Louis
Metí la pata hasta el fondo, estuvimos los tres en silencio sólo un minuto, pero juro que se me hizo eterno. De pronto el maldito primo y yo sentimos una fuerte y fingida carcajada y ambos miramos a Harry con el ceño fruncido.
—Aaaayy, Lou. Tú siempre tan bromista.
¿Qué? Nonononono ¡Aprovecha de salir del closet ahora!
Harry se acerca a Liam y lo rodea con el brazo.
—Liam este es un... amigo que conocí cuando entré a la universidad, siempre me hace este tipo de bromas.
—Oh, okay... ¿Seguro?... porque si necesitan tiempo a solas puedo ir a dar una vuelta, es decir, ya saben, para que conversen de lo que Louis te acaba de decir. Creo que fue bastante sincero.
Eso no sonó muy homofóbico que digamos. Vamos Hazz, acepta, que se largue este tipo.
—¡No, Liam! Hombre, lo que me acaba de decir es sólo una más de sus estupideces... Cómo se te ocurre que yo podría tener algo con... él —señaló mi cuerpo de arriba abajo y volvió a reír demasiado fuerte.
¡Auch!... ¡mil veces auch!
Harry está tan nervioso que no se da cuenta de lo fuerte que está hablando mientras yo aún me encuentro en el pasillo, por lo que los chicos de las habitaciones vecinas se comienzan a asomar. Una pequeña multitud curiosa empieza a formarse a mis costados en el pasillo. Los miro incómodo y vuelvo a los ojos de Harry esperando vea el temor en los míos. Pero eso no lo detiene, nada lo detiene.
—O sea, Louis es gay y siempre anda diciendo que está enamorado de mí, pero sólo es broma.
—¡Hey! ¿Tú eres el famoso Louis Tomlinson de segundo?... Me han dicho que amas que te den por el culo. —dice uno de los chicos que acababa de aparecer en el pasillo.
— ¿Es verdad que te has tirado a casi la mitad de los gays de la uni? —dice otro.
—¡Puto! —y otro, que es quien provoca las carcajadas.
Oh Dios trágame tierra.
—Yo... —trato de hablar pero la vergüenza me comió las palabras. Siento piedras caer en mi estómago una a una y un nudo en la garganta que amenaza con asfixiarme.
—Sí, es él —acusa una nueva voz —lo he visto varias veces rondando los pasillos del edificio de los de primer año ¿Estás buscando a tu próxima víctima?
—No creo que ser una aberración sea algo que deban celebrar —dice con voz ronca un tipo que aparece entre los demás, es grande y musculoso —lárgate de aquí asqueroso puto de mierda, como te vuelva a ver te cago a palos.
Las risas estallan celebrando que acabo de ser amenazado sólo por ser homosexual. Todo se siente tan incorrecto que arde en mi pecho.
—Este debe andar en celo buscando a Harry. Déjalo en paz, marica —se oye una voz al fondo del pasillo.
Yo aún no puedo hablar, mi cabeza se mantiene gacha y toda mi concentración está en no derramar ni una sola lágrima, no les daré el gusto, tropa de idiotas.
Acabo de descubrir que el dolor de una traición no lo provoca el hecho en sí, sino que el amor que sientes por la persona que lo realiza.
—¿Quieres que nos deshagamos de él, Harry? —vuelve a hablar el que me amenazó hace un instante y mis se levantan de golpe para ver la reacción de Hazz. Su mirada está oscura de furia y sus puños apretados, eso me confunde, ya ni siquiera sé si lo que siente es contra mí o contra los demás. Entonces abre la boca y antes de lograr emitir sonido es su primo quién reacciona.
—¡BASTA! —grita Liam furioso —nadie va a tocar a Louis, es mi amigo, ¡¿alguien tiene un puto problema con eso?! —los mira desafiante un par de segundos —Devuélvanse a sus habitaciones, manada de imbéciles.
—¿Eres maricón como él? —pregunta una vez más el gorila.
—¡¿Y si lo fuera qué?! —responde Liam acercándose amenazadoramente.
Miro a Harry y él baja su mirada.
Harry tu silencio me está doliendo.
—¿Qué está pasando aquí? —suena fuerte la voz del guardia del edificio. Rápidamente todos se meten a las habitaciones como las gallinas que son.
Liam me toma del brazo y me entra a la habitación con ellos.
—¡Harry eres un idiota!, ¿lo sabías? —lo regaña mientras muerdo mi labio para no explotar.
—No le digas nada, Liam —mi voz está ronca por el nudo en mi garganta —no es necesario... tiene razón, todo lo que le dije era una estúpida broma y me siento estúpido de haberlo hecho —mis palabras suenan duras acusando su verdadera intención, ya es suficiente, ya no quiero tener nada que ver con Styles —sólo se equivocó en una cosa... yo no soy su amigo —no logro evitar que mis últimas palabras tiemblen.
Giro sobre mis talones y me dirijo hacia la salida.
—Lou... —alcanzo a oír que Harry me dice antes de que abra la puerta —mañana podríamos tomar un café y conversar... ¿te parece?
¿Es una maldita broma?
—No —escupo sin disimular la rabia —no me parece... puede que yo sea gay, pero tú eres un maricón y yo no tomo café con maricones —abro la puerta y volteo hacia el primo —gracias, Liam.
Salgo del lugar hecho mierda, tengo el estómago revuelto y estoy decepcionado del que pensé que era mi gran historia de amor. Todo es vertiginoso con él, las cosas pasan demasiado rápido, hace veinte minutos le estaba declarando mi amor, lanzándome al vacío con los ojos cerrados y sólo logré caer, gracias a Dios la caída destruyó al estúpido y romántico Boo. Ahora, veinte minutos después de hacer el papelón de mi vida, camino por el campus hacia mi edificio llorando como sólo lo hice una vez... la primera vez que lo perdí. Desearía que la mano de mamá me acariciara esta vez y me dijera que no cambie, tal y como lo hizo en ese entonces.
Pero ser un soñador no se acaba de un segundo a otro, camino lento, esperando a ver si Harry aparece para pedirme perdón y decirme que se dio cuenta de lo tonto que fue.
Llego a mi habitación y me quedo fuera observando la puerta, el dolor de mi corazón se expande hacia el resto de mi cuerpo, estoy cansado, sólo quiero hundirme en mi cama y dormir por días, semanas si fuera posible. Trato de sacar las llaves de mi bolsillo pero ni para eso tengo ganas, así que doy unos suaves golpes a la puerta.
Cuando el duende abre y me mira, sabe inmediatamente que algo no está bien.
—Loulou... —dice con preocupación.
Yo simplemente me encojo de hombros y sonrío con los ojos llorosos.
—Soy famoso, duende, me lo acaban de decir.
Me abraza fuerte y se le llenan los ojos de lágrimas también, él sabía que esto pasaría algún día.
Se acuesta a mi lado y me contiene hasta que el sueño empieza a vencer.
Hazz nunca llegó...
Ya no quiero una estúpida historia de amor.
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SÓLO RESPIRA (Larry Stylinson)
RomanceCinco chicos distintos, cinco historias, sólo una frase y un futuro que los unirá como no se imaginan.