Salí de ese lugar lleno de gente y fui a otro lado de la playa donde no había casi nadie. La vista al mar es fantástica, me hace recordar a cuando era niña y Anna y yo jugabamos en el mar.
– ¿Elsa? – escuchó una voz conocida detrás de mí.
Voltee y ahí estaba ella, tan reluciente, con la misma timidez y sonrisa nerviosa de hace dos años.
– Astrid.. – suelto en voz baja sorprendida.
– Tanto tiempo. – Se acerca un poco. – Me entere que ibas a estar en la fiesta y... Bueno.. Creí que a lo mejor podía saludarte.
Mantuve mi seriedad sin mostrar algún tipo de sentimiento por nuestro reencuentro.
– ¿Cómo has estado? – sonríe feliz.. Creo.
– Bien, Londres fue la mejor decisión que pude haber tomado. – sonrío con frialdad. – ¿Y tú?
– No me quejo.. Después de que te fuiste las cosas cambiaron, sí, pero también me fui por un tiempo. Me ayudó mucho eso.
– ¿Estabas mal? – digo con ironía. – Digo, yo pensé que sí yo me iba tú podrías ser feliz. Eso fue lo que me dijiste ese día.
– Elsa... – su sonrisa se borra a una mirada triste.
No sentí nada, en ese momento juro que no sentí nada. Yo que pensaba que verla me iba a hacer llorar pero no. Decirle eso me sacó un gran peso de encima.
– No estuvo bien lo que hice pero mira el lado positivo... – toca mi hombro. – Al menos alguien salió feliz en todo esto, ¿No?
La observo un momento analizando sus palabras y luego quito su mano de mí.
– ¿Anna?
– Obvio, ella y Jack son tan felices... – vuelve a sonreír pero esta vez parece estar triunfante de algo. – Tú y él no lo eran.
– ¿Sabes? – exhalo con cautela y tristeza por darme cuenta de su alegría por lo que pasó. – Te agradezco de alguna manera.
– ¿Por qué?
– Tú tenías razón. – me cruzo de brazos. – Jack y yo no éramos la pareja perfecta... Peleábamos y no había confianza entre nosotros. Pero de todo eso pude no sólo darme cuenta de que él y yo no llegaríamos muy lejos, sino también de la clase de "amiga" que tenía a mi lado.
Ella ríe y niega con la cabeza sonriente.
– Ay, Elsa.. – suspira. – Ya estamos grandes para hablar de "códigos" ¿No crees?
– No creo que sepas el concepto de esa palabra, Astrid.
A lo lejos pude ver a Punzie mirándonos confundida, a lo mejor creía que esto era un mal sueño.
– Yo siempre fui una buena amiga, siempre estuve ahí para escucharte. Hasta fui yo la que lo ayudó a Jack para que se te declaré. – habla como si me reclamara o me tuviera rencor de algo.
– ¿Y de qué sirvió? – La miro decepcionada. – Si después de todo, la que estaba enamorada de Jack eras tú.
Camino por al lado de ella saliendo de ahí y yéndome hacía la fiesta para decirle a Punzie que voy a volver a la casa.
(...)
Llegué a la casa y al entrar no encendí la luz. Todo estaba un poco oscuro pero la luz de afuera iluminaba un poco todo. No había ruido, ya eran las 3:25 de la madrugada, no sé cómo la hora pasó volando. En fin, seguramente Anna esté dormida y Jack se haya vuelto a la fiesta.
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•El Primer Amor Nunca Se Olvida•
Подростковая литератураLa distancia no fue suficiente para lograr que Elsa olvide a su primer gran amor de juventud, pero sí que se ocasionaran conflictos y sucesos inimaginables para la joven que, decidida a volver, se lleva una gran sorpresa por parte de su hermana y de...