Capítulo siete

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El corazón empezó a latirle fuertemente a Hannah.

- Perdona, ¿has dicho un beso?

-Has oído bien, ¿qué te parece?

A ella le alegró que hubiera tanto espacio entre ellos.

-¿Me he perdido algo?- preguntó-. Me estaba dando la impresión de que querías convencer a tu  hijo de que no hay nada entre nosotros y de que no lo habrá nunca. No estoy muy segura de comprender qué podríamos conseguir con un beso.

-Ben necesita un baño de realidad. Él cree que la vida es como en las películas. Un beso y todo el mundo vive feliz para siempre.

-Como en los cuentos de hadas.

-Un beso saca a la princesa del coma.

-Sí- dijo ella sin poder evitar sonreír-. O transforma a un sapo en un príncipe.

-Yo creo que era una rana. Pero tú lo has oído tan bien como yo. Basicamente está convencido de que tus sueños se pueden cambiar con un simple beso.

-¿Sabes Dev? Yo vivo en california, yo no soy una chica simple de Hicksville, Texas.

-¿Qué significa eso?

-¿Por qué podrías esperarte que me creyera ese cuento de que un beso podría ayudar a Ben a entender el mensaje?

-Porque yo creo en la enseñanza con métodos audiovisuales.

-¿Así que no tienes otro motivos?

Dev se puso la mano en el pecho.

-Que me parta un rayo si no te estoy diciendo la verdad. El hecho de que tú seas una mujer hermosa no tiene absolutamente nada que ver con mis motivos.

-Vamos a asegurarnos de que lo entiendo. ¿Si yo fuera un bicho repugnante seguirías queriendo hacerlo?

Esas palabras se referían a una antigua humillación. Una vez lo había oído hablar sobre ella con unos amigos. No lo había olvidado, ¿cómo podría hacerlo?

-Si tuvieras joroba y una berruga en la nariz seguiría pidiéndote permiso para besarte.

-No me creo nada.

-Tú eres una mujer hermosa, Hannah, así que no hay manera de que te demuestre que estoy diciendo la verdad.

¡Vaya! El campeón del mundo del encanto estaba atacando con sus halagos. Y que Dios la ayudara, estaba funcionando. No creía ni por un momento que él pensara de verdad que era bonita, pero estaba empezando a desear mucho besarlo.

Se aclaró la garganta y dijo:

-No es que esté deacuerdo con esta loca idea, pero si nos besamos, ¿comó lo va a saber Ben? ¿quieres que se lo jure sobre la biblia y firme la confesión con sangre?

Dev se rio.

-Nada tan dramático. No mires, pero nos está espiando desde la ventana de su dormitorio. Podemos ocuparnos de esto ahora mismo.

-¿Sí?

-Eso le enseñará que un beso no es una experiencia capaz de alterar la vida. También recibirá el mensaje de que, a pesar de ello, cuando termine tu tiempo aquí, volverás a tu trabajo en California.

Hannah nunca hubiera pensado que su corazón pudiera latir tan fuertemente. El espacio entre ellos pareció encogerse. Miró a Dev y parecía relajado, se había quitado el sombrero y podía ver su cabello moreno, despeinado, como si se hubiera pasado la mano por él incontables veces.

Deseó tener una moneda por cada vez que, en las últimas veinticuatro horas, se había preguntado cómo sería ser besada por él. Si así fuera, nunca más tendría que preocuparse por el dinero. Y ahora él le estaba brindando la oportunidad en bandeja de plata.

Un Solo Beso (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora