Capítulo IX

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¿Qué había sido aquello que intentó hacer? Por un momento realmente creyó que, con sólo unir sus labios, estarían corriendo en el jardín dónde nadie los molestaría, jugando y mimándose.

Luego tuvo que ser realista y, claro, respetar su relación con Once –aunque era Mike quien debía hacerlo, en primer lugar–, de otro modo su hubiese sentido culpable por el resto de su vida.

Es que era difícil tratar con la pareja del chico que te gusta, pero Will era un tonto, no en un mal sentido, sólo era muy lindo como para evitar que las personas lo molesten, muy lindo para defenderse y muy lindo para odiar a alguien.

Esa noche no pudo dormir, pero el pelinegro a la distancia se encontraba en esa misma condición, ambos pasaron la noche pensando en el otro, en el momento en que sus labios pudieron unirse, aunque sea por un pequeño roce que se iría cómo el viento.

Mike puso su mano en sus labios, porque fue el único tacto que pudo sentir ese día, de cierto modo ayudándole a conciliar el sueño.

Por otro lado, Will abrazó su almohada, cada vez con más fuerza, imaginando que en cualquier momento comenzaría a latir como el pecho de un humano.

—Estuviste a punto de morir, tuviste que sentir algo, cuéntamelo —La pelirroja insistía, jalando la manga de su camisa de un lado a otro— ¿Una luz? ¿Un túnel?

—Nada, no lo recuerdo... Sólo recuerdo ser rescatado.

—No tiene sentido, estabas inconsciente.

—Me refiero a cuando desperté en casa, no pude sentir nada hasta que desperté ahí.

—No te creo.

—Pero es verdad —Alargó la última vocal, sonando como un niño al borde del llanto.

La maestra entró deprisa, con dos libros entre sus brazos, un chongo deshecho y un rostro que hacía parecer que rompió todos los espejos en su casa.

Dejó caer los libros sobre el escritorio, llamando la atención de todos los alumnos. Quizás en otras circunstancias todos hubieran seguido con lo suyo, ignorando a su pobre maestra, pero ese día se veía muy diferente, así que decidieron compadecerse.

—Bien, saquen su libreta, les daré un breve resumen del amor, sustancias químicas y eso —Habló a toda prisa, sacando una tiza de su bolsillo y escribiendo el título en el pizarrón— ¿Qué es el amor? Da igual la definición que me den porque serán erróneas, ¿Verdad? —Hablaba con prisa.

Varios dieron sus opiniones, hasta las más ridículas, mientras todos discutían por quién daría la mejor definición, Will veía a Mike, aunque Mike no lo veía a él. Era cómo si todo a su alrededor se volviera rosa y brillante, dejando un campo sólo para él pelinegro. El mundo podía estar en llamas y él no se daría cuenta, porque estaba perdido en su perfil.

—Amor es... cuando alguien está en tu mente todo el tiempo, sin descanso, cuando despiertas es tu primer pensamiento y el último cuando vas a dormir. Cuando ves a esa persona, todo se detiene y sólo puedes pensar en su sonrisa o-

—Muy bonito, Will, lástima que sea incorrecto, continuamos.

La maestra tomó uno de sus libros, hojeando las páginas del modo más agresivo posible, cómo si quisiera arrancar cada papel adherido, hasta dar un golpe sobre la hoja que buscaba.

—¡Aquí! "El amor es un estado psicológico y fisiológico con un patrón de sentimientos caracterizado por la necesidad de estar con la persona amada y que dicha persona sienta lo mismo hacia nosotros."

Todos se vieron con confusión, buscando respuestas en las miradas ajenas, pero ninguno parecía entender las palabras tan desenfrenadas que la maestra daba ese día.

«Vaya tontería» pensó William.

—¿Alguno de ustedes tiene pareja? —Sus amigos levantaron la mano, acompañando a otros dos chicos del salón—. Perfecto, aprovéchenlo cuanto puedan, hasta que un día estén en su matrimonio perfecto, con sus dos hijos cenando en la sala mientras escuchan música, y a uno se le ocurra decir "creo que no está funcionando, ya no eres igual", mientras mueve sus estúpidos pies arriba del maldito sofá.

Todos volvieron a guardar silencio, esta vez más preocupados por las acciones de su maestra.

—Pero bueno, son cosas que pasan —Formó una sonrisa forzada—. Tú, Lucas, ¿Has terminado más de una vez con tu novia?

—Hemos terminado... ¿Cuántas veces? Ahm... Probablemente más de diez.

—Dependencia emocional, miedo a estar solos, costumbre, bien. Dustin, ¿Cómo es la relación con tu novia?

—No vive aquí, pero hablamos cada que puedo llevar el equipo a la montaña.

—Una relación en la que pueden traicionarte libremente sin que te enteres, perfecto. Mike, ¿Podrías considerar que estás enamorado?

—¿Sí...?

—¿Por qué lo duda?

—Él dijo en su casa que —Las palabras de la chica se vieron interrumpidas por la mano de su novio, que se encontraba nervioso, con un ligero rubor rosa.

Admitir públicamente que creía amar a alguien sería vergonzoso para cualquier persona, o al menos eso creía él, si le había costado decirlo frente a sus amigos, no quería imaginar cómo sería en la escuela.

—Maestra —Sin levantar la mano o esperar a que le dieran la palabra, comenzó a hablar— ¿Cómo sabes cuando te gusta alguien cercano a ti?

—Generalmente la atracción comienza por el físico, como primera impresión, pero hay personas que se saltan este paso, como enamorarse de uno de sus amigos.

—¿Y cómo sé si me pasa eso?

—Porque el cariño es diferente al que sientes por el resto.

—Bueno, pero, ¿Eso no depende también de cuánto convivas con cada uno de tus amigos?

—Will, ya.

Sus amigos le veían extrañados, pero logró poner nerviosos a dos de sus compañeros, Mike y Lucas, los dos chicos que tenían pareja.

Tomó su bicicleta, dispuesto a irse sin esperar a sus amigos, después de todo quería evitar preguntas incómodas que le harían respecto a la clase de biología.

Sintió una mano posándose en su hombro, qué pasó a agarrarlo con fuerza, logrando que se estremeciera un poco, porque era Mike, podría reconocerlo incluso si vendaban sus ojos.

—¿Te gusta Maxine?

En su mente, no sabía si abofetearse a sí mismo, o a Mike.

𝐘𝐎𝐔 ↬𝐁𝐲𝐥𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora