The Pulse

24. Resoluciones

Maggie me ha obligado a recostarme en la camilla para descansar. Al parecer, luzco demacrada. Tengo la sensación de que mi cabeza estuvo a punto de explotar, y palpita incesantemente. Mi cuello tiene marcas rojas alrededor, debido a los cabellos que han intentado estrangularme. Mis brazos y manos también tienen marcas, pero no tan grandes como las de mi cuello. Me duele un poco al tragar, y Maggie me ha recomendado que no hable mucho.

Darrin ha llenado una bolsa con agua y la ha congelado para que me la coloque en la frente. Sasha duerme en la camilla contigua. La pobre estuvo acompañándome hasta que se durmió en los brazos de Noah. Todo nuestro grupo está sano, los he despertado y no hemos sufrido ninguna baja.

El hombre de los cabellos está en la habitación frente a la enfermería, durmiendo. Han decidido esperar hasta me sienta lo suficientemente fuerte para enfrentarlo, por si llega a haber algún problema. Nadie ha dicho nada acerca de mis poderes. Bueno, nada malo. Solo comentarios al más puro estilo Holden: te lo tenías guardado, eres increíble, porque no habías dicho nada... Noah, sin embargo, se ha quedado en silencio. Zoe se ha quedado cuidándome, mientras los demás han llevado a los soldados lejos. Sebastian ha destruido todos sus aparatos electrónicos. Aquel dispositivo que sacamos del cuello del "hombre pelos" como le ha llamado Holden, se ha fundido. Alex cree que ha sido por mí.

-Emmy ¿puedes sentir a mi bebe?-pregunta Zoe, que lee un libro sobre ginecología. Ruedo los ojos, ha hecho esta clase de preguntas desde que nos quedamos solas.

-No lo sé-respondo en tono cansino.

-Cuando estés bien ¿puedes intentarlo? Quizás logras saber si es niño o niña-dice con una risita. Volteo la cabeza a mirarla.

-¿Me ves cara de ecógrafo?

-Oh por favor, Emmy. ¿no quieres saber que será tu ahijado o ahijada?-inquiere con un puchero.

-Eso se llama manipulación-comento. Ella se ríe.

La puerta de la enfermería se abre y Noah, Wilma y Holden entran. Me siento lentamente y los observo.

-¿Cómo te sientes?-pregunta Wilma.

-Mucho mejor.

-¿Crees que puedas ir a ayudarnos con el "hombre pelos"?-pregunta Holden.

-Solo si te sientes bien, Emmy-agrega Noah, dándole una mirada reprobatoria a Holden. Le sonrío.

-Estoy perfectamente.

Me levanto y nos encaminamos a la otra habitación. Zack y Bianca están allí, vigilando a aquel hombre. Su respiración es acompasada, su rostro calmo. Su cabello ya no esta tan largo, con suerte sobrepasa sus hombros. Me acerco a él y toco su hombro con delicadeza. Su energía está a mi merced, y le doy un leve pinchazo para que despierte.

Abre sus ojos, acostumbrándose a la luminosidad, y recorre la habitación con la mirada. Su energía se agita, y estoy casi segura de que es miedo. Sus ojos buscan algo dentro de la habitación, pero no lo encuentra. Entrecierro los ojos. Todos están en posición defensiva, menos yo.

-¿Cómo te llamas?-pregunto con suavidad.

-Arun-responde sin siquiera mirarme.

-Arun. Yo soy Emily-le digo, pero no me presta ni la más mínima atención.

-¿Qué está buscando?-pregunta Holden en voz baja.

Arun tiene miedo, y está buscando algo. En mi cabeza, algo hace clic y entiendo porque Arun esta así.

-Los soldados no están, Arun-le digo. Sus ojos se posan en mí. Tiene el ceño fruncido, pero cuando me ve, sus ojos se abren como plato y abre la boca.