15. Sin Lamentos

139 35 0
                                    

Oscuridad en mi nombre
¿No quieres venir a jugar del lado genial? No seas tímido.
Hay placer en esconderse del sol
Nunca me encantó el buen clima
Prefiero ser un raro, bebé sígueme al agua
Te llevaré al lado oscuro...
Esto podría ser perfecto
El veneno goteando en tu boca
Cantando como una sirena
Ámame mientras tus muñecas están atadas
Has estado viéndome en tus sueños, pero
Estaré allí cuando tu realidad se hunda...

Siren by Kailee Morgue.




🌺🌺🌺





Esos tres meses podrían parecer eternos para mi, pero cuando llegaba el día de los muertos, el resto de los adolescentes en busca de diversión, se emocionaban y apresuraban; querían imitar las costumbres extranjeras y disfrazarse, ya fuese de monstruos o cualquier otro personaje que alimentase sus fantasías. Portar la máscara de con qué o quién se identificaba cada uno, a veces podía ser una muestra sutil, de lo que verdaderamente se ocultaba en lo más profundo de sus almas.

No obstante, ese año la escuela parecía reticente a hacerlo, por respeto a los Lee y la reciente pérdida, quienes pese a mudarse a la localidad siguiente, mantenían a su hijo en el cementerio municipal, dentro de nuestro pueblo. La escuela quería evitarlo, ya que TaeMin había estudiado allí toda la vida, pero muchos jóvenes que se habían visto involucrados en la tragedia, perdían rápidamente la consciencia de lo sucedido, y querían festejar igual. Todos éramos víctimas de un alma despiadada, pero no todos, podían verlo del mismo modo. Una fiesta a tan poco tiempo, era un mal chiste, incluso una especie de burla, ¿cómo podían querer hacerlo después de ese acontecimiento?

El asesino aún rondaba entre nosotros, y lo estábamos agasajando.

Sin embargo, el entusiasmo por parte de los estudiantes, nunca pereció; conforme la fecha se acercaba, los escuchaba en los corredores y aulas, planeando sus disfraces para la fiesta que finalmente, darían en la escuela. Digamos que a los directivos mucha gracia no les hacía, pero el discurso convincente del equipo deportivo y el presidente del consejo estudiantil por traer algo de alegría y felicidad a los jóvenes, fue más emotivo que guardar el respeto por un dolor que nadie podía sentir en carne propia, a excepción de los familiares y amigos más cercanos. Además, para mediados de octubre y sin pruebas, prácticamente ya daban por sentado que la muerte había sido un accidente; y todos preferían aceptarlo como tal, antes que temer a un asesino encubierto.

Obviamente yo no me hallaba capaz de asistir a tal evento, mi duelo aún persistía como una pesada roca en mi consciencia, diciéndome que de algún absurdo modo, podría haber evitado todo: como rechazando desde el inicio, la invitación de KyungSoo al lago. Aunque cuánto más lo pensaba, más me martirizaba, ¿y si luego de que TaeMin y KyungSoo se besaron, TaeMin siguió bebiendo y entreteniéndose con alguien más y luego se perdió? ¿Si se dejó caer en la orilla? ¿Si alguien más se aprovechó de su estado? ¿Si él se estaba aprovechando de alguien más y esa persona sólo se defendió?

Perdón por no querer creer en mi intuición, en mi corazón, y en todo mi ser; pero creer en esas cosas, en ese entonces, dolía más que aceptar de una vez por todas, la pérdida de mi mejor amigo. Era más fácil dejar ir a TaeMin, que la mirada de Do KyungSoo en el cementerio. Él me observaba desde enfrente, donde la lápida de su difunto padre había sido colocada hacía dos días, me contemplaba diciéndome con sus ojos, que mi intuición era fuerte, que yo tenía razón, pero nunca podría créemelo; ni tampoco probarlo.

Era treinta de octubre y lo último que deseaba era acercarme al día siguiente a la fiesta de la escuela, pero KyungSoo siempre tenía tiempo para acercarse a mi, robándome incluso la característica paz de aquel lugar.

Supongo que esa paz, sólo era un beneficio para los muertos.

—Ven mañana, por favor... Tengo una sorpresa —murmuró en mi oído y siguió de largo.

Y me odiaría por y para siempre desde ese día; pero la sombría curiosidad, ya quizá morbo en mi, no me iban a permitir escapar de sus pedidos...

¿A quién engañaba?

Nunca podría probar que KyungSoo era verdaderamente malo. Ni siquiera a mi mismo. Siempre quería conocerlo un poco más y sorprenderme por cuánto podría consumir de mi ese parásito; cuánto podría crecer en mí, esa bella orquídea.

Sin sentimientos,
sin emociones,
sin lamentos.

🌺🌺🌺

Memorias de una Orquídea 🌺 (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora