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El sonido del timbre sonó por toda la mansión Córcega Lopez. Aristóteles miró desde las cámaras de seguridad que era Daniel junto con Sebastian y Valeria.

-Daniel, ¿Que hacen ustedes tres acá?- Aristóteles miraba a los tres preadolescentes en espera de una respuesta. -Daniel, ¿Tu papá Temo sabes que viniste acá?.-

-Ehm...no.- Contesto Daniel entre risita. -Pero venimos hablar contigo algo súper importante, habré rápido las puertas papá, porfavor.-

-¿Qué tan importante es?.- Aristóteles miraba a su hijo mayor con el semblante serio.

-Es tan importante, que si no abres rápido estás puertas, pierdes para siempre a mi papá Temo.- Dijo Daniel una sonrisa manipuladora.

-Me saliste manipulador eh.- Ari miraba a su hijo con una mirada neutra. - Paseen pues.-

El trío de amigos y Aristóteles se dirigieron a la casa de la mansión.

-¿De qué quieren hablar?.- Aristóteles miraba a los chicos con una mirada de que siguieran hablando.

-Señor, Sebastián y yo estuvimos investigando todo y se lo mostramos a Daniel y los llegamos a que todo cuadra perfecto.- Valeria le entregó su laptop a Aristóteles quién de inmediato empezó a leer todo. -Como puede ver, el señor Federico Mejía escapó de la cárcel y ahora creemos que el su hija Juliana, la chica que odia a Daniel, están aliados y quieren destruir a su familia.-

-Tenemos sospechas que él es la persona que le envía esos mensajes atravez de un número telefónico, desde Chile.- Completo Sebastián. -Necesitamos que usted nos ayude averiguar si todos es verdad.-

-Si mj hijo confía en ustedes, yo también confió.- Aristóteles mostró una mirada que no se podía ver que sentimiento mostraba. -Juliana tiene la misma edad de ustedes, ese comportamiento no es normal en una pequeña de 12 años.-

-Esa niñ está loca.- Respondió Daniel con cara dr fastidio. -T es toda una psicópata, parecía un policía detrás mío cuando teníamos 10 años, por suerte se cambió de Ciudad.-

-Uf! Ni me lo recuerdes ¿Pueden creer que a mi me amenazó pensando que yo gustaba de esté ser humano?. - Valeria señalo a Daniel con cara de asco. -Osea, ¿Él gustarme? Dios me libre.-

-Ni que yo quisiera andar contigo.- Daniel también miraba a su amiga con "asco" y una mirada retadora.

-Oh, no juegues con fuego Daniel.- Valeria también ahora miraba retadora a Daniel.

Sebastián y Aristóteles sólo miraban esa "pelea" entre esos.

-¿Cómo los soportas?- Susurraba Aristóteles a Sebastián.

-Los conozco desde que eramos muy chiquitos y pues ya estoy acostumbrado a esas peleitas entre ellos dos.- Contestó Sebastián también en un susurró, decidió acercarse a ellos dos. -Suficientes, ya dejen de pelear.-

Daniel y Valeria se sacaron la lengua, un acto muy infatil pero típico en esos dos, esa amistad es única.

Familia Córcega-López [Aristemo/Dastián]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora