Capítulo uno

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Ella se había olvidado de lo bien que estaban 《los problemas》 con unos vaqueros gastados, unas botas de vaquero y un stetson negro.

Hannah Morgan estaba sobre el travesaño inferior de la cerca y observó cómo la alta figura de Dev Hart dominaba el corral donde supervisaba la doma de los caballos.

Como le estaba dando la espalda, no la podía ver, pero ella tanía una vista bastante buena de sus encantos, sus músculos, sus anchos hombros y su espectacular trasero de vaquero.

No lo había visto desde los días del instituto. Entonces, ¿por qué pensaba en el como en un problema?

Tal vez tuviera que ver con la forma en que esos vaqueros se le pegaban a los musculosos muslos. O con ese intrigante hoyuelo en la barbilla. Desde donde estaba no lo podía ver, pero diez años de recordarlo hacían que se lo pudiera imaginar sin mayor problema. Y también podía recordar sus ojos castaños. Eran oscuros y profundos. Una mujer podía arder en llamas con una sola mirada.

No ella, por supuesto. Ahora era médico y, prácticamente, la misma rubia delgaducha a la que él nunca le había puesto atención aparte de cuando estudiaban física juntos.

Dev se volvió entonces y ella se percató del momento en que la vio. Esa mirada como un rayo láser se paseó por el corral, la pasó por un momento y luego, instantáneamente, volvió a fijarse en ella. Sonrió levemente y eso hizo que ella se estremeciera de la cabeza a los pies.

Luego giró la cabeza y le dijo por encima del hombro al otro vaquero que estaba con el:

-Ya basta por hoy, Wade. Dale de comer y beber y luego llévalo al establo.

El corazón le latió un poco más rápidamente a Hannah cuando Dev se acercó a ella. ¿Había algo más masculino, más sexy que la forma de andar de un vaquero de Texas? Si así era, ella no lo había visto nunca. Dev saltó la cerca y se detuvo delante de ella. Le parecía más alto, más ancho de hombros y, lo que era más importante, ya no era ningún adolescente.

Dev Hart era un hombre.

Y, por el efecto que seguía causando en ella, Hannah seguía siendo la misma chica tímida de dieciséis años de la última vez que lo vio.

-¿Hannah? Sin no hubiera sabido que venías no te habría reconocido- dijo él sorprendido.

- Hola, Dev. ¿Tanto he cambiado?

-Sí. ¿Cuánto tiempo a pasado?

-No he vuelto por aquí desde hace seis años. Pero creo que ha pasado mucho más desde la última vez nos vimos.

Ella sabía muy bien que no se habían visto desde se graduación en el instituto, hacía diez años.

-El cabello rubio y los ojos azules siguen siendo los mismos, pero todo lo demás a madurado mucho. Polly dijo que no llegarías hasta esta noche.

La madre de ella era el ama de llaves de la casa. Después de que su padre las abandonara, Polly se había dedicado a fregar casas para salir adelante ellas dos, incluyendo la de los padres de Dev, y hacía un año que Dev la había contratado como ama de llaves a tiempo completo.

Durante todos sus años de estudio, Hannah había soñado con darle una mejor vida a su madre. Se culpaba así misma de que ella trabajara tanto y se proponía que dejara de hacerlo y estaba a punto de conseguirlo si conseguía ese trabajo que quería en Los Angeles, en ese prestigioso grupo pediátrico.

-He tomado un vuelo anterior y he alquilado un coche en el aeropuerto. ¿Dónde está mi madre? No había nadie en la casa.

-Se ha llevado a Ben al pueblo- respondió el cruzando los brazos.

Un Solo Beso (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora