16.

4.7K 478 144
                                    

- ¿Profesor Park? - preguntó Ye Rim al entrar a la cocina de la casa y ver al hombre y a mí, tomando café en la barra.


La pequeña niña me dirigió una mirada traviesa, juguetona, pero no dijo una sola palabra. Se limitó a acomodarse en la mesa y comer su desayuno.


- ¿Dormiste bien, Ye Rim-ah? - preguntó el profesor, apoyando ambos codos en la barra, mientras yo intentaba esconder mi risa nerviosa detrás de mi taza.

- Bastante. - replicó la pequeña, llevándose una cuchara a la boca. - ¿Y usted?

- Muy bien. - le dijo, dirigiéndome la mirada por un micro-segundo.

- ¿Vino temprano? - soltó la pequeña niña, intentando sonar casual, mientras revolvía su avena con una cuchara. - ¿O...? ¿O acaso durmió aquí? - añadió, azotando a ambos con su repentina acción de voltear a vernos fijamente.


Jinyoung apretó los labios, intentando volver menos obvia la diversión en su rostro. Pero era imposible, el hombre transpiraba emoción por donde se le viese.


- Tu mamá y yo estuvimos arreglando un asunto anoche. - explicó. - Luego de eso, me fui directo a casa a dormir.

- Ah, ¿con el hombre malo? - preguntó Ye Rim, regresando la atención a su plato con una expresión apagada.

- Ye Rim-ah... - murmuré y sintiéndome alarmada por su cambio de humor, dejé de lado mi taza para poder acercarme a ella. - Cariño, necesito hablar contigo.


La pequeña volteó hacia mí de inmediato y esperó a que yo me pusiera de cuclillas para colocar una de sus manos en mi mejilla y examinarme con detenimiento.


- No te hicieron daño, ¿verdad, mamá?

- No, cariño. - respondí, enternecida porque esa fuese su primera reacción. - De hecho, tengo que pedirte perdón por algo.

- ¿A mí? - preguntó, ladeando la cabeza. - ¿Por qué?


Sentí las manos de Jinyoung sobre mis hombros, dándome apoyo y recordándome que ya no estaba sola, que el miedo que me había estado atormentando por un buen tiempo, ya no tenía razón de ser. Solo entonces, me animé a continuar.


- Me he equivocado al juzgar al hombre que venía a buscarnos. - expliqué lentamente, todavía acomodando mis palabras en mi cabeza. - Él no quiere hacernos daño.

- ¿No?

- No, cariño. - repliqué, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas al recordar la noche anterior. - Él es un buen hombre, Ye Rim-ah, pero dejé que alguien más me manipulara y me hiciera creer lo contrario.


Ye Rim guardó silencio. No parecía comprender lo que sucedía y yo sabía que, en parte, era mi culpa.


- Ese hombre quiere conocerte. - añadí, armándome de valor.

- ¿A mí? - preguntó, señalándose con su dedo índice. - ¿Por qué?

- Porque... - al quedarme callada, Jinyoung apretó mis hombros una vez más, recordándome que estaba allí conmigo. - Porque ese hombre es tu padre, cariño.


Ye Rim frunció el ceño de inmediato y se volteó hacia su plato con tal brusquedad que terminó pateando la mesa y haciéndome sobresaltar.


- Hye Joo dijo que ese hombre era malo, que ese hombre nunca me quiso. - me recordó, cruzándose de brazos. - ¿Por qué querría conocerle?

- Ye Rim-ah. - le llamé, pero ella no quería voltear a verme.

Raising Ye Rim | Park JinyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora