Poco a poco, día a día, nos vamos acostumbrando a una rutina. Al principio, reinaba el caos. No había buena coordinación entre los turnos, las discusiones se acaloraban casi inmediatamente después de empezar y ante cada simple sonido todo el mundo paraba y nos preparábamos para pelear contra la nada. Pero luego de tres días, Noah logro coordinar y organizar la vida civil. Primero, partió por lo básico: los baños. Decidió dividirnos en grupos, de la A a la D. Eran principalmente para las duchas. Luego, se preocupó de las rondas de seguridad, trabajo durante casi todo un día junto a Holden para lograr que todo fuera parejo y nos dejara contentos. Para los turnos de cocina no hubo muchos problemas, pero para la hora de comer si, por lo que corto por lo sano y decidió que, al igual que para las duchas, tendríamos nuestro grupo e iríamos según el horario. Una vez resuelto lo primordial, decidió que era buena idea dar también un horario para los entrenamientos de Holden, e incluso que los niños tuvieran algunas clases básicas (matemáticas, lengua, biología). No me dijo nada cuando le informe que yo no sería parte de los entrenamientos de Holden. Mi grupo designado fue el D, junto con Noah. Un lazo único que no había experimentado antes, ni con él, ni con nadie, se formó entre nosotros. Nos apoyábamos mutuamente. Ante cada decisión, el preguntaba mi opinión, al igual que yo la suya. Me gustaba poder compartir con él de esa manera, era como si, a pesar de la situación en la que estábamos, no todo era gris, había una luz que me guiaba y me ayudaba, y esa luz era Noah.
Nuestro siguiente problema apareció a los cinco días, cuando la comida comenzó a escasear. Decidimos que era tiempo para la primera excursión. Comenzamos a hacer una lista silenciosa entre Holden, Noah, Alex y yo, para ver qué cosas eran necesarias y vitales. Con la Tablet de Sarah y el internet que proporciono Alex (puede, de alguna forma, captar señales de todo tipo, es como nuestra propia antena), pudimos hacer un estimado del dinero que gastaríamos. El dinero iba a ser guardado por Holden, y custodiado en turnos por Sebastian, Lenny y Wilma, de manera secreta. No es que desconfiáramos de los demás, es que la tentación puede ser muy grande. Maggie y Noah comenzaron a trazar en el mapa el lugar al que irían. Las instrucciones fueron impartidas por Holden, con respecto a cómo actuar ante cualquier imprevisto. Me mantuve al margen de la logística, ya que moría de ganas de ir. En un principio iría Holden, pero luego Noah lo convenció de que, como uno de los que organizaban la vida diaria del lugar, sería mejor que no fuera, por el riesgo de ser detenido. Holden no vacilo en quedarse, tal vez porque en verdad creía en Noah, o porque con tanta importancia que le otorgaba Noah estaba en éxtasis. No lo sé, ni tampoco me importa.
Sasha se ha pegado a mí como un chicle, pero no me molesta en absoluto. Verla me hace recordar a mi hermana, y aunque sé que no es ella, a Sasha si la puedo proteger y cuidar de que nada malo le pase, y lo intentaré, cueste lo que cueste. Durante las primeras noches me quedé con ella un rato, cuando se ponía nostálgica por su madre. También la ayudo con la tarea de matemáticas. Sin embargo, en lo que no ha conseguido que la acompañe es en los estúpidos entrenamientos de Holden. Ese es el único momento en donde verdaderamente estamos separadas.
Los chicos de la excursión se fueron, eran cinco. Esperaba de corazón que nada les pasara. Debían demorarse entre uno o dos días, ya que por precaución habíamos decidido que comprarían distintas cosas en distintas partes, siempre juntos, pero solo dos entrarían a comprar mientras los otros tres estarían vigilando. Además, esta compra era muy importante. Alex había decidido que para tener funcionando la potabilizadora de agua cuando Sebastian no esté disponible debían comprar baterías, pero no las pequeñas que se usan para los controles remotos, sino unas grandes. No sé dónde demonios iban a conseguir una, pero según Alex, cree que podía hacerlo funcionar con baterías de auto. No le discutí, porque, en primer lugar, no tengo ni la más mínima idea de cómo eso podría conectarse y funcionar (según mis básicos conocimientos, no se puede), y en segundo lugar, porque Alex parece ser un cerebrito, y yo claramente no lo soy.
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The Pulse
Science FictionPrimero, el meteorito impacto en la tierra. Luego, se genero el pulso. Y finalmente, todo cambió. Cuando un meteorito impacto en la tierra y genero un pulso de energía, nadie espero que ello provocara que algunos desarrollaran "habilidades" extraord...