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“Lo que cuenta no es la fuerza del cuerpo, sino la fuerza del espíritu.”

J.R.R. Tolkien.

—Me llamo Blaise, Blaise Van Scoit.

—¿Qué quieres conmigo?

—Ayudarte, por favor, toma asiento y charlemos, no...

—Nadie quiere ayudar a alguien sin nada a cambio. ¿Qué quieres conmigo?

Preguntó haciendo enfasis en cada palabra.

El Omega se sentó y lo observo con dolor.

—¿Cuánto daño...? Haz sufrido mucho. —No le presto atención a su susurro, no quería que nadie sintiese lástima por él. —Quiero hablar contigo sobre Kyle.

Sin pensarlo dos veces se avalanzo hacía él sin pensarlo, dejando caer a su muñeco al suelo, las lágrimas amenazando con escapar y la desesperación floreciendo en su interior. Fue sostenido por los guardias antes de que tocase al Omega mayor siquiera.

—¡Si lo tienes dámelo! ¡Dame a Kyle, quiero a Kyle, que me lo des!

Lanzaba patadas desesperadas, sus feromonas comenzaron a inundar el lugar de desesperación y los Alfas se apresuraron para sacarlo, pero antes de acercarse a la puerta siquiera se habían detenido.

Nuevas feromonas estaban ganando espacio, relajando a todos los presentes.

—Kyle está a salvo, devuelta con sus hermanos. Él te extraña Sam, y quiero que se vuelvan a ver, pero no puedo traerlo sin tu ayuda. Es por eso que te pido que te relajes.

Volvió su rostro, observando a ese Omega... Él quería darle la oportunidad de volver a estar con Kyle.

—¿Y que me pedirás a cambio?

—Nada. No estoy aquí para eso, solo quiero ayudarte a ti y a Kyle. —El Omega se sentó en el sillón de nuevo y observo como los guardias lo soltaron, sin embargo, se mantuvieron a su lado. —Kyle está tratando de adaptarse a los cambios, tiene apoyo de sus hermanos, de Angel y mío, pero él te extraña, puedo notarlo, en su mirada. Kyle necesita de ti y sé que tú necesitas de él. Es por eso que hago esto.

—¿Realmente... Realmente dejarías que él y yo estuviésemos juntos?

—Claro, confío en ti.

Sam cubrió su rostro sintiendo las lágrimas caer, se dejó caer en el suelo llorando con fuerza, teniendo pequeños espasmos mientras lloraba.

Unos brazos lo envolvieron, lo cual lo hizo estremecer al inicio, hace mucho no recibía un abrazo. No podía recordar cuanto.

Se apoyo en el pecho del Omega mientras lloró libremente, dejando ir todos aquellos sentimientos que lo abrumaban continuamente en las últimas semanas.

Se mantuvieron hablando en esa posición por bastante tiempo, tanto como les fue posible.

Inclusive pudo hablarle de su terapia y su muñeco, dejando por primera vez que alguien más lo tocara.

Finalmente, el Omega tuvo que irse, dejándolo sólo nuevamente.

Pero no se sentía así, por el contrario, sentía un pequeño sentimiento crecer en su interior.

De algún modo, aquel Omega le causó una confianza que antes no había sentido, probablemente porque notaba que hablaba con sinceridad.

Pero las cosas no eran tan simples como parecían, Sam no era tonto y sabía que no le permitirían ver a Kyle luego de todo lo sucedido. También sospechaba de que Blaise tuviera doble intención, no podía existir alguien que quisiera ayudarlo sin querer conseguir algo a cambio.

Él no volvería a confiar en alguien que se las diera de santo para sobrevivir y luego simplemente lo traicionara y juzgará sin pensar en todo lo que tuvo que pasar.

Al llegar a su habitación se recostó en su cama y simplemente se puso a pensar.

Tenía que sacar provecho de la situación, tenía que pensar en muchas cosas para lograr distintas.

Necesitaba salir de allí, lo sabía, ellos deberían dejarlo libre cuando conciderasen que esta "sano" y cumpliese sus dieciocho, sabía que pronto cumpliría esa edad, también sabía que si cumplía con todos sus requisitos lo pondrían en una manada en la cual pudiera acoplarse y comenzar a vivir una nueva vida, lo había escuchado.

Pero ahora, necesitaba concentrarse en una cosa.

Localizar a su bebé.

Sam sentía en su corazón que su bebé aún vivía, y por eso lucharía hasta encontrarlo, aunque fuera lo último que haga.

Es por eso que necesitaba encontrar la forma de encontrar los expedientes de su caso, sabía que los trabajadores del Consejo habían anotado todo sobre su caso en un expediente, pero necesitaba saber dónde se encontraban.

Para ello, utilizaría a Blaise.

Si el Omega lograba conseguir que le dieran la libertad de ver a Kyle entonces le darían una libertad la cual consistía en la interacción de Omegas de su edad, era probable que ellos supieran mejor todo lo que necesitaba.

Sin pensarlo mucho más abrazo al muñeco entre sus brazos y sonrió.

—Pronto te veré de nuevo bebé, prometo recuperarte así sea lo último que haga, nadie nos separará de nuevo.

Cerró sus ojos durmiendose al poco tiempo.

Necesitaba descansar para todo lo que se aproximaba.

Porque ese era el comienzo de algo mucho más grande.

Hijo de Omegas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora