Shirley (Edward Cullen x oc)

Vínculos

—te vi arrojar a ese chico al lago. —Dijo la voz que sonaba cerca de su cama— ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué siempre que te veo, te encuentro empujando un cuerpo?

Shirley sintió como su cuerpo se congeló, como su mente se nubló y la epifanía llegó.

—Lobo —murmuró inentendible.

— ¿Por qué lo hiciste? —preguntó el hombre.

Shirley trató de calmarse y suavemente abrió los ojos para ver aquel sujeto que hablaba con ella, a pesar que tenía el cobertor cubriendo todo su cuerpo, ella lentamente se asomó. Era el chico de aquella vez.

—el quería abusar de mi... —murmuró con los ojos llorosos—. No pude evitarlo. Yo no puedo dejar que sigan tocando mi cuerpo... y-yo no... quiero. —sintió como la garganta se cerraba. Aquel nudo había regresado.

Las lágrimas volvieron al igual que el llanto. Sintió como un cuerpo demasiado caliente la abrazaba. Él la estaba consolando torpemente.

—no puedo evitarlo... no pude evitarlo. El quería abusar de mí. Ya no quiero recordar... yo ya no quiero. Por favor no le digas a nadie... por favor. —suplicó entre llanto. Si él hablaba con las autoridades; Charlie se sentiría defraudado. Y ella no quería provocar eso en aquella persona que le abrió las puertas de su casa.

El hombre estaba un poco tenso. Era como si estuviera en un conflicto interno.

— ¿si no te reporto no lo volverás hacerlo de nuevo?

Shirley lo miró fijamente y dudó.

—no sé.

— ¿Por qué no sabes?

—no me gusta prometer algo si no se si lo voy a cumplir.

—el hijo de Billy viene. Después hablaremos.

Dijo el tipo y salió por la ventana no pasó más de 20 segundos cuando Jacob Black entró luciendo un poco preocupado.

— ¿estas llorando?

—no. Yo solo quería lavar mis ojos. —Shirley empezó de nuevo a llorar.

— ¿Qué tienes? —preguntó Jacob con una voz suave.

Shirley volvió a llorar en los brazos de Jacob, después de media hora se quedó dormida. Cuando despertó se encontró con la visita de alguien inesperado.

Rosalie estaba sentada cerca de la ventana. Ella parecía alerta y molesta. Rosalie volteó a verla y el ceño fruncido desapareció.

—el auto ya lo limpie. Nadie sabrá lo que has hecho, pero Edward se dará cuenta que algo pasó por el olor penetrante que hay en esta habitación.

—gracias... —susurró ronca.

—no preguntare por qué lo hiciste, eso no me corresponde. Le dije a Alice que no lo mencionara y que no les dijera a nuestros padres.

—gracias... —volvió a decir ya con la voz un poco más clara.

— ¿Quién era el que vino a verte? —preguntó Rosalie con una voz amenazante.

—un chico...

— ¿pasó algo entre ustedes?

Ella negó con la cabeza esa idea era inverosímil para Shirley.

— ¡no! —gritó.

— ¿Qué pasó? —cuestionó impaciente la rubia.

—el me vio arrojar el cuerpo y me siguió hasta acá. Me preguntó porque le hacía, el mencionó que le diría a la policía. Y-yo —ella empezó a llorar—. Y-yo solo le pedí que no lo haga... y-yo creo que estoy mal...