Cuando despierto, la sorpresa me sobrecoge al encontrar la cara de Noah tan cerca de la mía. Recuerdo perfectamente como llegue aquí anoche, pero al parecer nos hemos movido durante la noche, ya que ahora Noah está apoyado contra mi hombro, y su brazo izquierdo abraza mi cintura. Lo observo relajado, su semblante no deja ver un atisbo de las preocupaciones y responsabilidades que le han acaecido en el último tiempo. Sin pensarlo, mi mano derecha se eleva, y con la yema de mis dedos, acaricio su mejilla, suavemente. La incipiente barba me pincha un poco los dedos, pero no me molesta. Jamás creí sentirme así por Noah, y me sorprende de sobremanera de que sonría como estúpida mientras le acaricio la mejilla. Me siento a gusto estando tan cerca de él, y eso me asusta, me llena de culpa y también me pone nerviosa. ¿Cómo es que todo ha cambiado en tan poco tiempo? ¿Cómo es que, durante la mayor parte de mi vida, tuve a Noah junto a mí y no sentí ni una pizca de lo que ahora me produce? Un pensamiento cruza mi mente, y hace que me detenga en seco. ¿Me gusta Noah? No, no. Imposible. Él es como mi hermano.
-¿Por qué te detuviste?-susurra Noah. Pego un gritito, no sabía que estaba despierto. Mis mejillas se sonrojan de inmediato.
-Perdón, no quería despertarte-susurro, dejando caer mi mano en mi abdomen, cerca de su brazo. Siento que moriré de la vergüenza. El eleva su cabeza para mirarme, y me sonríe, somnoliento.
-Fue agradable despertar así.
Trago saliva fuertemente. De pronto, se me hace que estamos demasiado juntos, que la tienda es demasiado pequeña. Evito sus ojos, me siento demasiado avergonzada como para atreverme a mirarlo. El en cambio, se nota relajado. Probablemente nuestra cercanía no deja en él los estragos que a mi si me produce. El brazo de su cintura se mueve, y su mano encuentra la mía. Se separa un poco de mí, apoyándose en su codo izquierdo, y me mira. Sonríe de lado. Su mano acaricia el dorso de la mía, y me quedo con la mirada fija en sus ojos. Nunca me había sentido así por nadie, ni siquiera por Dallas, mi último novio.
Noah comienza a inclinarse, sus ojos fijos en los míos. Siento como mi corazón da un vuelvo y comienza a latir desenfrenado, mi respiración se agita un poco. El contacto de su piel con la mía hace estragos en mi ser. Si no fuera porque estoy hipnotizada por sus ojos, creo que estaría revolcándome en el suelo. Su cara se acerca a la mía, queda a unos cuantos centímetros. Esta tan cerca que puedo sentir su respiración en mi cara. Sus ojos dejan los míos y miran mi boca. ¿Está pensando lo mismo que yo? Mis ojos viajan a su boca, esa que he visto durante casi toda mi vida, y solo puedo pensar en una cosa. Quiero besarlo. Su mano deja la mía y comienza a subir por mi brazo, haciéndome estremecer. ¿Por qué no acorta los centímetros que nos separan y me besa de una vez?
-Noah, han vuelto los de la excursión-dice Holden afuera de la tienda, haciendo que nos separemos de golpe y yo me siente.
Mis mejillas se sienten muy calientes, así que coloco mis manos en ellas, cubriéndome. ¿Qué acaba de pasar? ¿En que estaba pensando?
-Voy enseguida-dice Noah con la voz ronca. No me atrevo a mirarlo.
Siento como sale del saco de dormir y se apoya en sus rodillas. Lo observo buscar en su bolso un sweater y unos calcetines. Se voltea a mirarme, puedo notar que el también evita mirarme a los ojos.
-Ah, creo que debemos... ya sabes, levantarnos-me dice nervioso. Asiento con la cabeza.- toma-me dice, entregándome otro sweater para colocarme sobre mi pijama.
-Gracias-susurro.
Abre el cierre de la tienda y sale al exterior. Espero a que cierre la tienda y me recuesto, con el sweater abrazado a mi pecho. Esto no me puede estar pasando.
Cuando logro calmar mi mente y mi cuerpo, me coloco el sweater y salgo al exterior. Debo ir a cambiarme. Los pájaros cantan, y hace mucho frio. Supongo que ha amanecido hace poco. Veo solo a algunos en pie. Perfecto. Me dirijo rápidamente al precinto y voy a la enfermería. Maggie no está, pero Zoe y Sasha si. Revuelvo en mi bolso ropa interior, unos jeans, calcetines gruesos y una camiseta de manga larga blanca, simple. Busco una camisa para colocarme sobre esta, y finalmente saco mis bototos. Espero que el baño este desocupado. Los turnos de las duchas las hemos dejado para más tarde, ya que no tenemos agua caliente, así que simplemente me cambio, cepillo mis dientes y peino mi cabello. Salgo apresuradamente. En la enfermería veo que Zoe está sentada en su cama, tocándose su vientre. Frunzo el ceño, preocupada.

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The Pulse
Ciencia FicciónPrimero, el meteorito impacto en la tierra. Luego, se genero el pulso. Y finalmente, todo cambió. Cuando un meteorito impacto en la tierra y genero un pulso de energía, nadie espero que ello provocara que algunos desarrollaran "habilidades" extraord...