•El Primer Amor Nunca Se Olvida•

capítulo 22: Confusión.

Ya habían pasado tres días desde ese acontecimiento horrible y Jack ni siquiera notaba la tensión que había entre Anna, Kristoff y yo.

Eso me enfurecía.

Lo peor de todo es que Anna no daba señales de qué iba a hacer. Es como si no le importara nada. Esto no debería de importarme a mí siendo un problema de ellos, sí, lo sé. Pero es difícil ya que está mal y tarde o temprano él va a saber la verdad.

¿Y quién era la cómplice de todo este enredo? Yo, obvio.

Punzie ya sabía que algo andaba mal pero no quería meterse entre ella y yo. Cosa que se lo agradezco.

– Flynn y yo iremos a buscar más palomitas. – se levanta ella del sofá junto a él y se van.

Flynn había tenido la maravillosa idea de que los cinco miráramos una película. Cuando digo "cinco" me refiero a Jack, Anna, yo, él y Punzie. Merida se fue al centro con Jonathan y Kristoff a hacer unas cosas.

En fin, ahora estamos Jack, Anna y yo en la misma sala. Ella está dormida en su hombro, razón por la cual no huía de mí como últimamente suele hacer.

Yo estaba sentada en un sofá al lado del más grande, donde ellos estaban. Tenía la mirada puesta en la película pero aún así no le tomaba importancia. No quería estar aquí, fue Punzie la que me rogó que no la dejé sola y ahora ella es la que me dejó a mí.

– Hey.. – escuchó la voz de Jack a unos metros detrás de mí y volteo la mirada.

– ¿Sí? – pregunté en voz baja mientras él trataba de quitar a Anna de su hombro. Finalmente lo hizo y ella no despertó.

Milagro de Dios.

– ¿Qué te anda pasando?

– Nada. – sonreí disimulando pero por su mirada parecía no creerme. – En serio, estoy bien.

– Ajá.. Claro. – hace una pausa. – ¿Crees que no he estado notando tú frialdad estos días?

Lo ignoré por completo y voltee de nuevo para mirar la película.

– La película es un poco aburrida, ¿no? – intenté cambiar de tema mientras encendía la pantalla de mi celular.

– Elsa..

– Tengo un mensaje de Hiccup, hablamos luego. – dije sin quitar la mirada del celular, obvio era mentira. Tan pronto como salí de ahí fui directo a mi habitación.

Cerré la puerta y pensé en Hiccup, no he hablando con él desde hace días. Supuestamente, tiene una novia celosa y que no era buena idea que nos viéramos por un tiempo..

Supongo que parte de mi frialdad, como dijo Jack, es por eso también. Hiccup parecía estar evitándome y yo me sentía mal al respecto.

(...)

Ya pasaron dos horas desde que subí y por los ruidos de abajo lo más seguro es que Merida y los chicos ya estén aquí.

– ¡Elsa! – escuchó el grito de Merida desde afuera de mi habitación. De repente ella entra cantando una canción rara a todo pulmón y cierra la puerta de un empujón para luego tirarse en mi cama. – Te tengo que contar algo.. Pero no le digas a nadie.

– ¿De qué se trata? – sonreí al ver su sonrisa de oreja a oreja.

– Conocí a un chico, es sumamente agradable y muy guapo. – ríe nerviosa.

¿Merida hablando de un chico y sin criticarlo? Eso es nuevo. Ella no es de enamorarse tan fácilmente, ni amante de las cursilerías. Supongo que es lo que más me agrada de su personalidad.