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La vió caminar por el pasillo hasta llegar a su puerta. Casi podía sentir la ira de la castaña salir por sus poros, con dirección a él... y algo en su interior lo hacía odiarse a sí mismo cada vez que provocaba la mirada de decepción de esa mujer.
—Di que no retirarás los cargos—Sentenció.
—Teniente.
—David Henshall abusó de Kathleen Stabler. Hay evidencia, ¿y no harás nada?
—Te recuerdo que la credibilidad lo es todo en un caso como este, en el que la víctima es tan contradictoria y su testimonio está lleno de mentiras y vacíos...
—Oh entonces me aseguraré de poner un cartel fuera del precinto, donde nos reservamos el derecho de admisión a solo víctimas perfectas, porque el asistente de fiscal tiene un criterio muy especial para elegir sus batallas.
—Todo salió a la luz en el estrado, Olivia, también estuviste ahí— Dijo perdiendo la calma— Rompe la cláusula de no confraternizar acostándose con Langan, espera un hijo de él, no está tomando su medicación, ¿Te recuerdo los cargos que ha tenido antes y las declaraciones de sus conocidos?
—Novak, Cabot, Barba.. todos ellos se enfrentaron a decenas de casos como este— Liv se levantó del sofá y pasó una mano por su cabello con frustración— Todas las víctimas ocultan información al principio de la investigación...
—Debajo de la alfombra hay mucho, Olivia... ¿volver a los tribunales a donde nos llevaría?
—Se que es difícil, yo... pensé que podrías manejarlo.
—Yo puedo manejar mis casos, cuando tengo recursos para pelear— Dijo conteniéndose— Quién debería replantearse las cosas eres tú, no por el simple hecho de que la víctima esté relacionada contigo, quiere decir que podemos construir un caso, cuando no tenemos nada.
—No te preocupes, al final del día te traeré todo en bandeja de plata, como siempre.
Olivia le dedicó una última mirada y salió del despacho, dejando al fiscal de distrito sin palabras.
...Pensé que podrías manejarlo...
Cada vez que acudía a la unidad para recibir un nuevo caso, intentaba convencerse de lo mismo. Pero era difícil lidiar con el dolor de niños y personas inocentes, aún más con desgraciados a los cuales no podía tocar para darles la lección que merecían.
...Pensé que podrías manejarlo...
Se recargó contra el respaldo de su silla y solo cerró los ojos. En ese momento se sentía el ser más miserable del planeta, solo necesitaba sacarse de la cabeza la última semana y todas las discusiones que el último caso le habían provocado con Olivia.
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Esa noche, la pasó frente a la barra del bar de Joe acompañado de un whiskey, ignorando todo lo demás a su alrededor.
—Abogado— Escuchó la voz llamarle y sintió cómo alguien se sentaba a su lado.
—Barba— Stone mantuvo la mirada fija unos minutos en su vaso.
—No estamos aquí para admirar cristal cortado, ¿cierto?
—Lo siento, antes no tuve el valor acercarme para pedirte una disculpa por lo que sucedió durante tu juicio y ya ha pasado más de un año...
—No es necesario— llamó al mesero con un ademán y ordeno lo mismo que estaba tomando su acompañante— Solo hacías tu trabajo, habría hecho lo mismo de estar en tu lugar.
