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La última vez que vine a este departamento era de madrugada, muy de madrugada y solo había tenido que caminar algunas cuadras desde Central Park

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La última vez que vine a este departamento era de madrugada, muy de madrugada y solo había tenido que caminar algunas cuadras desde Central Park. Claro está, la última vez que vine no estaba prestando necesariamente atención a las calles o a los edificios, tenía cosas más físicas en mente...

Hoy que vuelvo a venir, me doy cuenta de que está en una zona bastante pituca de Manhattan. No solo no hay un autobús que llegue directo, sino que he tenido que caminar por treinta minutos desde el subte y lo único que veo son restaurantes con velas y tiendas de lujo y personas con abrigos de piel muy largos.

Me paro en un semáforo y veo mi reflejo en el escaparate de una tienda: Tengo un jean oscuro, mis DC viejas y una casaca de cuero negra, lo único de color de mi atuendo es mi polo rasgado blanco de Green Day. Llevo mi bolso negro de siempre y no tengo más maquillaje que delineador y mascara de pestañas, aunque me he laceado el cabello un poco. Definitivamente no estoy vestida como para estar en un lugar como este.

Sigo la flecha de google maps de mi celular y me detengo fuera de un edificio de puertas doradas, como en las películas: El Permy.

En el lobby pregunta por el departamento 3200, a nombre de Taylor

Releeo el mensaje de Ashton y doy un par de respiraciones profundas antes de entrar. Esto es una buena idea ¿Verdad? Tiene que serlo, ya estoy acá.

- Hola - saludo a la recepcionista rubia y con lápiz de labios rojo -, departamento 3200.

La recepcionista me mira con una ceja levantada y, fácil me equivoco, pero me parece que me barre con los ojos de arriba a abajo.

- ¿A nombre de? - pregunta, sin siquiera hacer el ademán de agarrar el intercomunicador.

- Taylor - la recepcionista abre los ojos y creo que bufa cuando le respondo, pero agarra el teléfono y marca un número.

- ¿Quién busca? - me pregunta con el auricular en la oreja.

- Carolina Agos, Caro - la recepcionista asiente con la cabeza y mira hacia su computadora.

- Buenas noches, tengo a Carolina Agos acá... De acuerdo, perfecto - la rubia cuelga y me mira con desprecio - El elevador izquierdo hasta el piso 32, ahí debes tocar el timbre.

Asiento con la cabeza y voy hacia las grandes puertas doradas al otro lado del lobby más pituco que he visto en mi vida. Toco el botón de llamado y las puertas se abren casi automáticamente. El interior son espejos de pies a cabezas y en el techo hay una araña de luces. Busco el botón 32 en el control de mando, solo hay del 21 al 40. Oprimo el 32 y espero a que el ascensor suba.

Veo los pisos avanzar. 21... 22... 23... 24... Se demora casi un minuto y medio y durante todo el camino me acompaña una estúpida música pegajosa.

Esto es de película.

El elevador se detiene y doy un par de respiraciones. Las puertas se abren revelando una de madera, levanto la mano para tocar el timbre a un lado, pero la puerta se abre y revela a un sonriente Ashton del otro lado.

run  |  «Luke Hemmings fanfic»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora