Capítulo diecisiete

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Pareces alguién a quien le hubieran cortado las orejas de su estetoscopio favorito- dijo Polly.

-No son orejas, mamá- respondió Hannah.

Las dos estaban fregando los platos. Dev y Ben no habían vuelto a la mesa y ya había pasado más de una hora desde que se habían levantado apresuradamente de ella.

-Me siento como algo que Dev podría limpiar del establo- admitió Hannah.

-Lo siento, querida. Trata de no pensar mucho en ello.

-No lo puedo evitar, soy pediatra, por Dios. ¿Le has visto la cara a Ben? Yo hice un juramento para sanar la enfermedad. ¿Qué clase de persona soy?

-Ben no lo entiende. Ya se le pasará.

-Es un chico inteligente, pero lo único que entiende es que lo voy a abandonar.

-Y tiene razón.

-Pero la cosa no es por él.

-¿Entonces se trata de dinero?

-Sí. No- dijo Hannah apoyando las manos en la pila y agitando luego la cabeza-. No es tan sencillo.

-Déjame que te pregunte una cosa. Cuando Frank te ofreció ser socia de su consulta, ¿lo pensaste bien?

-Por supuesto que lo hice.

Polly la miró como indicándole que era con su madre con la que estaba hablando.

-No te olvides que yo estaba allí. Tardaste menos de treinta segundos en rechazarla.

-Me ha costado mucho conseguir ese trabajo en California. Y ya lo había aceptado cuando Doc me hizo la oferta.

-Lo de California es un trabajo, no una sociedad.

-Pero puede llegar a serlo. Las cosas son distintas en Los Angeles. El salario y los beneficios me proporcionarán todo lo que necesito.

-¿Y cuánto necesitas?

-Lo suficiente como para comprarte a ti una casa, como para que no tengas que volver a trabajar en tu vida y como para compensarte por todo lo que has perdido por mí.

Polly dejó de fregar y la miró fijamente.

-¿Es por esto por lo que viene todo? ¿Por devolverme lo que he hecho por ti?

-Más que eso. Mi padre nos dejo porque cuidar de mí era demasiado problema. Desde ese mismo día, tú empezaste a trabajar en dos sitios, tres si sumamos el de hacer de madre. Siempre estabas trabajando para mantenernos. Sinceramente, creo que yo te he costado una vida.

-¿Y desde cuándo el amor tiene eso en cuenta? Vamos a dejar clara una cosa- dijo Polly mirándola cara a cara-. Tu padre era un inmaduro y un mujeriego que no pretendió en absoluto echar raíces cuandonse casó conmigo. Eso ya te lo he dicho antes y creía que lo habías entendido.

-Y lo había entendido.

Su madre agitó la cabeza.

-Al parecer, no. Deja que te lo vuelva a decir. Tú te caíste de ese caballo y te rompiste el brazo porque él estaba demasiado ocupado ligando con otra mujer como para cuidar de su hija. Se marchó porque no me quería a mí y nunca podría hacerlo. No tuvo nada que ver contigo.

-Nunca me contaste que estaba ligando con otra.

-Él es tu padre- dijo Polly y suspiró-. Yo no quise hablarte mal de ese hombre, pero ahora parece que te he hecho un flaco favor al no contarte todos los hechos. Y no solo era él.

<Nosotros éramos jóvenes y yo me quedé embarazada de ti. Supongo que tuve suerte cuando él accedió a casarse conmigo. Por lo menos eso evitó que fueras hija de madre soltera, lo que por entonces estaba muy mal visto. Pero eso es todo lo que puedo decir  de bueno de ese cerdo.

Un Solo Beso (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora