LEIRE PDV.
Solo os voy a decir una cosa: ojeras como unas monedas. Parezco un maldito zombi, y eso que me gustan, pero el caso es que tengo sueño, hambre y unas ganas horribles de coger el cuello de Caín y sentir como su último aliento se escapa de mis manos. Vale, sí, estoy exagerando pero aggggg...
Me equivocaba ayer cuando decía que es maravilloso. Es orgulloso, arrogante, estúpido, idiota e increíblemente sexy, vamos a admitirlo. Pero que me haya estado toda la noche dando el follón no mola amigos, NO - MOLA. Si resulta que el chico de "por mi abuela Teresa" era Luke.
Flashback.
- ¡¿Luke, que haces aquí todavía?!- Le pregunto.
-Esperar a que me eches tu cabello para trepar hasta tu ventana, ¿tú qué crees, vieja loca?- dice moviendo las manos como un loco.
Le hago una seña para que se dirija a la puerta principal para así ya abrirle para que me deje dormir de una vez. ¿A quién se le ocurre despertarme justamente cuando me voy a dormir? Dejando eso a lado, bajo las escaleras y le abro la puerta.
- ¿Qué hacías de bajo de mi venta a las 2 de la madrugada?
-Había olvidado decirte que la vaca se ha llevado mis llaves de mi casa y mi cartera para el instituto.
Dice Luke con una sonrisa de un chico que parece que no ha roto un plato en su vida.
- ¿A dónde quieres llegar, Luke?
Se pone su puño en la boca, hace como que tose y se arregla su corbata imaginaria.
-Le agradecería a la bella damisela de porcelana, que me dejara dormir en su casa.
-Solo si dejas de hablar.
Pasa saltando y brincando como una florecilla, se tira en el sofá y pone la tele, ¿a este que le pasa?
-Sabes, estas en mi casa.
-Claro que lo sé, y ya que soy tu invitado, ¿me podrías traer una manta? Hace algo de frio aquí.
Le miro con mi mejor cara de psicópata, voy a la cocina, y abro el frigorífico, vacío, como siempre, pero, hay una lata de tomate frito de hace unos dos meses, y a punto de caducar, sería un desperdicio no usarla, cojo el bote y vuelvo al salón.
-Ehh y mi manta, ¿pero qué haces?- Dice Luke cuando le tiro el tomate frito en la cabeza.
-Le faltaba una hora para caducar, y me ha perecido un desperdicio no usarla.- Le digo y pongo una de mis mejores sonrisas de niña buena.- Mira el lado bueno, la has ayudado, ya no será una simple lata que ira a la basura.
-De nada Latita, me alegra haberte hecho un favor.- Vale, este chico es retrasado.- Oye Cup Cake, ¿me puedo duchar?, no es muy agradable la sensación de tomate podrido en el pelo.
-Claro, ya sabes dónde está la ducha...-Me mira con cara rara, parado en las escaleras.- ¡Eso ha sonado muy mal!- Él emite un "Ajá" y sube corriendo a mi baño.
Me tumbo en el sofá y empiezo a pasar canales hasta que me quedo dormida.
-Leire, no queda champú...- Abro los ojos y veo a Luke con una toalla en la cintura y gel por su pecho, jodidamente sexy.
-En el armario, Luke, en el armario.
-Ya he mirado y no había.
- ¡Aggh! Solo quiero dormir.
Voy hacia la despensa que hay debajo de las escaleras, me recuerda al cuarto de Harry Potter, aquí podre meter a Jake o a Luke si se ponen pesado, pero conociéndolos se tomarían hasta el gel de baño.
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Bad Boy
RomanceANTES QUE NADA QUEDA PROHIBIDA LA COPIA O DISTRIBUCIÓN DE ESTE LIBRO. NO QUEREMOS ADAPTACIONES. Empecemos, Leire Fray alumna de un instituto de Londres. Todo estaba tranquilo, cuando una mañana, su profesor de álgebra al ver que ésta tiene problemas...