Familia Córcega-López [Aristemo/Dastián]

T3-26

Un nuevo día iniciaba, en la mansión Córcega López los pequeños niños entraban al cuarto se su hermano mayor, se subieron a la cama y empezaron a brincar sobre ella como si de un trampolín se tratará

—¡Hora de despetar Daniel!.— Decía Isabel mientras saltaba sobre la cama con sus otroa dos hermanos. —¡Arriba qué ya amaneció!.—

—¡Alliba!.— Hablaba el pequeño Erick, todavía le costaba hablar bien.

—¡Arriba, arriba!.— Deciar Laura saltando sobre la cama.

—¡Ugh! Ustedes tres madrugan más que las gallinas.— Se quejaba el mayor, todavía más dormido que despierto.

—Niños, dejen dormir a su hermano.— Esa era la voz de Aristóteles entrando al cuarto de su hijo mayor, para bajar de la cama sus otros tres hijos más pequeño.

—Pero papá...— Se quejaban los tres pequeños.

—Pero nada, Laura, Isabela, vayan a arreglarse, deben ir a la escuela.— Ordenó Aristóteles a sus dos hijas, para luego cargar al más pequeño de sus hijos. —Y usted jovencito, a desayunar.—

Todos salieron del cuarto de Daniel dejándolo solo, trato de volver a dormir pero ya le era imposible.

—Ni modo, hora de despertar.— Exclamaba con pereza, Daniel.

El celular de él empezó a sonar, indicando una llamada entrante, era Valeria.

|Llamada|

—Hola Valeria.— Al estar recién despertar, su voz sonó ronca.

—Ugh, se nota que acabas de despertar.— Bromeó la rubia, al otro lado de la linea.

—No pienses tus chistes Valeria, ¿Para que la llamada tan temprano?.— Hablo seriamente.

—Cierto, más vale que ya te estes bañando porque voy para tu casa.— Contesto rápidamente Valeria, para luego colgar la llamada sin dar tiempo a Daniel en decir algo.

|Finalizada|

—¡Ay! ¿Esta niña cuando dejara ese vicio?.— Reprochaba Daniel mientras se dirigía al baño.

[---]

Daniel apenas estaba desayunando cuando el timbre de la casa sonó, con pereza se levanto miro por las cámaras que era su amiga.

—Creí que no llegarías.— Daniel habria las rejas mientras le reclamaba a su amiga.

—Pues por venir rápido a tu casa, no desayune en la mía y tuve que detenerme a comprar pan y un yogurt para desayunar.— Decía la chica con una angelical sonrisa mostrando en sus manos ambas bolsas donde llevaba el pan y yogurt. —¿Me vas a dejar entrar o no?.—

—Claro, pasa.— Daniel se hizo a un lado para darle a su amiga, Valeria cuando no comía era el mismísimo diablo.

Ya ambos sentados en la mesa, Daniel decidio primero hablar.

—¿Y porqué tanto afán en que nos viéramos tan temprano?.— Preguntó, mientras se llevaba un bocado de su desayuno a la boca.

—Pronto es el cumpleaños de mi hermana, Karol, y quería ver si tú podrías ayudarme a escogerlos temas de la fiesta.— Explicaba Valeria mientras le daba una mordida a su pan y sacaba su celular de sus bolsillos. —Hice una playlist de mycha canciones pero sólo las mejores.—

(...)

Después de una hora y media, los dos amigos terminaron de organizar todas las canciones en la playlist de Valeria.

—Te debo.— Dijo en forma de agradecimiento, Valeria de asomó por la ventana del cuarto de Daniel y vio qur un camión de mudanza estaba estacionado al otro lado de la calle. —Wow, parece que tendrás nuevos vecinos, Daniel.—

Daniel se asomó por la ventana y efectivamente, una nueva familia se mudaba al frente de la mansión Córcega López.

—No manches, tienen tres hijos.— Dijo Valeria mirando a la nueva familia que se mudaba. —Dos niñas, una parece tener 3 o 4 y la otra le pongo unos 10 y el mayor se ve nuestra edad.—

—No son la gran cosa, son sólo nuevos vecinos.— Daniel jamás le importó la llegada de nuevos vecinos al vecindario.

Y claramente no le iba importar ahora ¿Verdad?.