángel.

Vio que en la siguiente página, tenía manchas de sangre secas y Lowood revivió un recuerdo. Que se le había olvidado. Tuvo que evitar que Edward atara cabos y se olvidara lo que acaba de ver.

— ¿Cuándo me darás el libro? —preguntó ella rompiendo los pensamiento de Edward ya que este la observaba en las partes donde estaba segura que había moretones.

—Mañana —confirmó, Lowood sonrió cálidamente mientras respiraba con un anhelo mientras se imaginaba estar en el patio trasero leyendo el libro mientras su hermana juega con el lodo.

—gracias. ¿Te importa si leo un poco...? —preguntó mientras veía su libro para ponerse a leer y terminar el libro para que mañana pudiera disfrutar del otro libro que iba a tener.

—no. Adelante.

Así paso más de treinta minutos donde Lowood leía mentalmente y repetía frases que ella le gustaba, se sentía cálida y en paz. Lástima que su burbuja fue rota por el profesor Banner.

Al final de la clase Edward acompañó por los pasillos, cosa que sacó un poco de onda a Lowood, pero no dijo nada.

(Final de la introducción).

Shirley (Edward Cullen x oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora