~
Sostuvo entre sus dos manos la taza de café que comenzaba a tibiarse, al ser dejada en segundo plano. Olivia veía desde la barra de la cocina al hombre que dormía sobre su sofá plácidamente.
La noche anterior habían hablado hasta que no había nada más que decir sobre el pasado. Ella esperaba poder por fin tener un cierre y poder seguir sin mirar atrás, la memoria de Noah siempre estaría presente, pero quizá ya no doliera de la misma forma.
Vió a Elliot reincorporarse, frotándose los ojos para terminar de despertarse. Olivia sirvió otra taza de café para acercarse y dejársela frente al sillón, sobre la mesita de té.
—Buenos días— le escuchó decir con voz grave.
Tomó la manta que lo había mantenido caliente durante la noche y comenzó a doblarla.—Esta bien, recogeré eso luego— Olivia intentó interrumpirlo, pero el terminó la tarea y colocó la manta doblada sobre el respaldo del sofá.
—¿Te gustaría ir a desayunar?— Preguntó Elliot.
—Lo siento, tengo algunas cosas que hacer... tal vez luego.
¿Creía que automáticamente se habían borrado todos los años anteriores y volverían a ser amigos? Tal vez no había sido muy clara con sus intenciones al invitarlo a su hogar temporal... pero en ese momento no tenía cabeza para nada.
—¿Estarás bien, Liv?
—Si, siento un gran peso de mis hombros menos.
—Me agrada escuchar eso, en fin... también quería agradecerte, la fiscalía pudo atrapar por fin a Henshall... Kathleen no fue la única agredida. No hubiera sido posible sin ustedes.
Olivia estaba muy sorprendida, pensó que ese caso había quedado frío y archivado. Peter no le mencionó sobre seguir la investigación... tal vez no quería darle falsas esperanzas. Suspiró añorando su compañía, con los días había logrado mantenerlo alejado de sus pensamientos la mayoría del tiempo, pero eventualmente volvía una y otra vez.
—No sabía que la fiscalía seguía el caso después de lo que ocurrió en la corte— confesó —Me alegra que todo haya terminado y que ese hombre recibiera el castigo que merece. Espero Kathleen pueda estar más tranquila...
—Creo que lo está, ahora con esto del bebé y que piensa casarse con ese hombre que podría ser su padre... bueno tendrá mucho en que ocuparse.
—El abuelo Elliot, quien lo diría...
—No es mi primer rodeo, tengo otro par de nietos... Lily, una hermosa pelirroja hija de Maureen y Roger un pequeño remolino, producto de un desliz de Dickie— dijo orgulloso.
—Vaya, eso no lo sabía... felicidades— Olivia rió, imaginando a Elliot como un abuelo permisivo. Todo lo contrario a lo que había sido con sus hijos.
—Este viernes entrante los chicos vendrán para celebrar el cumpleaños de Maureen... Estás invitada, estarán contentos de verte otra vez, Liv...
—Gracias Elliot— agradeció algo incomoda.
—Te dejo para que sigas con tus actividades, pero hablo enserio Olivia Benson... te estaremos esperando el viernes. En un mensaje te enviaré la dirección ¿Es el mismo número?
Olivia asintió. Tal vez había sido patético haber conservado el mismo número durante tantos años con la ilusión de volver a escuchar la voz de Elliot; durante años conservó la fe de que volvería o al menos en algún momento le llamaría solo para saber cómo iban las cosas. Detalles como ese le hacían mantener el mismo libro abierto, en exactamente la misma página en la que se habían quedado. Das lástima, Olivia.