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Al ver salir a Alex a la sala de espera, Elliot la abordó para saber más de lo que haría Liv cuando le dieran el alta. La rubia se sentó a su lado y lo escuchó brevemente.
—¿Qué pasará ahora, Alex? Olivia necesita cuidados... ¿Quién estará con ella?— Preguntó preocupado.
—No lo sé, Stabler... creo que irá a casa de Peter, pero conociendo lo testaruda que Olivia puede llegar a ser, puede que termine por negarse-.
—¿Porqué iría con el? No creo que pueda ofrecerle el tiempo que necesita...
—Tu eres quien menos tiene que dar su opinión, Stabler— Dijo Cassidy, que se acercó para entrometerse en la conversación.
—¿Tú quien eres, Cassidy?—Elliot le mando una mirada de furia.
—Quien si estuvo para Liv, cuando cobardemente huiste con tu familia feliz— Respondió riendo sarcásticamente— ¿Y dónde está esa familia ahora?
El puño de Elliot impactó directamente en la mandíbula de Brian rompiendo su labio, pero este también golpeó el pómulo de Elliot.
—Chicos deténganse.. ambos están muy fuera de lugar con su demostración de hombría— Les regañó Alex, con voz cansada. Ya habían tardado en ir el uno tras el otro.
Ambos hombres entraron en razón y se separaron de mala gana, ninguno quería exaltar a Liv y provocarle un disgusto; Pero era demasiado tarde, pues la castaña salió junto a Peter, que cargaba en un brazo sus pertenencias y ella se abrazaba del que estaba libre.
—¿Porqué están peleando? ¿Que sucede aquí?— Preguntó Olivia, notando la pesadez del ambiente y el labio partido de Brian.
—Nada Liv, aquí no pasa nada... Espero que te recuperes pronto, el mundo necesita a su salvadora— Respondió Cassidy con una sonrisa sincera y salió del lugar.
Olivia lo vió caminar hasta la salida y perderse entre las personas que entraban y salían. Agradeció la preocupación de Brian después de tanto tiempo, pero era un alivio que no hubiera llegado a mayores.
—¿Estás bien?— Preguntó acercándose a Elliot, para ver mejor su rostro enrojecido.
—Todo esta bien, Olivia... espero que puedas descansar de verdad y no apresures tu recuperación. Necesitas cuidados.
—Gracias Elliot, estaré bien...— Le sonrió y tomó el brazo de Peter para salir de ahí— Cuando esté más repuesta te llamaré, hay algo que quiero conversar contigo... y llegó la hora.
Se despidió a su vez de Alex que había sido una buena compañía durante su estancia en la clínica y salieron juntos, tomando diferentes caminos ya afuera.
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Durante todo el trayecto pensó en Elliot, sintiendo culpa. Aún habían ciertos sentimientos negativos hacia él, por el pasado... pero de igual forma habían sentimientos que con el tiempo no había podido borrar. Tantos años habían sido tan parte de la vida del otro, que a pesar de todo el dolor, aún había algo.
Luego estaba Peter... que le hacía sentir como hace tanto no sentía, deseada, amada, parte de algo... le ardía el alma de solo imaginar que alguien más joven y bonita llegara a su vida y lo robara de su lado. Estaba tan confundida y no encontraba la solución a su predicamento.
¿Podría querer a dos personas de la misma manera?. Olivia se removió incómoda en su asiento.
—¿Estás bien, Liv?
—Si, es solo que se me está pasando el efecto de los analgésicos— Dijo y cerró los ojos, para intentar despejar la mente.
—No falta mucho para la próxima toma— Stone revisó su reloj de pulsera.
—Puedo esperar.
Peter se mantuvo en silencio, para dejar a Olivia descansar y distraerse de la pelea en el hospital. Ella necesitaba tranquilidad y cuidados; eso le daría.
Primero pasaron al edificio de Olivia, para hacer un par de maletas con lo necesario para pasar unos días en casa de Peter. Luego se pusieron en marcha para ir a del rubio.
Cuando la dejó entrar primero en su departamento, Olivia se quedó muda al ver lo que había dentro. Era el mismo lugar que recordaba haber explorado semanas atrás, pero lucia muy diferente.
—Oh Peter, esto es muy...— Olivia se quedó sin palabras al ver la mesa lista para una comida romántica, con rosas por todo el lugar, acomodadas en diferentes contenedores de vidrio.
—Se que ya es marzo—Apresuró su explicación— Pero soy un tipo tradicional y pensé que tú cumpleaños y San Valentín debían ser celebrados.
—Gracias, esto es un lindo detalle.
Peter besó su frente, dejándola un momento para dejar sus maletas en la habitación. Cuando volvió, venia con un paquete pequeño entre las manos.
—Aquella noche no pude entregarte mi regalo de cumpleaños— le tendió el empaque turquesa con un lazo blanco.
Liv abrió la caja y se encontró con un lindo collar de oro blanco, con un dije circular que contenía al centro un diamante y era rodeado por otros más pequeños. Intentó no pensar en el costo de aquello, era cómo llevar al cuello un costoso anillo de compromiso y la idea le hizo sentir escalofríos. Era demasiado.
—Es precioso, muchas gracias— Besó los labios del rubio y tomó su mejilla con su palma— Creo que pasaré un buen tiempo agradeciendo todo lo qué haces por mi.
—No tienes que hacerlo, verte aquí y verte bien es lo que más deseaba...
Tomó la mano de la castaña y la llevó hasta el comedor, movió la silla para que se sentara y depósito una servilleta sobre su regazo.
—Espera un momento, traeré la comida.
Regresó con un par de platos con un filete cocido en su punto, acompañado de verduras salteadas y una porción de pasta. Posicionó uno frente a Liv y otro en su lugar.
—No se mucho de cocina, pero creo que lo poco que sé, lo hago bien— Sonrió a la castaña y le sirvió una copa de agua mineral— Lo siento, tenia un vino especial para la ocasión pero lo dejaremos para después.
—Siento que volví a tener doce— Olivia rió y levantó su copa para brindar con Peter— Por festividades menos conflictivas e indoloras.
—Por favor— Peter sonrió y chocó su copa con la de Liv.
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