"El coraje es ir de fracaso en fracaso sin pérdida de entusiasmo"
Winston S. Churchill.
El fuerte sonido de un cuerpo impactando contra el húmedo suelo seguido de carcajadas era lo que se escucho esa noche, con irá limpiaba la sangre que caía de su labio roto escupiendo a un lado.
—Nadie quiere basuras como tú por aquí, no vuelvas a acercarte a mi negocio.
—¿Ese prostíbulo?— Rió fuertemente y sin gracia. —Ni aunque me besaras el trasero.
—¡Muérete renacuajo!
La puerta fue cerrada fuertemente y se levanto del suelo con dolor dibujado en su rostro.
—Jodida mierda de vida.
Camino tambaleante por las vacías calles, pensaba en conseguir algo de alcohol, un cigarro y un lugar donde dormir.
El pequeño lugar donde vivían era nada más y nada menos que similar a una ciudad, llamada como tal. Sin embargo los alrededores eran cubiertos por bosques, donde vivían lobos, a la vista de los humanos, claro.
Lo que ellos no sabían era que allí vivían lo que es conocido como hombres lobos.
Un ruido lo descolocó de sus pensamientos, haciendo que mirara hacia los árboles y arbustos de su derecha.
—Pero que...
Contuvo un grito cayendo hacia atrás.
Un joven chico salía de allí, preocupado al verlo en el suelo.
—¿S-Se encuentra bien?
El Omega pestañeo repetidas veces antes de gruñir y hacer un impulso para quedar de pie. Frente a frente le observo mirándolo de frente.
—Este no es lugar para ti. Largo.
—Y-Yo... U-Usted no entiende, yo...
—Cállate, no me interesan tus problemas. Alejate de mi.
Volteo para caminar en dirección opuesta, lejos del menor, cuando sintió un tirón en su vieja camiseta, volteo molesto.
—¿P-Podría ayudarme?
Lamió sus propios labios y se acerco a su rostro...
Mierda.
Mierda y más mierda...
Ese olor solo significaba una cosa.
Su Alfa.
—No.
Volteo bruscamente decidido a irse cuando nuevamente tironearon de su ropa.
—¡Te he dicho...!
—Por favor, se lo suplico, ayúdeme a encontrar un hogar.
Frustrado llevo su mano al puente de su nariz, y el Alfa se arrodillo frente a él, tomando sus piernas.
—Se lo suplico... Si me ayuda, haré lo que sea por usted... Lo que me pida.
Elevó una ceja... ¿Un Alfa suplicando? Esto no era normal.
—Una mamada.
—¿Ah?
—Ya escuchaste.— Se agacho ante el arrodillado Alfa y levanto su mentón con su mano. —Quiero una mamada.
Sonrió landinamente, el Alfa jamás...
—¿Qué es eso?
Su sonrisa cayo.
—¿Como que, qué es?
—Yo no sé que es eso.
—¿No lo sabes?... ¿Tirar el veneno, pete, mamarla, oral? ¿Algo? ¿La reconoces ya?
Negó con la cabeza.
—¡Meter mi gordo pene en tu boca maldita sea!
—Oh.— Entrecerró los ojos. —¿Querrá decir felación?
—¿Fela qué?
—Felación, es el acto sexual que conlleva a que el miembro...
—¡Si se lo que significa! Pero dime por que demonios le dices así?
—Mi señora decía que esos términos eran burdos.
—¿Tu señora? ¿Estas casado?
—¿Ah? N-No, claro que no, mi señora es la persona que me ha críado desde que pise este mundo.
—Eso es ridículo, ¿No será tu madre?
—No, ella fue asesinada por mi señora cuando yo nací.
El Omega mordió su lengua. Él no esperaba esa respuesta, tomo aire e inclino su cabeza hacia atrás cuando sintió como sus botones eran desabrochados, bajo la cabeza rápidamente y alejó las manos del menor de su entrepierna.
—¿¡Qué demonios crees que haces!?
—U-Una felación, como me pidió, usted debe ayudarme y yo haré esto.
—¡Olvídalo mocoso pervertido!
—P-Pero usted...
—Levanta tu culo de ese piso ahora.
El menor pareció dudarlo lo que enfado más al Omega que lo levanto del cuello de su camiseta y lo arrastro consigo.
—¿U-Usted podría soltarme?
—¡No me trates de usted, no estoy tan viejo!
—Y-Yo... No... Si... Lo...
—Mejor cállate.
Y así fue como lo arrastro consigo hasta el interior del bosque.
—¿Q-Qué hacemos aquí? Usted prometió...
—¡Ya te dije que no me trates de usted! Ahora ayúdame a buscar un lugar donde dormir.
—¿Aquí? ¿En el bosque frío y...?
—Si, aquí, podemos cambiar a nuestra forma de lobo y ya.
—Yo no se hacerlo.
Y el Omega maldijo.
—Eres un inútil.
No recibió respuestas, y se desvistió lentamente.
—¿Q-Qué hace?
No respondió, más bien cambio y se arrojo al suelo, volteo observando al menor quien tomo la ropa de su mayor entre brazos y camino tras él.
Luego de un rato se encontraron un pequeño espacio, entre rocas y ramas, el lobo paso con facilidad, el Alfa se arrastro para entrar, el lugar era demasiado pequeño, apretado, pero el lobo rápidamente se recostó a lo largo encogiéndose un poco para cerrar los ojos y dormir, al chico junto a él no le quedo más que acomodarse incomodamente sobre él.
Ambos durmieron juntos esa noche.
Por primera vez alguien le abrazaba su pelaje con delicadeza y no sentía repugnancia de estar junto a él.
Era su Alfa, claro.
Pero esto no era lo que él planeaba.
Se sentía molesto, confundido y a la vez, una pequeña sensación nueva se arrastraba en él.
Esa no era buena señal en su complicada vida.
ESTÁS LEYENDO
Hijo de Omegas.
LobisomemUn Alfa con pasado oscuro escapa de su hogar para parar los abusos. Sin saber nada de la vida huye... Corriendo por las calles buscando protección para escapar de su "familia" quienes lo quieren muerto. Un Omega agresivo por razones que la vida le a...
