Parte 7

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Lamento la demora.

☆.☆.☆.☆

En el momento que se despertó, se dio cuenta que no estaba en el mismo sitio donde había quedado dormido. No había roca, vegetación, plantas ni lago sino una habitación semi oscura y una sábana cubriendo su cuerpo.

Apenas parpadeo y logro entender donde se encontraba, hizo memoria de lo que había pasado la noche anterior y solo recordaba que Leone le había cantado hasta el momento en que se quedo dormido y no había despertado hasta ahora.

"Leone" apenas pensó en el, y se dio cuenta que estaba en casa ajena. Brinco de un salto de la cama, salió del hogar y corrió apenas intentaba vestir los zapatos y abotono torpemente parte de su ropa. Tenia el corazón agitado, un escalofrío rápidamente empezó a correr por su cuerpo y cuando llegó a la laguna, estaba totalmente vacía, no había nada, ni nadie.

Bruno respiraba agitado, intento de recobrar el aliento y se dio unos segundos para asimilar que había salido de la casa de Risotto, y al no ver nada en la laguna corrió de regreso hasta su hogar, no podía ser verdad, que hubiesen descubierto su secreto.

-¡Risotto!- alzo su voz, tan pronto vio la casa de nuevo-¡Risotto!- grito su nombre pero no hubo voz alguna que le contestara. Bruno necesitaba respuestas para saber si lo habían descubierto, y de ser así, que no dijeran una sola palabra.

Abrió la puerta, recorrió cada pasillo de la pequeña casa, y vio a su alrededor pero no había nada. Solo pensó en volver a su casa con su padre, fue corriendo a gran velocidad, quizás ya le había dicho a alguien, quizás ya sabía todo el pueblo de el, quizás ya lo habían atrapado...

Atrapado. Pensó, sintiendo el miedo correr con fuerza por su cuerpo que casi tropezó contra el suelo. Posiblemente dudo en frío, con el simple hecho de pensarlo, de imaginar que le podrían hacer, que podía  hacer, así que trago saliva, retomo su camino y cuando reacciono, se dio cuenta que había llegado al muelle.

-Bruno- oyó la voz de su padre, quien le sonrió, el joven solo respiró profundo.

-Padre- saludó.

-Risotto se fue hoy, a cargo de los muchachos – explicó con una sonrisa -Me dijo que nadaste todo el día ayer en la laguna, y por lo cansado que estabas, que preferiste pedir posada en lugar de volver a casa- contó lo que le había dicho el hombre, y Bruno apenas asintió. No sabía como preguntar para aquello que necesitaba saber. Pero vaya que el joven había dormido demasiado, que su padre lo sacó de su trance, señalando hacia el mar.

-Mira, ahí vienen- dijo el mayor, y Bruno se dio cuenta, que había dormido más de lo pensado. Casi un día entero.

-Yo... ayudare a los muchachos a descargar- murmuró Bruno, en un tono algo perdido y muy obvio quizás, su padre no dijo nada al notarlo y solo asintió.

Reconoció a Risotto a la distancia, quien solo le sonrió, y tan pronto ancló empezaron a hacer el trabajo de descarga.

-¡Joven Bucciarati, no se imagina lo que Risotto atrapó!- exclamo un pescador, que después saludo a su padre -¡Ha sido una pesca excelente!- hablo otro, y Bruno apenas busco al mayor para ver que era aquello.

Todos parecían maravillados, contentos, emocionados pero a diferencia de él, estaba paralizado.

¿Será posible...?

-¿Nero, de que hablan los muchachos?- finalmente cruzó palabras el mayor con el recién llegado, que asintió con una sonrisa.

-Mientras pescábamos, apareció un animal que decidimos aprovechar para atraparlo- le explicó -Todo estamos seguros de que le gustara- hablo, y volvió la vista al menor de los tres.

-Venga Joven Bucciarati, apuesto que a usted también  le gustara- dijo Risotto al muchacho, que apenas le pudo ver y asintió. Le costó trabajo, sintió un nudo en el estómago y es que el solo podía pensar en una cosa, siendo que quizás Leone siguió el bote más de cerca pero el no estaba ahí para protegerlo.

"Leone" subió al bote, siguió el camino pensando en un plan, en que hacer, en como ayudar. Pero al ver la red, un fino pez espada fue lo que encontró.

-¿No es hermoso?- hablo Risotto, y el joven respiraba más aliviado. Pero aún seguía nervioso -¿Bucciarati?- insistió al menor que difícilmente le respondió.

-Eh, si... yo...- intento hablar, solo agitó la cabeza. No podía levantar sospechas -Jamás había visto uno- contesto.

-Lo sé, de éste lado del mar es muy difícil, aún en temporada- respondió el mayor -Todos estamos seguros que su padre va querer conservarlo o venderlo por buen dinero- continuo hablando, y apenas Bruno asintió. No se perdió más el tiempo, ayudó a final de cuentas, en ésta parte del trabajo.

Una vez todo había acabado, los trabajadores se habían ido ya a casa, y su padre se había marchado, Bruno aprovechó el momento para hablar con el amigo de la familia.

-¿Risotto?-

-¿Si?- apenas respondió, guardaba parte de su herramienta personal, antes de partir

-Anoche tu...-

-¿Fui por ti?- interrumpió de repente, Bruno reaccionó -Si, así fue- contesto, y el menor trago saliva -Su padre mandó a buscarle a mi casa, pues no había vuelto, eso solo me hizo pensar una cosa. Dije que ayudaría a encontrarte, y así paso-

-¿Cuándo?-

-Anoche, tu mismo lo acabas de decir- le sonrió un poco -Fui a la laguna, y le encontré muy dormido. Aunque lo levante, no despertó  y en lugar de llevarle a tu casa, te di posada, claro, todo eso se lo expliqué a su padre- hablo y hablo aquel mayor, quien solo veía a Bruno de un actuar diferente. No sabía si muy perdido o confundido serían las palabras correctas.

-¿Joven Bucciarati?- habló, y el apenas reaccionó -¿Volverá a ir al lago?- le pregunto, haciendo que el joven bajara la mirada.

-No creo, padre... seguro no me dará permiso- respondió, peinando su cabello. Risotto se río de sorpresa.

-Vamos, ya no tiene seis años- le contesto Risotto,  y aunque Bruno sabía que era  mayor. Lo único que hizo fue encogerse de hombros y darle una sonrisa torcida -No se preocupe, ya sabe que es bienvenido, incluso a mi casa. Nos vemos- se despidió aquel hombre, mientras Bruno solo se quedó más tiempo en aquel muelle.

No sé dio cuenta cuando la noche lo alcanzó, y aún así, aunque lo pensó no se atrevió a ir ni siquiera tampoco quiso meterse a nadar en la playa. Al menos podía estar tranquilo que Leone estaba a salvo pero aún así, no se sentía bien. Así que volvió a casa.

Mientras en el mar, nado a orillas de la playa, nado hasta aquel estrecho camino que le llevaba a la laguna, pero el agua estaba totalmente tranquila. No había nadie, en ni un solo lado y aunque espero, miro a su alrededor pensó que pronto llegaría, que lo vería pero no ocurrió.

Leone salió a la superficie, se atrevió a cantar una melodía que nadie escuchó. Sintió una extraña sensación al pecho, había pasado mucho tiempo, demasiado tiempo y él no llegó.

-No vino- murmuró Risotto a la distancia, y oculto a lo lejos, solo vio la aleta sumergirse de nuevo al agua. Hasta que desapareció.

Bruno Bucciarati, no había ido a verle, y ambos seres durmieron en una profunda tristeza.
¿Qué voy a hacer?

☆.☆.☆.☆
Ha sido el episodio más flojo.
Lo lamento, creo que escogí un mal día para actualizar(?)
Además que ya había tardado mucho tiempo.

Sea (AbbacchioxBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora