capítulo 14: Reconciliación.

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El plan que teníamos con Jack no podía fallar. Una cena romántica en el techo de la casa era la mejor opción, pero alguien debía entretener a Anna hasta la noche.

– ¿Por qué estamos aquí? – dice Punzie con una cara de confusión.

Tuve que encerrarnos en uno de los cuartos de limpieza para que nadie nos escuché. Lo dramática lo tengo desde mi nacimiento, sí.

– Punzie, con Jack tenemos una idea genial que no puede fallar. Todos, excepto él y Anna, vamos a ir a la casa de Roxy en la noche, ¿ok?

– ¿Qué? ¿Por qué ellos no van a ir?

– Es que Jack quiere volver con Anna, entonces yo estoy ayudándole a organizar una cena en el techo de la casa. Por eso también creí que lo mejor sería que todos vallamos a esa fiesta.

Ella sonríe curiosamente.

– ¿Tú queriendo dejar a solas a tu hermana con un "Dios del Sexo"? – alza una ceja. – Woow..

– Espera.. – frunci el ceño. – ¿Qué dices? – no me sorprende que Jack haya estado con más de una chica en su vida, eso siempre fue así. Pero tampoco me importa saber la intimidad de mi hermana con él. – Eso no es importante, Punzie.

– Bien.. Pues, te voy a ayudar. Siempre y cuando prometas que no me vas a dejar sola como la otra noche.

– Ok. – sonrío más tranquila.

(...)

La comida me había quedado muy deliciosa, si mal lo recuerdo, a Anna le fascina el sushi y a mí no. Por alguna extraña razón me salen bien.

Dejé todo listo, Jack ya había acomodado todo en aquella linda mesa. Me sorprende que sea tan detallista en estas cosas.

– Bien, ya terminé. – suspiro y volteo a verlo. – Suerte y espero que no lo arruines. – estaba apunto de salir de la habitación hasta que él llama mi atención.

– Espera.. – me mira. – Yo.. Quería agradecerte por lo que haces, ya sabes. – sonríe de lado.

Asentí con la cabeza y luego sonreí un poco.

– En un rato llegará Anna, – me despedí. – que tengan una buena noche.

– Lo mismo digo.

Luego de eso, salí del cuarto y fui directo al mío. Antes de entrar a darme una ducha escogí la ropa que me pondría para ir a la fiesta y los zapatos.

No fue tanto el tiempo y luego me fui a la ducha.

(...)

Merida, Punzie y yo bajamos del carro en cuanto llegamos a la casa de Roxy. Supuestamente, sus padres se irían de viaje y ella no dudó en organizar la mejor fiesta del año. Roxy era una amiga de la escuela, no la he visto hace mucho. Por lo que veo también decidió pasar las vacaciones en la casa que sus padres compraron para los veranos.

– ¡Elsa! – grita apenas me ve y corre a abrazarme. – ¿Eres tú, verdad?

No pude evitar reírme.

– Obvio que soy yo. – se separa de mí. – ¿Cómo has estado?

– Bien, la escuela estuvo muy pesada este año pero por lo menos ya se acabó, ¿Y tú? – sonríe con picardía olvidando por completo la presencia de Anna y Merida. – ¿Algún novio?

•El Primer Amor Nunca Se Olvida•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora