capítulo 8: Lo Que Pasó Y Lo Que Cambió.

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«La Familia es lo Primero.»

Recuerdo esa frase como sí fuese ayer, cuando mi familia seguía unida. Cuando mi Padre y mi Madre estaban juntos, casados y felices.

Hoy sería su aniversario, Anna y yo estaríamos ayudando a nuestro Padre para hacerle una sorpresa a Mamá, tal vez una cena romántica, unas flores, una salida a la plaza, playa, nieve.

Anna a lo mejor no recuerde eso.

Pero yo no lo olvido.

– Elsa, ¿estás lista? – pregunta Punzie entrando a mi habitación.

Guardo rápidamente las fotos que tenía en mis manos.

– Sí, ya voy. – acomodo todo y voy con ella.

En fin, el día de hoy decidimos ir Jack, Punzie y yo a hablar con la organizadora del show. Al parecer es la madrina de Punzie y ella ya sabe que Jack y yo vamos a participar, incluso se alegró porque ya había escuchado de nosotros.

Todos los demás se fueron al mar en la mañana y todavía no llegaron, Punzie iba bajando las escaleras mientras que yo agarraba mi mochila donde llevaba mi celular y otras cosas.

Al levantar la mirada vi en el espejo mi reflejo.

Hoy me vestí casual; un short, una camiseta negra ajustada y arriba una camisa abierta de color verde oscura con cuadros azules, unos tenis y un collar que encontre entre mis cosas. Llevo el pelo suelto.

No hace mucho calor, tampoco hace mucho frío, está fresco por así decirlo

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No hace mucho calor, tampoco hace mucho frío, está fresco por así decirlo.

Me apresuré y bajé las escaleras, salí de la casa cerrando la puerta con llave por fuera y fui directo al auto de Punzie, Jack ya estaba ahí.

Genial.. Tengo que ir atrás, con él, porque a la señorita se le ocurrio llevar a su perro Olaf adelante.

– No discutas y sube. – dice el irritante de mi cuñado.

– Cállate. – rodé los ojos y me subí al auto.

Punzie tardaba mucho, no entendía dónde demonios se había metido. Había mucho silencio en el auto y eso que estaba su perro, aunque por el silencio se durmió.

Jack estaba concentrado en su celular. Abrí toda la ventana y dejé que entre el viento que ahora estaba un poco más frío.

Desde el auto se podía escuchar el sonido del mar y de las olas golpeando contra las rocas de la playa. El cielo estaba un poco nublado como sí fuera a llover.

•El Primer Amor Nunca Se Olvida•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora