capítulo 19: Códigos de Amistad.

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Con las chicas decidimos venir al centro comercial a pasar un rato fuera de la casa, o más bien, lejos de los chicos.

Anna aprovechó la ocasión para entrar a las tiendas y elegirse todo tipo de vestidos junto a Merida. Lo raro fue que Punzie no está tan emocionada como solía estarlo siempre.

– ¿Estás bien? – me decidí a preguntarle.

– Sí, sí.. – sonríe. – Todo está bien.

En diversas ocasiones he visto que ella lloré, hasta ahora no tengo en claro si es por Flynn o por otra cosa. Hace dos años ella no era de llorar por chicos, mucho menos por alguien que no vale la pena.

Punzie comenzó a sentirse mal y fue corriendo al baño de la tienda.

– ¿Qué le pasa? – pregunta Anna a mi lado.

– No lo sé.

Me quedé esperando y mientras eso sucedía Anna eligió algo para mí. Merida no sabía nada aún.

Pasaron unos diez minutos y finalmente Punzie salió, fui rápidamente a hablar con ella pero noté sus ojos rojos como si hubiera llorado.

– Punzie, perdón, no quiero meterme en tu vida pero dime qué pasa.. – dije ya muy preocupada.

Punzie respiro agitada y me estiró hasta afuera de la tienda.

– Prométeme que no le dirás a nadie de esto. – me mira asustada.

– Lo prometo.

Sus manos empezaron a temblar y luego se lanzó a llorar.

– C-Creo que.. Estoy embarazada. – al escuchar esa noticia no supe qué hacer, me imaginé de todo, menos que me diga eso.

– Punzie.. – la abracé. – Tranquila, no llores.

– Mis padres me matarán.. – solloza. – Ellos tenían otros planes para mí.

Suspiro y me separo.

– No te preocupes por eso ahora, lo importante es que tú estés bien.

– No quiero tenerlo. – suelta mientras se limpia las lágrimas.

– ¿Qué?

– No quiero tenerlo, no puedo, esto sólo me traerá problemas. – suena más segura que nunca. Me preocupa que haga una locura. – Soy una idiota..

– La verdad yo no sé qué decirte pero si esa es tu decisión, te apoyo.

Ella asiente con la cabeza.

(...)

Estoy muy asustada, llevo dando vueltas en el balcón durante media hora, creo que necesitaba pensar un poco mas esto que Punzie está por hacer.

– ¿Qué haces aquí? – volteo y veo a Jack subiendo las escaleras hasta llegar conmigo.

– Eh.. Nada. – disimulo lo más que mi suerte quiere. – Abajo están Punzie.. Digo, Anna y Merida discutiendo por un vestido. – fingí.

Creo que fue mala idea llegar a la casa y estar tan silenciosa. Llamar la atención en este momento sólo traería problemas, le hice una promesa a Punzie y debo cumplirla.

– ¿Sí sabes que no te creo toda esta mentira, verdad? – mis ojos se abren como platos. – Dime qué tienes.

– Nada, en serio. – me cruzo de brazos. – No me pasa nada y quiero estar sola así que vete, por favor.

•El Primer Amor Nunca Se Olvida•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora