27.

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- ¿Lista para dormir? - preguntó Jinyoung, en cuanto me senté en mi lado de la cama.


Se había mantenido alarmantemente callado, desde que su madre se había ido, haciéndome pensar que había escuchado todo y no le había agradado.

Embarazada. Esa palabra resonaba en mi cabeza una y otra vez, como si fuese la primera vez que la escuchaba y no conociese su significado. Y no era para menos. Jinyoung y yo no habíamos hablado de tener hijos, así que lo había tomado como un acuerdo tácito para esperar todavía.

Jinyoung se quitó las gafas y dejó el libro que leía en la mesa de noche a su lado para poder acomodarse a mi lado en la cama. Sus ojos se clavaron en mi sien, esperando que yo volteara a verlo, y supe, de inmediato, que quería hablar de algo importante. Llevaba con él el tiempo suficiente para saber ese tipo de cosas.


- Seon Mi. - llamó, al cabo de unos segundos, y no tuve más alternativa que voltear a verle.


Su mirada examinó mi rostro lentamente, permitiéndose darle pinceladas invisibles a cada una de mis facciones. Y luego, sonrió.


- ¿Hace cuánto tiempo que no llega tu periodo? - preguntó, sin filtro y muy conciso.


Abrí los ojos de par en par ante sus palabras. Todavía seguía sorprendiéndome lo directo que podía ser.

Tragué un poco de saliva, antes de verdaderamente pensar en ello. Pero nada venía a mi mente, ninguna fecha, ningún día en específico. Así que me estiré hacia la mesa de noche a mi lado y tomé mi celular. Tenía la costumbre de anotar la fecha de cada periodo en una aplicación que había descargado. Allí tenía que estar el dato.


- Se ha retrasado, ¿no es así? - añadió, inclinándose ligeramente para ver conmigo la pantalla del aparato.


Mi celular se iluminó cuando la aplicación cargó y me mostró un número grande: 49. Habían pasado 49 días desde mi último periodo.


- Tres semanas. - murmuré, intentando procesarlo.


¿Sería posible?


- No lo he notado. - admití, aunque sabía que eso sonaba estúpido. - He estado tan ocupada que...

- Es comprensible. - me interrumpió él, llamando mi atención de nuevo.


No sonaba enojado. Tampoco parecía sorprendido. Estaba demasiado calmado, como si estuviesemos hablando de qué comer al día siguiente.


- El juicio te ha tenido preocupada y luego, te ocupaste de la mudanza de mi madre. Esto no era uno de los primeros números en tu lista de prioridades.


Asentí. Él tenía razón. Había estado demasiado ocupada con el juicio de los padres de Ye Rim, con la mudanza y con el recibimiento de la madre de Jinyoung. Sin embargo, eran 21 días de atraso.

El periodo no era una de mis cosas favoritas en el mes, pero era algo que había vivido por años, por más de una década. ¿Cómo demonios se me había pasado eso?

Jinyoung, adivinando los pensamientos en mi cabeza, pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él, a su pecho y a los latidos de su corazón. Ni siquiera pude contar cuantos veces latió su corazón en el breve minuto que nos mantuvimos en silencio. Parecía un motor a toda velocidad.


- Podemos... - dudó, antes de aclararse la garganta.


Él no dudaba. Él no era así.


Raising Ye Rim | Park JinyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora