Taking Risks

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Los siguientes días fueron más tranquilos para Olivia; durante el día veía a sus conocidos entrar y salir de su habitación, que por el contrario de sentirse agobiada, se sintió querida y valiosa. Probablemente todos estarían sorprendidos con su actitud, pero mucho había cambiado después del tiroteo.

Sonrió ampliamente cuando una cara más que conocida se asomó por la puerta. Rafael llegó con un ramo de peonias de colores.

—¿Como te sientes, Liv?

—Como un colador, pero sobreviviré.

—Ahora que tus visitas no son tan restringidas Por fin puedo pasar y saludarte como se debe— Se acercó para besar su frente y dejar las flores en un jarrón sobre la mesita de noche.

—Si me dejaran ir a casa, todo sería diferente— suspiró con cansancio.

—Seamos honestos, Liv... en casa no tendrías los cuidados que necesitas— Puntualizó el abogado— Además tu dieta a base de comida a domicilio, digamos que no es lo más recomendado.

—¡Pero ordenaría a un restaurante vegano!—Olivia rió— Tienes razón, tal vez por eso no he huido del hospital.

—Cambiando de tema... Ahi afuera hay una revolución— Barba levantó ambas cejas sugestivamente.

—Ponme al día.

—Haden, Tucker, Cassidy, Stone y Stabler.. al parecer decidieron venir en el mismo momento, allá es una guerra de miradas glaciares.

Olivia se removió incómoda en la cama. Conociendo los temperamentos de todos, especialmente el de Brian y Elliot, nada bueno podría salir de eso.

—Tal vez pida que restrinjan las visitas por una semana— Negó apenada, viendo a su mejor amigo acomodarse a los pies de su cama— Ojalá no pase a mayores.

—Es el efecto Olivia Benson y debo confesar que por un tiempo me vi afectado— Sonrío, haciendo una pausa— Que quede asentado que eso fue hace muchos años, hoy solo es cariño de mejores amigos.

—Eres una parte muy importante de mi vida...—Murmuró con voz entrecortada; él fue parte importante de su recuperación luego de enfrentarse a Lewis— Por lo cual estoy muy agradecida de que siempre estés aquí. En los buenos y en los malos momentos-

—No podría ser de otro modo, Cariño.

Olivia tomó su antebrazo y lo apretó suavemente.

—Te invitaría un café para obligarte a confesar, pero al ser imposible, tendrá que ser un interrogatorio en seco.

Sintió por dónde iba el abogado, pero prefirió evitar el tema de momento. Cuando tuviera una noticia que darle, se la daría... pero por el momento nada estaba decidido.

—Creo que voy a resguardarme bajo la quinta enmienda— Se defendió.

—No funcionará con el mejor abogado de los Estados Unidos y países circunvecinos— Declaró con suficiencia y levantó una ceja antes de hacer la pregunta—Stone o Stabler.

—Rafa...

—Aunque.. ¿tal vez debería incluir a Haden?— Preguntó el abogado— Hay rumores.

—No hablaré de eso ahora, tal vez luego.

Tocaron dos veces a la puerta. Después entraron el médico y dos enfermeras para revisar y sanitizar sus heridas. Rafael entendió que era hora de irse y antes de salir se giró hacia Liv.

—Te salvó la campana... sin embargo, volveré por esa respuesta, Rafael Barba nunca se queda con dudas.

Olivia suspiró con alivio.

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Cuando despertó por la madrugada para beber un vaso con agua, se encontró con Peter leyendo unos documentos bajo la lámpara de pedestal. Al sentir la mirada curiosa de Olivia, volteo a ella con una sonrisa cansada.

—Sabes que no tienes que hacer esto, ¿Verdad?—Preguntó Liv con preocupación.

—Pero quiero hacerlo.

—Ahí afuera hay personas que estarán al pendiente de cualquier cosa que pueda pasar, necesitas descansar, Peter.

—Disculpa si ya no tengo confianza en ellos, después de lo qué pasó...— Dejó las carpetas a un lado y se frotó el puente de la nariz.

Su corazón se hinchó de amor al ver cómo se preocupaba por ella; Desde el primer día que pudo tener visitas pasó todas las noches a su lado y se preguntaba cómo hacía para mantenerse en una pieza con tanto trabajo y con los desvelos encima.

—Ya que no puedo hacer que vayas a casa, dormirás conmigo— Dijo, levantando la mano antes de que el rubio pudiera articular palabra— No, yo tampoco cambiaré de parecer.

Olivia lo vió caminar hacia ella, deshaciéndose de su corbata, cinturón y saco. Inmediatamente su imaginación voló lejos, pero se mantuvo en silencio, con la boca seca viendo cómo desabrochaba algunos botones de su camisa. Probablemente ya no podría conciliar el sueño... pero valía la pena, estando entre sus brazos.

Se recostó a un lado de ella, aceptando el lugar que le dejaba. Liv se acomodó entre sus brazos e inhaló la colonia en su camisa.

—Necesitaba esto— Susurró Olivia, lo suficientemente fuerte para que la escuchara. El besó su coronilla y después su sien.

—¿Olivia?

—¿Si?

—Te quiero... y lo único que deseo es verte bien— Comenzó con algo de duda en la voz— Y cuando te den el alta, quiero que te quedes conmigo mientras te recuperas... ¿Qué opinas?

Olivia lo vió sorprendida, nunca esperó escuchar esas palabras salir de su boca. Pero no pudo evitar preguntarse la razón de su ofrecimiento ¿Era para marcar lo suyo? ¿Era porque sentía alguna culpa?.

—También te quiero, Peter... pero trabajamos juntos, no sería correcto. Además nadie sabe que tú y yo...

—No me importa que puedan pensar los demás, no estaré tranquilo si no estás a mi cuidado—Sentenció— Además creo que es más que evidente y estoy dispuesto a correr con las consecuencias.

La castaña desechó todos los pensamientos que comenzaban a formarse en su cabeza y con su mano libre acercó a Peter para darle un largo beso. Esta vez confiaría en lo que le pedía el corazón.

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