T3-22

433 36 19
                                    

—No creo que sea buena idea esto.— Negaba Daniel, con miedo.

—¿Te da miedo?.— Habló de manera retadora.

—¿Me estás retando?.— Daniel cruzó sus brazos y miró seriamente a Sebastián.

—Tomalo como quieras, pero eso me da a entender que eres un cobarde.— Dijo eso tratando de enojar a Daniel.

—Muy astuto, sabes como manipular a las personas.— Daniel sólo negaba divertidamente, Sebastián desde pequeño era muy manipulador. —Tú ganas.—

—Perfecto, el plan lo haremos mañana.—

Pero ese dichoso plan jamás fue cumplido...

Ese mismo día en la noche...

Sebastián se quedaría a dormir con Daniel, pues los viernes los hermanos de Daniel, solían tener insomnio y él sólo podría con eso.

—Juliana hace tiempo que no ha tratado de acercarse a nosotros, ¿Tú crees que ella se haya rendido?.— Sebastián ayudaba a Daniel preparando la comida, claro que si no contamos el desastre que han ocasionado en la cocina.

—No lo sé gatito.— Sebastián al escuchar ese apodo puso su mirada seria. —Ya no te enojes.—

—Entonces no quiero escuchar ese apodo nunca más.— Sebastián amenazó con la mirada a su novio.

(...)

Ya era muy de tarde y Daniel y Sebastián acostaban los más pequeños en sus respectivas camas.

—Sólo esperó que hoy sea de esas raras ocasiones en donde no tienen insomnio.— Decía Daniel, mientras acostaba a su hermano menor.

Después de acostador a los tres pequeños, Daniel y Sebastián estaban apuntó de irse a dormir pero alguien tocó la puerta.

—¿Quién puede ser a estás horas?.— Sebastián miró la hora, vaya que era muy tarde como para que alguien tocara el timbre.

—Dejama ver.— Daniel miró por las cámaras para ver quién es. —¿Qué hace ella acá?.—

Sebastián también miró por las cámaras de seguridad, ¿Qué hace Juliana acá?.

—No le abramos, esa chica es muy peligrosa.— Sugirió Sebastián con miedo.

—!ABREME LA PUERTA DANIEL!.— Gritó Juliana desde afuera de la casa. —Sólo te digo una cosa Daniel, si no terminas con él te juró que tus hermanos mueren esta noche.—

Los chicos se miraron entre si con miedo, esa chica perdió la cabeza

—No serías capaz de hacer eso.— Daniel salió gritando. —¡Reacciona!.—

—No es ninguna amenaza, ten cuidado Daniel, tal vez de esta noche no pasas.— Advirtió Juliana para luego retirarse.

(…)

Eran las 4:45 de la maña y en la mansión Córcega López todos ya dormían, pero un olor extrañó despertó a Sebastián.

"Huele a humo" Pensaba Sebastián.

—Daniel...— Sebastián movia un poco, el cuerpo de su novio. —Daniel, desierta.—

—Hgmm...— Fue lo primero que tuvo como respuesa. —¿Qué pasa?.—

—Huele a humo.— Informó Sebastián con miedo.

—¿Qué?.— Daniel despertó con dificultad. —¿Como qué huele a humo?.—

Daniel se levantó rápidamente, detrás de él venía Sebastián con mucho miedo. Los chicos bajaron con lentitud, pues el humo venia del parte de abajo. Al llegar a bajo ambos sintieron como sus.cuerpos se helaban.

—Sebastián...— Daniel no podía ni hablar. —¡SE ENCIENDE LA CASA!.—

Familia Córcega-López [Aristemo/Dastián]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora