Time

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Desde que recordaba, todos sus cumpleaños habían sido grises. No había latido su corazón por primera vez, cuando ya la vida le tenía preparada una existencia difícil. Siendo producto de una violación, no podía pedir que su madre le tuviera estima, porque sabía que no lo merecía. Serena Benson merecía otra historia, encontrar al amor de su vida... casarse, llenar su hogar con muchos niños... ser feliz. Pero en uno de los caprichos del destino, todo se había arruinado desde el primer momento en el que se cruzó con Joseph Hollister.

Entonces, celebrar su nacimiento cada 7 de febrero su madre lo sentía como una burla y prefería ignorar del todo su existencia y su necesidad de alguna pequeña muestra de cariño.

Sacudió su cabeza para alejar los malos pensamientos y poder iniciar el día como si fuera cualquier otro. Después es de asearse y arreglarse, se acercó a la cocina y preparó unos pancakes con zarzamoras y un jugo de naranja. Encendió la tv para tener algo de ruido de fondo como compañía y se dispuso a comer su desayuno.

—Feliz cumpleaños a ti, Olivia— Suspiró y comió el primer bocado. Su madre solía preparar pancakes en su cumpleaños, era el detalle más grande que le había dedicado a lo largo de su vida, nunca un feliz cumpleaños o un te quiero.

Cuando terminó se dispuso a limpiar y recoger lo que había utilizado en la cocina y salió hacia el precinto, un largo día aguardaba y los maleantes no descansaban.

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Subiendo en el elevador, intento poner una sonrisa lo suficiente creíble para demostrarle a sus compañeros que era un buen día y estaba radiante. En lo que siempre fracasaba, nunca había sido buena para fingir sentimientos o reacciones. Se abrieron las puertas y ahí estaban sus detectives y sargento, felices coreando "feliz cumpleaños" con un pastel interesante.

—Gracias chicos, nunca olvidaré ese pastel.

—Culpa de Carisi, no entiende el concepto de un pastel de cumpleaños regular— Fin resopló.

—¡pero es bonito! Los payasos son clásicos— El aludido se defendió

—Pide un deseo Liv.

Cerró sus ojos un segundo y después sopló y apagó las velas. Amanda llevó el pastel hasta la mesa y comenzó a repartirlo entre todos los presentes mientras Fin acercaba las tazas de café.

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El día estaba más tranquilo de lo normal respecto a las semanas anteriores, solo un par llamadas por violencia doméstica y un intento de violación. Todo resuelto. Olivia revisaba los últimos expedientes que irían a archivo mientras bebía su café. Rollins la veía a través del vidrio de su puerta con una sonrisa algo extraña.

Tocó dos veces y luego entró a la oficina. Seguida de un enorme arreglo floral con un hombre detrás de él, que luchaba por sostenerlo.

—Entrega especial para la Teniente Benson.

—Gracias, ¿puede dejarlo sobre el librero de la derecha?

—Oh por dios Liv! Esta hermoso.

Al ver salir al repartidor, Rollins tomó valor y se acercó a Olivia, que veía de cerca las flores.

—¿Liv? Yo se que no eres muy fan de celebrar tu cumpleaños.. pero ¿que te parece salir a tomar algo esta noche?

—No creo que sea buena idea Amanda...

—Solo un rato, si te sientes incómoda nos vamos, sabes que Alex y Casey serán más insistentes que yo...

—Está bien— Accedió para nada convencida.

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