Familia Córcega-López [Aristemo/Dastián]

T2-21

|Videollamada|

—¿Cómo van las cosas por allá?.—

—Bien, sabes que con la familia Córcega López, los paseos no son aburridos y más con las mellizas.—

—Hablando del terremoto mellizas, ¿Han echo alguna diablura ese par?.—

—Ayer tiraron una avalancha de ropa y por la noche que hubo una fogata, Daniel contó una historia de terror que puso pálidas a las niñas.—

—Esas niñas son un dolor de cabeza.—

—Si, son traviesas pero también son muy tiernas.—

—Espérate, esa carita me dice que hay algo que no me has contado.—

—¿Qué? Claro no.—

—Sebastián, tu cara te delata, suelta el chisme.—

—Enserio Valeria, te he contado todo.—

—O me dices todo tú o llamó a Daniel, él me dirá todo.—

—Bien, ayer en la fogata...—

—¿Qué paso?.—

—Ehm...ayer.... nos...nos besamos.—

—¿Qué? ¡HAHAHAHA! ¡Primer beso Dastián!.—

—Mala idea contarte, me dañaste un oido.—

—Me voy de peda, bay.—

|Finalizada|

—¡Hahahaha!.— Un gritó se escuchó desde el piso de abajo.

El gritó logró llamar la atención de Sebastián y de Aristemo que estaban en sus respectivos cuartos en el segundo piso.

Al llegar al piso de abajo se encuentran con las mellizas escondidas detrás del sofá de la sala.

—¿Qué pasó Lau, Isa?.— Daniel venía saliendo de la cocina con un vaso de agua.

—Había algo viéndonos desde la ventana.— Dijo Lau con la respiración agitada.

—Era aterrador.— Dijo Isabela también con la respiración agitada.

—Tu historia dejó traumadas a las mellizas.— Sebastián se ponía al lado de Daniel.

—A ver, pequeñas, eso sólo es una historia, aparte, la historia dice que sólo el cazador aparece en los bosques de Tolima en el país de Colombia y nosotros no estamos en Colombia y mucho menos en algún bosque de Tolima.— Explicaba Daniel tratando de calmar a sus hermanas.

—Lo dice el que quemó sus peluches por ver Chucky.— Bromeó Aristóteles.

—¡Papá!.— Exclamó Daniel.

—Buena ya ¿Qué tal si van a caminar los 4?.— Temo miraba a los 4 niños, ellos asintieron.

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—¿Crees que Valeria ya tenga planeado todo para el Vídeo?.— Preguntó Daniel mientras

—Conociéndola, te apuesto a que hasta estara contando los dias para que volvamos a la ciudad.— Sebastián empezó a imaginarse a su amiga cada 5 minutos mirada el calendario. —Tenemos una amiga algo loca.—

Ambos chico estallaron en risa pues imaginarse a su amiga contando los días era algo gracioso, las risas fueron interrumpidas por las niñas que llegaron escondiendose detras de ellos.

—¿Y ahora a ustedes que bicho les pico?.— Daniel miraba a sus hermanas las cuales temblaban exageradamente. 

—Algo se movió detrás de ese árbol.— Dijo Isabella con miedo. —Estoy segura que es un fantasma o incluso el cazador maldito.—

—Tranquilas, seguramente es solo algún animal salvaje.— Sebastián trataba de calmar a las niñas cuando se escucho algo detras del arbol que asusto a las niñas.

—¡UN FANTASMA! ¡Sálvese quien pueda!.— Grito Laura quien tomo la mano de su melliza y salieron corriendo sin rumbo fijo.

—¡Niñas, los fantasmas no existen!.— Grito Daniel, de inmediato tomo la mano de Sebastian y salieron corriendo detrás de las mellizas.

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—¿Ahora que les pasó? ¿Por que los 4 cuatro están agitados como si hubieran corrido de aqui hasta la ciudad?.— Aristóteles estaban en la entrada de la casa observando como los 4 niños venían paso lento.

—Las mellizas..nos...nos hicieron correr, perate tomó aire.— Daniel tomó el aire suficiente para poder hablar bien. —Las mellizas nos hicieron correr por todo el bosque por que se asustaron por algo y pues ya ven el resultado, terminamos agotados.—

—Ustedes son un peligro para la sociedad, niñas.— Dijo Aristóteles en broma, las niñas sonrieron inocentemente.

Y a pesar de lo traviesas que eran esas niñas, Daniel amaban con locura s sus hermanitas, amaba a toda su familia, eran una familia bastante feliz.

Días Después 

Sebastian toco el timbre de la mansión Córcega Lopez, de manera rápida Daniel llego y abrió rápido las puerta para de una abrazar a su novio con lágrimas en los ojos.

—Daniel, ¿Qué pasa? ¿Por que lloras?.— Sebastian estaba preocupado por su novio, pues el no era de llorar por cualquier cosa. 

—Mis Papás...mis papás se van a separar.—