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Intentó acomodarse en una posición menos incómoda, pero hiciera lo que hiciera su espalda estaba matándola. Olivia no sabía cómo estar en reposo, ni siquiera había usado lo suficiente el colchón de su cama para decir que sabía lo que era el descanso.
Se levantó un poco, desconectando sin querer un par de cables y el monitor de signos vitales dejó de hacer su trabajo. Intentando acomodar todo en su lugar, fue sorprendida por un grupo de enfermeras y médicos que entraron apresurados arrastrando un carro de paro.
—Lo siento, estiré los cables y desconecte el monitor— Dijo apenada, entregando a una enfermera los cables y esta acomodó todo en su lugar.
Al ver que había sido un error, poco a poco salieron los médicos y enfermeras, dando paso para que entrara Peter, que había visto todo desde la entrada.
—Abogado, es el que peor luce en esta habitación y yo soy la convaleciente— Le dijo con una sonrisa al recién llegado.
—Oh Liv!— se acercó para besar su frente, besó sus labios y tocó suavemente su mejilla—Yo pensé que...
—Deberíamos aprovechar el tiempo— Dijo Olivia con una amplia sonrisa— Estamos solos, tenemos una cama...-
—Liv...
—Podemos ver una película. Aquí es aburrido— Se incorporó un poco para moverse y hacer espacio en la cama. Dio dos palmaditas en el lugar libre, invitándolo a acompañarla— Ven.
Se acomodó con sumo cuidado a un costado de Olivia, ella se acomodó entre sus brazos de forma que no lastimara sus heridas con el movimiento. Extrañaba su contacto, su fragancia fresca inundando sus fosas nasales, por no decir estar envuelta entre sus brazos.
El busco entre los canales hasta encontrar algo que le agradara a Liv. Veían la vida es bella mientras el daba besos de vez en cuando en su cabello y ella deslizaba su sus dedos por el pecho del Abogado.
—Tuve tanto miedo de no volver a verte. Me paralizaba la idea de que algo pudiera pasarte... yo hubiera dado lo que fuera por estar en tu lugar y saberte sana y salva de todos los males. Liv, yo te...— Se detuvo al sentir el cuerpo de Olivia temblar. Se incorporó un poco y al verla supo que algo no estaba bien. La acomodó en la cama y presionó el botón de emergencia para pedir ayuda.
Entraron un par de enfermeras a revisar sus signos vitales y revisar su temperatura.
—Su temperatura está elevada, señor... administraremos otro tipo de antibiótico. Las infecciones en un hospital están a la orden del día.
Peter salió de la habitación, dando espacio para que las enfermeras realizaran su trabajo. En la entrada se topó con un enfermero, que sostenía un enorme arreglo de rosas, parecido al que había visto en la oficina de Olivia esa mañana. Frunció el ceño y salió a la sala de espera.
—Trajeron estas flores para la habitación 315—Dijo el hombre a las enfermeras que salían de la habitación
—Déjalas sobre la cómoda— Una de las uniformadas contestó.
El hombre vestido en uniforme quirúrgico dejó las flores en el espacio libre y se acercó a la cama donde yacía Olivia, adormilada por los analgésicos.
—Liv... te ves tan hermosa como siempre.
Acercó su rostro al de ella, para aspirar el aroma de su cabello... rozando su nariz contra la mejilla de la castaña . No sabia por dónde comenzar... quería tocarla, saborearla, torturarla lentamente para que no lo olvidara.
—¿Stuckey?— Mpurmuró Olivia, reconociéndolo.
—Bing bang boom— Sonrió con malicia.
—Tu deberías estar en...
—Rikers, ¡donde tú me refundiste!— Gritó, tirando uno de los aparatos en medio del ataque de ira— Y aún así siempre pensé en ti.
La alarma de código azul comenzó a sonar por el pasillo, todos sabían que algo pasaba en la habitación de Olivia, por lo que Dale aseguró la puerta y con la silla hizo palanca para trabarla.
—Sabes que está mal lo que hiciste, Dale... desearía que todo hubiera sido diferente, pero tomaste desiciones incorrectas.
—Tu dijiste que seríamos pareja, tú y yo!— Se acercó lo suficiente para quedar frente a la cara de Liv— ¡tú lo dijiste!
—No podía hacer nada Dale, yo de verdad quería ayudarte.
—¡Pero preferiste a Stabler! me besaste y después me traicionaste... siempre te gustó ser la perra que lo seguía para que te diera un poco de afecto.
Olivia se quedó inmóvil al sentir el aliento de Dale sobre su mejilla, luego un par de besos que llegaron hasta su oído, donde se quedó para susurrarle.
—Yo no hubiera hecho eso, tú eras una prioridad, no la más baja de las opciones Liv... es por eso que me dueles y tengo que matar este dolor.
—No tienes que hacerlo...—Dijo Olivia palpando entre las sábanas
—¿Buscas esto, Liv?— Dale le enseñó el botón de emergencia, que cortó con su navaja en un solo movimiento.
Stuckey se acercó hasta quedar frente a Olivia, del lado izquierdo que no podía mover. Posicionó el cañón del arma sobre su herida del costado y presionó con fuerza, haciendo que la herida se abriera y tiñera las sábanas de sangre.
—No cometas otro error Dale, ahí fuera hay policías, la seguridad del hospital... no hay forma de que salgas sin ser detenido— Con dolor intentó apartarlo, pero no tenía la fuerza suficiente para lograrlo.
—¿Por donde imaginas que entré, Olivia?— Rió— Ni siquiera tuve que deshacerme de los policías que custodiaban el pasillo... este uniforme me abrió todas las puertas. incluso vi a Stabler en la sala de espera, hablando muy acaloradamente con tu noviecito... Stone, ¿verdad?— Suspiró sonoramente— Que lástima que ninguno conseguirá de ti lo que quieren— Sonrió y golpeó la cabeza de Olivia con la empuñadura del arma, dejándola inconsciente.
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