Capítulo 5 "¿Un café?"

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Niall

Como ha pasado un buen rato desde que Lou se fue y yo sigo sintiéndome como un imbécil, decido ir a la cafetería y ahogar mi vergüenza en cafeína.

Atravieso el campus mirando mis pies y la hierba siendo aplastada por ellos, ya está oscuro, sigo arrepentido por mi forma de tratar al tipo del armario, no puedo recordar su nombre, pero no puedo sacar de mi cabeza la punzada de culpa por lo idiota que fui; luego vuelvo a recordar su mirada mientras se limpiaba la mano y me siento podrido... soy una cucaracha... no, peor, ¡soy el hongo de las patas de una cucaracha! Yo y mis modales cursis, sé que parezco un pedante, pero... no, no tengo excusa, él tiene razón, soy un "niñito rico", tan estúpidamente cliché y tan real como puedo serlo. Recuerdo que me dijo que trabajaba en lo que le permitiera mantenerse y siento un nudo en mi estómago, o sea, vamos él debe tener mi edad. Yo sólo me preocupo de estudiar y de cuidarle el culo a Lou, nada más.

Llego a la cafetería y me dirijo al mostrador, pido mi café y tomo asiento en la mesa frente a la vitrina donde están los muffins y cupcakes, me gustan demasiado, pero extrañamente no tengo hambre, eso sí que es raro.

Siento que una voz algo familiar me dice que ha traído mi café y cuando lo pone en la mesa, vuelvo a divisar el brazo tatuado, miro hacia arriba y es él... Vuelvo a mirar su mano para que no se dé cuenta de que me estoy poniendo rojo como un tomate.

—No te preocupes, lavé muy bien mis manos antes de traerte el café —dice con resentimiento en su voz.

Lo vuelvo a mirar y está serio, creo que se dio cuenta de que soy una cucaracha, me quedo en silencio, quiero pedirle disculpas por mi comportamiento, pero no sale ni una sola palabra. Rueda sus ojos y comienza a irse. Sin pensarlo lo detengo tomándole la mano.

—¡Espera! Yo... yo...

—¿Necesita que le traiga algo más?

¡Auch!

—No y por favor no me trates de usted —ruego con la mirada —mi nombre es Niall.

—Lo sé, pero pensé que quizás te molestaría que vieran que nos conocemos.

—No, para nada. Es que me tomó por sorpresa verte aquí, es todo. Pensé que trabajabas haciendo el aseo en el edificio principal.

—Así es, pero de noche trabajo en la cafetería, con ese trabajo pago mis estudios y con este pago lo que la beca no cubre de mis gastos personales.

—¿Estudias aquí? —digo alzando mis cejas.

—Sí, aunque te cueste creerlo. Estoy en segundo año de Literatura.

—Tenemos asignaturas en común entonces, pero nunca te había visto.

—Es porque la gente como tú no ve a la gente como yo —lo dice cortando de golpe el aire casual que quería darle la conversación —ahora si me disculpas.

—¡No! No te vayas, por favor, déjame compensarte de alguna forma, me comporté como un imbécil, ¿qué puedo hacer?

Veo que se gira nuevamente hacia mí con una media sonrisa en su rostro y una mirada insinuante.

—¿Estás seguro que quieres que yo te dé una idea?

Siento como mis mejillas comienzan a arder furiosamente, él definitivamente tiene algo que me rompe los esquemas.

—Estaba pensando en... en... ¿un café? —digo tartamudeando

Se larga a reír.

—¿En serio? Niall, trabajo en un café —dice divertido apuntando lo obvio, luego entorna sus ojos y me dice —¿no sales mucho, verdad?

SÓLO RESPIRA (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora